Dos pares, de polos opuestos. Harry y Edward Styles. _______ y Rose Hilton.

16. Amigos

Después de la fiesta en honor a Marcel, Emma había decidido que ir a vivir con nosotros no sería lo más cómodo, pero que sin embargo, no lo iba a descartar puesto que pasará el tiempo y la confianza irá incrementando.

Mi padre insistió en que diera una vuelta por la casa esa misma noche, pero que respetaría su decisión de cualquier manera.

Así que aquí estamos, en el pórtico de la casa, mi padre se ha quedado con el señor Styles hablando sobre algún negocio entre ellos.

Entonces, estamos los dos "lados" mis hermanas, y yo.

–Bienvenidos.–Murmuro al entrar a mi casa. No me había dado cuenta que nunca habíamos invitando a un número tan grande de amigos al mismo tiempo. 

No había invitado a nadie que no fuese Edward, los demás habían sido amigos o compañeros del trabajo de papá.

–Linda.–Admite Emma y me sonrío con timidez.

Bien, me halagó su simple comentario, lo acepto.

–¿Que planes tenemos para esta noche?–Pregunta Rose con emoción.

–Son las..–Zayn observa su reloj.–Siete con treinta y seis minutos, contando que mañana tenemos clases, de aquí a las diez, ¿Que tanto podríamos hacer?

–Tengo que llevar a Emma a un tour por la casa, no sé que tanto les llame eso la atención.–Propongo y puedo notar que nadie esta a favor.–Rose, estas a cargo. Ya volvemos.

La verdad es que no hay mucho que enseñar, grandes pasillos, pocas pero grandes recámaras, baños. Quizá lo interesante de esta casa sea el jardín y la cocina.

Sobre todo la cocina.

Ahora nos dirigimos hacia el comedor.

–Aquí es donde se presencian las cenas más incómodas en la historia.

–¿Tan así?–Cuestiona Emma pasando los dedos sobre la madera de la que esta hecha la mesa.

–Un poco, sí. Antes no era así, recuerdo que Rosaline llegaba muy emocionada a hablar con papá, y juntas contábamos grandes anécdotas y reíamos a carcajadas con papá.–Admito.-Eso ha cambiado, obviamente... hemos crecido, no nos emocionan las mismas cosas, o muchas veces no son cosas que mi padre debería saber.–Río cortamente por ello.– Pero de eso, a que mi padre se enfrasque en su trabajo tanto como para no acordarse de sus hijos, supongo que estas cenas no están tan mal.

–Ya veo.–Murmura.–¿Lo dices por mi madre?

–Espera, ¿Qué?–Cuestiono ofendida.–Yo ni siquiera sé como es ella... Oh.–Susurro.–¿Ella es así?

Emma asiente cabizbaja.

–Conozco a Marcel de un internado, _____.–Murmura.

–Por un lado, bueno... Liam también estuvo algunos años en un internado, pero creí que mamá...

–¿Que le importamos?–Murmura de nuevo.–Bueno, tal vez, pero no es lo que parece.

–Nosotras...–Intento cambiar el tema para que no siga con malos recuerdos.–A nosotras, papá nos tenía una institutriz.

–Entonces esto es como un fortaleza para ustedes ¿No es así?–Me mira desde el extremo opuesto a donde yo me encuentro.

Ella se mueve con agilidad y elegancia por toda la habitación.

Esa puede ser una característica.

Rose se mantiene sentada, yo de pie, y Emma en movimiento.