19. Fraternidad.

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–¡¿NIALL ES CASI CONCUÑO DE MI PADRE Y YO NI ENTERADA?!–Cuestiono evidentemente gritando dramáticamente hacia mi celular.

– _____...–Murmura Edward.

–Usaré esto en su contra algún día.–Aseguro enfadada.

–¿Y qué si no te contamos, digo, que hay de especial en eso?–Cuestiona él divertido.

–¡Soy yo el ofendido por que te olvidaste de mi y al entrar al colegio no me reconociste!–Se escucha Niall a lo lejos con diversión en su tono de voz.

Río ante ello.

–Pudieron habérmelo dicho.

–Meh, no se dio la oportunidad.–Eddie le restó importancia.

La verdad es que jamás hablo de mi familia más allá de mi hermana y mi padre, ni siquiera de Liam hasta hace unos días que fue cuando llegó.

Y antes Niall tampoco se llegó a relacionar con Edward en su ámbito deportivo.

–Este...–Murmura incómodo.–Dice Harry que.. Um... Pues, ya sabes.

–¿Que cosa?–Insisto.

–Harry pregunta por Rose, y pregunta que como se encuentra.–Arrastra las palabras como si le cansara decirlas.

–Dile que la dejamos en un autoservicio al que llegamos en el camino.–Digo con seriedad y se escucha la exclamación de Harry.–Rose, Hache manda saludos.

Ella quien juega con el cabello de Derek (o Dylan, no lo tengo claro) me mira y sus mejillas se tornan rosadas.

–Dile que hola.–Murmura encogiéndose en el asiento, alzo una ceja y ella termina.–Y que lo extraño.

–¿La escuchaste?–Cuestiono al teléfono nuevamente.

–Afirmativo. Y también Harry así que espera unos minutos, ¿Oíste eso? Acaba de azotar contra el suelo de la emoción, enseguida vuelvo.

Río por lo dramático que Harry puede llegar a ser.

–Como nuevo, ah, y que también la extraña.–Murmura con repugnancia.–Y Marcel dice que.. ¡Joder! ¡Si tanto les gustan pídanles sus números!

Río aún más.

–Tranquilo, Edward.–Murmuro aún con diversión. Seguramente solo están aprovechando que nosotros estamos al teléfono, pues ellos por razones muy obvias ya han de tener los números de cada una de nosotras tres.

–¿Le provoco alguna gracia, señorita?–Cuestiona centrándose otra vez en nosotros.

–Puede ser, aunque eso no supongo sea bien visto por usted ¿No es así?

–Negativo, señorita.–Se detiene a suspirar.–Lo único que este hombre quiere para usted, es que sea feliz, y lo único que supera eso, es el poder hacerla feliz uno mismo.

Me quedo quieta, absorbiendo la ternura con la que Edward dijo eso. Haciendo una nota mental para nunca olvidar esas palabras.

–Igualmente, cariño.

–¡JODER COMO TE EXTRAÑO!–Gruñe y yo me alejo instintivamente del teléfono para cuidar mis oídos de un posible daño.

–Y yo a ti, ¿Sabes? no tengo idea de cuando regresaremos.

–Fin de semana, creo.–Murmura Emma metida en su celular, posiblemente texteando con Marcel.

–Pero si recién es miércoles.–Susurro con los ojos muy abiertos.

Dos pares, de polos opuestos. Harry y Edward Styles. _______ y Rose Hilton.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora