Dos pares, de polos opuestos. Harry y Edward Styles. _______ y Rose Hilton.

31. Ofertas

Narra Eileen

Es impresionante que en lugar de sentir miedo y preocupación, una inexplicable euforia invade mi cuerpo.

Me agrada ese sentimiento de saber que estoy en problemas, cosa que nunca antes había aprobado.

–¿Pueden explicarme qué fue todo eso?–Cuestiona fríamente, una cosa es obvia; nos odia por haberlo orillado a expulsar a su hija.

Si supiera que le acabo de dar la paliza de su vida a quien le dio la paliza de la suya a Tamara...

–Boxeo...–Resumo lo obvio.

–¿Con permiso de quién..?-–Inquiere furioso. Ya les dije que lo orillamos a correr a su hija de la escuela, ¿verdad?

–Oh ¡disculpe director!–Exclama un señor llegando a nuestro lado agitadamente.–No le hemos informado porque ha sido de ultimo minuto, pero, yo fui quien les he pedido luchar frente a los estudiantes para promocionar al equipo.

He de suponer que es el entrenador de boxeo.

El director nos mira uno a uno con recelo.

–¿Ella es parte del equipo, entonces?–Cuestiona el Director refiriéndose a mi.

–Por supuesto.–Afirma el profesor y yo abro mis ojos a tope. Ni de chiste entraría a un equipo escolar.

–Bien.–Asiente el director, pide permiso, me felicita por la victoria y se retira.

Uff.

–Gracias...–Murmuro y veo más detalladamente al entrenador.–¿Lo conozco de algún lado? Me parece conocido...

–William Ferrel, mucho gusto.–Sonríe y yo trato de recordar.

–¿Danniel Ferrel es pariente suyo o algo similar?–Pregunto intrigada, siento como la mano de Edward hace presión contra la mía.

Celoso.

–Mi sobrino.–Asiente y ya veo, tienen algo, bastante, de parecido.

–¿Por qué nos ha ayudado con el Director?–Pregunta Edward tratando de cambiar el tema.

–Ese es un punto importante a tratar, hasta donde sé, y por lo que vi... reclutar algunos elementos como ustedes dos no esta demás.–Sonríe para ambos.

–¿Quiere que entremos a su equipo?–Cuestiono con precaución.

Sería deberle el favor, por el problema del que nos a librado.

–Eso es exactamente lo que deseo.–Eddie lo mira arqueando una ceja ante la respuesta que nos acaba de dar.–Edward, te he observado durante la pelea, sabes sobre posiciones, golpe y defensa, sabías lo que le gritabas a _____ mientras ella estaba en el cuadrilátero y ella entendió perfectamente el lenguaje en el que le hablaste, sin perder concentración en sus actos ¿cómo no saber que eres boxeador tu también?

–¿Y qué lo hizo pensar que aceptaremos? entre la escuela y el entrenamiento... nos quedan mínimas horas libres.–Indirectamente rechazo su oferta, en el fondo estoy esperando que eso le baste para entender la difícil situación en la que nos esta metiendo-

–Usted tenía planeado reclutarnos desde antes ¿no es así?–Edward frunce el ceño y el profesor se encoge de hombros.

–A pesar de su corta edad, ambos son de los mejores boxeadores de Londres. Los he visto arriba del cuadrilátero incluso enfrentándose entre ustedes.

Hijo de las remil putas, él sabía desde el principio quienes somos.

–Venga Ferrel, que no dejaré que me robes a mis estrellas.–Aparece Edson en escena.