Narra Eileen
Imposible, totalmente imposible.
Voy al único lugar en el que por los últimos años me refugiaba y escondía de mi familia y ahora todos ellos se encuentran aquí.
Veo a Edward en la puerta lateral con su mandíbula tensa y su mirada fija también en ellos.
No le hace nada de gracia que nuestros trillizos estén invadiendo el gimnasio.
–¡Hermanita!–Grita Rose llamando mi atención y yo bajo la mirada.
No lo pienso dos veces y me encamino hacia ellos
–Decidimos compartir actividades y así convivir más.–Anunció Marcel con entusiasmo.
No emití ninguna palabra, siento como mi ceño se contrae hasta fruncirse. Alzo la mirada.
–¿Y que mejor que venir a jodernos el entrenamiento, no?–Suelto con naturalidad viendo a cada uno de los involucrados haciendo que Emma tome iniciativa.
–Eile..
–¿Yo? Nada. Lárguense en este preciso instante; no es una pregunta. Y tampoco planeo repetirlo dos veces.
Las sonrisas se borran y me miran uno a uno esperando a que cambie de opinión.
–Yo solo los traje, con permiso.–Da media vuelta pero al chocar con el pecho de Edward que se encuentra detrás de él, gira de nuevo hacia mí.–O no.
–No eres dueña de este lugar. Somos libres de estar aquí.–Emma habla con cierto tono de aire cabrón en su voz.
–¿Cómo aseguras que no?–Cuestiono llevando mi peso a mi pierna derecha y poniendo mis manos en la cintura.
Si de aires cabrones se trata...
Ella mira ceñuda hacia Rosaline y ella baja la cabeza.
–Harold y Marcel... Vengan para acá.–Ordena Edward y se alejan un poco haciéndome quedar con mis hermanas.
–¿Acaso no nos quieres cerca de ti?–Cuestiona Emma burlonamente.–Sé que este local no es tuyo.
La miro entre mis pestañas apretando mis labios para no tener que golpearla.
Me resulta tan fácil no agredir a Rose cuando dice alguna idiotez. ¿Porqué con Emma no pasa lo mismo?
–No se agrede al enemigo en su territorio.–Menciono y ella razona lo que le digo.
No es tan inteligente como pensaba. O tal vez ella si sopesa lo que se le dice para no andar dando de bruces por impulsiva.
–No vengo a agredirte, y... Creía que éramos del mismo equipo.–Alza una ceja.–Haz que valga la pena el juicio que ganaron tú y papá para que yo esté con ustedes hoy.
El tono socarrón en el que Emma dijo eso último me sonó exactamente a cuando mi papá quiere obligar a mí y a Rosaline a pasar tiempo de calidad juntas.
Carajo, papá, en que nos hemos metido.
–Ella piensa que eres una idiota e infantil.–Rose le explica a Emma y me apunta con su larga uña de acrílico con la que delinea mi rostro sin tocarlo.–Esta línea de aquí a aquí representa lo estresada que la pone tu presencia.–Apunta de la punta exterior de mi ojo, hasta mi sien.
La miro perpleja por decir algo que ni siquiera yo tengo en cuenta.
–Cuando sus ojos se tornan más oscuros y a su vez se mantiene quieta, es porque esta reuniendo fuerzas para no golpearte.–Mis ojos se abren de sorpresa.–Nada comparado a esto. Pues se mantiene quieta pero con la expresión relajada, esto es porque trata de encontrar una explicación, y su boca, sobre todo en este momento que se encuentra entre abierta es porque la he sorprendido.
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Dos pares, de polos opuestos. Harry y Edward Styles. _______ y Rose Hilton.
Fiksi RemajaPuedes hacer muchas combinaciones de ropa, para lograr outfits diferentes cada día. Pero para cuando trates de abrir un cerrojo será solo un tipo de llave el que la abra. Una sola combinación para abrir el candado. Un candado lleno de misterio, amo...