Habían pasado no más de dos minutos desde que habían ingresado al estudio, pero Bella sentía que habían pasado horas, encima Damon parecía tomarse su tiempo en acomodar sus cosas y servir café para ambos.
Con las dos tazas se sentó al lado de ella y se la quedó mirando por lo que Bella sintió como una eternidad mientras le pasaba la taza.
Ninguno parecia saber muy bien que decir al respecto, pero el silencio era tan incómodo que Bella decidió romperlo.-yo... realmente siento haberme ido así el otro día, se que estuvo mal.
Damon levantó las cejas en una mueca de sorpresa. ¿Acaso ella se estaba disculpando con él?
Es que si hubiera sido al revés y ella hubiera menospreciado la creatividad de él, jamás se lo haría tan fácil, cosa que lo hizo sentir un poco más culpable.-Bella, si hay alguien que debería sentirlo soy yo, tu hiciste lo que cualquier persona sensata habría hecho en tu lugar.
Ahora era el turno de Bella de sorprenderse, jamás hubiera pensado que él realmente diría que lo sentía.
- Lamento enormemente mi comportamiento ese día, y hubiera entendido perfectamente que decidieras que era un tipo detestable.
Bella no pudo evitar soltar un risa, que inevitablemente hizo ablandar la expresión del rubio en una leve sonrisa.
- Lo digo en serio- reafirmó colocando una mano sobre la de ella, y ahí estaba otra vez: la misma corriente eléctrica que los llevó a mirarse confundidos cómo la primera vez, aunque ninguno mencionó nada al respecto.
- Acepto tus disculpas- dijo ella- y descuida, ya no creeré que eres un tipo detestable.
Damon rió enérgicamente y Bella no pudo evitar mirarlo un poco más de lo prudente, él realmente era muy apuesto.
-Entonces... ¿Amigos?- preguntó el músico.
-Amigos- Afirmó Bella.
-¿No vas a tomar el café? El hecho de que sea un mal tipo no quiere decir que debas despreciar mi café- bromeó el rubio.
Bella rió y negó con la cabeza.
-Odio el café, honestamente. Y con respecto a que eres un mal tipo, realmente no creo que sea así. Todos tenemos malos día. No voy a mantener esto en tu contra.
Damon le sonrió, evidentemente la había juzgado mal, ella parecía ser una chica muy sencilla y dulce.
-Aparte- siguió Bella- creo que en cierto punto es hasta lindo que quisieras cuidar cada detalle de tu album y no poner cualquier porquería en él sólo porque te lo dicen. Es algo que espero que algún día pueda pasarme.
El rubio la miró detenidamente. Recordó que aquella vez que todo terminó mal, ella mencionó que en su pequeño programa no tomaban en cuenta sus ideas y la menospreciaban, cosa que él sin duda no quería volver a hacer.
-Entiendo lo que es ser un artista jóven y que todos te digan qué hacer de acuerdo a lo que más vende. Y estos productores y tu disquera son sólo el comienzo, tendrás que afrontar muchos más problemas.- le dijo el rubio mientras la miraba. -Pero yo no voy a ser uno de ellos. Yo voy a ayudarte.
Bella sólo se limitó a mirarlo intentando contener las lágrimas. Ella de por sí era la persona más sensible del universo, tanto así que cuando Miles no logró llegar a pasar la navidad pasada con su familia debido al mal clima que le impidió tomar su vuelo, ella lloró todo ese día y el día siguiente, a pesar de que Miles le decía que no era el fin del mundo, y que viajaría en una semana.
Y ahora, alguien finalmente se dignaba a apostar por ella.-Es por eso que sería un honor para mi que quieras trabajar conmigo- empezó Damon- con nosotros en este album. Y tendrás todo mi apoyo y el de la banda, lo prometo. Sería un excelente comienzo para poder empezar a tomar tus propias decisiones creativas.
- La verdad no sabría cómo agradecertelo...- dijo Bella realmente agradecida- te prometo que voy a trabajar muy duro.
Damon le sonrió cálidamente mientras se levantaba de su silla y se disponía y pasarle carpetas con partituras a Bella.
-¿te referías empezar ahora?- preguntó Bella un tanto apenada- en realidad estoy con un amigo que esta esperándo abajo y le prometí que si venía aquí aquí por mi cuenta, vería el juego del Chelsea contra el Liverpool con él.
Damon la miró intentando fingir una mueca de molestia pero la realidad es que estaba tentado, ella realmente estaba tan aterrada de enfrentarlo que hasta había traído un amigo. Amigo que seguramente no perdería oportunidad de seguirla a todas partes, pensó.
-Sólo te dejaré irte cuando contestes mi pregunta: ¿Quieres que gane el Chelsea o el Liverpool?
Bella lo miró divertida y no pudo evitar reír.
-Como ya no te tengo miedo, contestaré libremente: el Chelsea, claro.
Damon la miró divertido y volvió a sonreir dejando a su vista su diente dorado.
- Respuesta correcta, que afortunada eres- contestó el cantante.
-Mañana salgo del set y vengo de inmediato, lo prometo.
-Estaré esperándote.
Bella no pudo evitar reprimir un sonrojo y salió disparada de ahí mientras agitaba su mano a forma de saludo. ¿Qué demonios le sucedía? Media hora atrás quería erradicar al hombre del planeta y ahora se sonrojaba como una colegiala ante sus palabras.
Independientemente de su comportamiento errático, estaba feliz. No sólo había podido recuperar sus cosas si no que también había conseguido tener una oportunidad con grandes músicos que iban a escuchar lo que tenía para decir.
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-Sólo a tí te suceden estas cosas, maldita suertuda- dijo Miles mientras se sentaba en el sofá del departamento que compartían para mirar el partido.
- ¿Que te puedo decir? Es algo natural- bromeó Bella sentándose a su lado- No voy a negarte que estoy asustada, si bien no es como antes, el me sigue intimidando de alguna manera... me pongo nerviosa en algunos momentos, es extraño.
-¿Cómo que nerviosa?- preguntó su amigo con la vista pegada a la pantalla.
-No lo sé... En fin, son solo tonterías y ya.- dijo y volvió su vista al juego.
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-Ok, ¿Vas a decirme que es lo que te tiene tan de buen humor? Realmente me está espantando el hecho de que no estes cabreado por algo- comentó Jamie mirando a su amigo quien se veía particularmente.
-ya te dije, estoy entusiasmado por trabajar con Allarie.- dijo Damon sin siquiera despegar su vista de las anotaciones que estaba haciendo en un papel.
Jamie lo miró totalmente perplejo mientras el resto de los músicos hablaban animadamente entre sí. El simplemente no podía entender cómo es que su amigo, quien cuando había escuchado el nombre de Bella Allarie casi escupe fuego por la boca, ahora se encontraba encantado con la idea.
Iba a cuestionarlo nuevamente sobre el asunto pero lo vio tan calmado y feliz, que decidió no despertar su malhumorado carácter característico y simplemente disfrutar aquel rato entre colegas.
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The selfish giant (Damon Albarn)
Teen Fiction¿Cómo es posible estar a destiempo con alguien que sencillamente fue hecho para ti?