1. Polos opuestos.

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Mi nombre es ____ Eilen Hilton, tengo 17 años de edad y el resumen de mi vida es fácil; mi papá es Darren Hilton, del equipo de abogados en relaciones internacionales del gobierno de Londres, prácticamente no tengo madre y siendo sincera ese detalle no tiene relevancia, en lo absoluto. Tengo una enorme casa y la segunda planta de esta, se divide en dos habitaciones: una al cien por ciento rosa con detalles, con cestos de basura repletos de tinte para cabello, tacones y mini faldas por doquier. Y el otro blanco con detalles en café, discos de acetato como decoración, guitarras eléctricas y shorts desgastados es lo que caracteriza, si, mi habitación.

Donde por este momento me encuentro haciendo una investigación para la clase de historia avanzada, que me encargó la institutriz. Unos golpes en mi puerta interrumpen mis pensamientos, escucho los mismos golpeteos en la puerta de a lado, o mas bien de frente ya que nuestros cuartos los repara un simple pasillo. Dejo el bolígrafo en el escritorio igual me quito los auriculares y dispuesta a abrir me dirijo hacia la puerta.

–¡Andando _____ no tengo todo el día!–Chilla mi hermana, mi gemela, mi copia exacta; pero sin cerebro. E de suponer que ustedes esperan... algo como "Ya es costumbre así que simplemente la ignoré." "Suspiré rendida y fui directo a abrir la puerta"  Pero no, ustedes estén aquí esperando la realidad, y la realidad es que metí una fuerte patada a mi puerta, haciendo que quedara un gran hueco en esta y provocar un grito de susto de mi teñida hermana. Saqué mi mano por el hueco y alcé mi dedo medio.–¡¡¿¿QUÉ COÑO TE PASA??!!–Reí levemente, esto a la larga le terminas agarrando el gusto.

–Rose cariño, no escandalices por favor–Pidió mi padre.–Y tú.

Aunque no lo veía pues aún sigo dentro de mi habitación se que se esta dirigiendo a mí.

–Solo me lo haces más fácil–Estira su mano por dentro de el hueco, mierda. Gira la perilla y la empuja–Ahora, sal.–Ordena y yo niego. Bufa serio y si, me carga en uno de sus ejercitados hombros, maldito hijo de mi chingada abuela. 

-Yo tampoco iré-Reclama mi hermana cruzándose de brazos. 

-Bájame, yo puedo-Susurré a mi padre y me baja lentamente.

–¿Que.. que haces?–Pregunta Rose nerviosa.

–Ayudándole un poco a papá–Digo rondando los ojos y tal y como mi padre me cargó a mi yo la cargo a ella, y claro que fue fácil, digamos que su complexión es tremendamente delgada, y vaya que me voy a dar algo de mérito, puesto que he asistido a un gimnasio desde hace ya muchos años.

–Tengo que quitar los seguros de esta casa, y darle de comer aún más a Rose–Susurra mi padre mientras bajábamos por la gran escalinata de camino al comedor–Quitar seguros, comida para Rose, seguros, Rose–Repite para si mismo creándose una nota mental, ya que era la única manera de lograr algo bien con nosotras, por ejemplo la "cena familiar" vino gracias a ese tipo de notas mentales. A mi me parece tierno de su parte, procurar que estemos bien aún teniendo un trabajo pesado y una vida a un ritmo muy poco convencional. Pero la ternura se va cuando bajo a mi hermana justo a lado de su silla, y mi padre me mira fijamente, enojado obviamente.

–¿Era necesario lo de la puerta?–Pregunta el.

–¿Crees que Rosie se callaría?–Pregunto irónica y el niega con la cabeza.–Entonces sí.

El rueda los ojos con fastidio, si yo estuviese en su lugar también estaría hasta los cojones de tantos daños que le hago a la casa y sus muebles. Sonrío por ello, sería gracioso ser papá y tener que lidiar con mi hermana y conmigo, volteo a verla y esta cabizbaja, comiendo la pasta que mi papá mandó a cocinar para la cena.

–Lo siento.–Hago una mueca, siempre le e tratado de hueca, aunque no se acerca a eso–Yo... ya sabes..

–Impulsos.–Finaliza mi hermana con una sonrisa rota–Comprendo.

Aprieto los labios, ya le había pedido una disculpa y no planeaba sentir lástima por ella, nunca. Dejo el tema de lado y me concentro en la cena, aunque solo revoloteaba la pasta, hasta que por fin mi padre rompe el incómodo silencio que se había formado. 

–¿Qué tal el día?–Por poco y se me sale una exclamación de burla, pero me contengo.

–De la mierda.–Mascullamos Rose y yo al mismo tiempo, nos volteamos a ver y ella sonríe divertida, yo sonrío apenas, maldita bipolar que se vaya hasta donde más pueda.

–Que.. bueno, supongo.–Dice mi padre divertido.

–Terminé.–Digo levantando mis manos declarándome inocente y me pongo de pié rápidamente de la silla, me aproximo a la puerta del comedor–Buenas no..

–No linda, espera.–Dice mi papá ¿Ahora de que vamos? me acerco de nuevo.–Tengo que informarles dos cosas.

Oh no, no... ¡NO NO NO!.

–Primero.–Continua ya que ninguna de las dos dice algo–No quiero que su adolescencia y vida estén llenos de días "de la mierda"–Saco todo el aire comprimido que tenía en mis pulmones por los nervios y asentí levemente.–Quiero que convivan entre ustedes, visiten la oficina, tengan más pasiones y no solo estén en casa perdiendo el tiempo en tonterías.

¡Uff!

–Lo que me lleva al segundo punto, este mismo lunes empiezan sus estudios en el instituto Brighton.

¡MIERDA! 

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¡Buenas noches mis amores! Habremos de hacerle cambios a esta novela ya que por el momento tengo tiempo de sobra y esta pobre lectura que por demás es anticuada, esta terriblemente escrita, mi yo del 2015 les pide una disculpa, y mi yo del 2018 agradece que hayan aceptado la trama aún así, créanlo, no se vienen cambio fuertes a la historia, únicamente quiero volverla más coherente y con mejor ortografía, eso es todo por el momento, ¡los amo!

Dos pares, de polos opuestos. Harry y Edward Styles. _______ y Rose Hilton.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora