Dos pares, de polos opuestos. Harry y Edward Styles. _______ y Rose Hilton.

35. Imposibles.

Me la he pasado pensando en el motivo del insomnio de Edward.

¿Qué cosa puede atormentar a alguien como él?

-Despierta, bella durmiente.-Mi padre entra a la habitación sin tocar.

Me pongo automáticamente nerviosa y giro mi cabeza como psicópata hacia mi costado izquierdo donde estaba Eddie anoche.

Si, estaba. Del verbo ya no.

La cama esta vacía a excepción de mi.

-Enseguida bajo.-Murmuro con mi usual voz ronca mañanera.

Me adentro a la ducha después de que mi padre se retirara.

El estar bajo la lluvia artificial me hace despejar un poco mi mente.

Primero Rosaline, luego Edward.

¿Qué mierda les pasa?

Me pongo el asqueroso uniforme y ajusto mis medias a la medida reglamentaria.

Sonrío al recordar mi primer día de clases. Era un desastre tal y como lo soy hoy en día.

-Buenos días.-Saluda Liam cuando entro al gran comedor. Solo estamos mis hermanos y yo, papá entra a trabajar más tarde.

Asiento en respuesta a Liam y el sonríe satisfecho; no lo he ignorado.

Me siento junto a Rosie y ella me mira conteniendo una carcajada.

-¿Qué pasa?-Cuestiono fastidiada.-¿qué, que tengo?

Ella levanta los hombros haciéndose la inocente.

Frunzo el ceño mientras trato de leer su labios.

"Edward"

Me pongo roja al instante y giro a ver mi plato fijamente.

-Trae coctel de fruta para mi.-Mascullo a la muchacha de servicio que suele estar escondida en un rincón del comedor.

La muchacha sale por una puerta de servicio conectada a la cocina.

-¿Jugo?-Cuestiona Emma.

-No eres mi sirvienta, puedo hacerlo sola.-Me levanto para alcanzar la jarra y ella la toma primero.

-Se le llama ser servicial.-Sonríe y yo caigo nuevamente en mi asiento perpleja de la amabilidad de Emma.

-Gracias.-Murmuro incómoda.

-¿Porqué solo fruta?-Rosaline frunce el ceño.-¡Eso es injusto! ¿Porqué yo no puedo pedir algo como eso?

Liam se encoge de hombros riendo silenciosamente.

-Ella come pizza por las tardes.-Afirma Liam.

-Paren, estoy presente, joder.-Gruño inconforme.

Nos quedamos en silencio y después de haber acabado de desayunar subimos a lavar nuestros dientes, y por nuestros bolsos.

Ir al con falda en motocicleta es la cosa más incómoda del mundo, así que opto por pedirle aventón a Rosie, dice mi padre que en la prueba de manejo no le fue tan mal, supongo saldré viva de esta.

Bajo las escaleras mientras acomodo mis libros en la mochila con estampado militar que mi padre me ha obsequiado.

-Rose..-La llamo y ella voltea a verme, mientras gira el pomo de la puerta.

-¿Mande?-Pregunta sonriente.

¿Cómo puede estar tan feliz de ir a clases?

-¿Puedo ir contigo?-Cuestiona Liam detrás de mi.