13. Una ultima sorpresa

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Había sido fácil y rápido llegar a la residencia Styles, y más contando que por mi emoción había rebasado los kilómetros por hora permitidos. No fue ni siquiera necesario el tener que tocar el timbre, pues al pisar la acera frente a la puerta principal, esta se ha abierto dejando ver a un Harry, lo supe por su falta de tatuajes en sus brazos descubiertos ya que ya no lleva encima el uniforme, inexplicablemente entusiasmado por mi presencia, lo que provoca mi risa y después de invitarme a pasar me percato de que ninguno de los chicos trae uniforme. Reconozco a los amigos de Eddie y Harry, otros cuantos más que no logro recordar quienes son.

Busco con la mirada a Rose, pues por ver su auto estacionado fuera de la casa puedo suponer que ella se encuentra aquí, pero mi campo visual no me da rastro de ella.

Me detengo repentinamente y giro mi cabeza noventa grados hacia mi derecha, sí, como una completa psicópata.

Harry jala de mi, guiándome hasta la dichosa escena.

–La tienes que conocer, te encantará.–Anima mientras nos acercamos a una chica totalmente desconocida para mi, que esta a lado de Edward charlando como si fuesen los mejores amigos del mundo.

Y miren que soy lo suficientemente madura como para que dicha escena no me cause celos.

Bien, un poco de celos tal vez.

Solo tal vez.

–Es amiga de la familia, me sorprende que no la hayas conocido aún.–Me explica Harry cuando ya nos encontramos a corta distancia de ellos. Observo a la chica y ella a mi, su sonrisa crece pero no de manera amable, sino socarrona y autosuficiente que me hace entrar en una discusión mental entre si reírme de su ridícula mueca o si aumentar mis humos como ella lo hace en este momento.

Opto por la segunda, así que acomodo un poco mi chaqueta de cuero y yergo discretamente mi poca común encorvada postura y sonrío hacia Harold y el corresponde.

–¿Hola?–Cuestiono hacia Edward que me da la espalda y voltea sonriente.

–¡Te has tardado años, mujer!–Reclama divertido y me abraza pasando sus brazos por encima de mis hombros y no por mi cintura, como de costumbre.

¿A éste que le pasa?

–El rubio me ha dicho que fuera a cambiarme antes de venir...–Murmuro consternada y la chica alza una ceja de manera burlona.

–Ah cierto, ya lo noto.–Ríe y se separa un poco de mi, volteándonos a ambos delante de la amiga aquí presente.

–Ella es Miranda.–Presenta Harry a la chica mientras me toma de la cintura, lugar donde el brazo de Edward debería ir. Dejándome en una situación un tanto graciosa, en medio de los gemelos. Pues Edward tiene su brazo por mis hombros por mi lado derecho.–Miranda, ella es ____.

–Que tal.–Saluda casual y me muerdo el labio internamente por lo bien que le quedan ciertas perforaciones en su blanca piel.

–Hilton.–Respondo suavizando mi autodefensa, y dándome la oportunidad de crear una nueva amiga.–Un gusto.

–Sí, igualmente.–Asiente sonriendo lo que me hace creer que ella también baja un poco la guardia.–Harry, ella es tu novia ¿Cierto?

¡¿Qué cojones?! Mi barbilla cae mentalmente al suelo, pero en realidad solo suelto una pequeña exhalación mientras abro mis ojos de sobre manera a la vez que arqueo mi ceja izquierda y miro al piso.

–Eh... no.–Contesta incómodo alejando su mano de mi cintura y tomando sus distancias.–No precisamente, no salgo con alguien formalmente desde hace tiempo.

Dos pares, de polos opuestos. Harry y Edward Styles. _______ y Rose Hilton.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora