capítulo 4

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FORTALEZA DE AXEl BOWIE ESCOCIA

Cuando llegué me bajé del caballo de un salto y me sentí decepcionado Greta y Clemens salieron a toda prisa a mi encuentro.

― tuviste suerte, lograste hablar con Krishna ― Me preguntó Greta mirándome con sus ojos llenos de preocupación―. Ella se encuentra bien.

Libere un suspiro pesado de mi pecho.

―no lo sé Greta―respondí―.no las pude ver bruce me dijo que ellas se habían ido a visitar a un pariente.

La mire cuando ella frunció el ceño incrédula.

― Pero eso no puede ser ―negó su cabeza ―. Por qué sus únicos parientes soy yo y mi padre y él en este momento no está salió con sus hombres y no piensa en volver en varios días.

Me pasé las manos con frustración por el rostro camine de un lado a otro desesperado voltee para mirarlos y me di cuenta que los ojos de Greta estaban húmedos.

― sabía que me estaba mintiendo―mire a Clemens ―. Presiento que él las tiene encerradas en la fortaleza.

― nunca debimos irnos sin ellas―nos dijo Clemens mirándonos―. Iremos allá y si es necesario entraremos a la fortaleza a la fuerza.

Fuimos en marcha con todos nuestros hombres, sabíamos que bruce no lo pondría fácil y esta vez no pensaba irme sin saber que Krisna y su madre estuvieran bien. Miré de reojo cuando Connor se acercó a mí, él era uno de mis mejores hombres de confianza pero también de mis mejores amigos.

―por qué no me dijiste que ibas a ver a Krisna―me pregunto con un tono de enfado―. Te hubiera acompañado.

Lo mire

― por qué nunca pensé que esto iba a pasar crees que si yo supiera que bruce estuviera dañando a Krisna me hubiera ido tan tranquilo.

El asintió la cabeza apretando los labios.

―si pero debiste avisarme los hombres de bruce pudieron matarte y nadie se hubiera dado cuenta―dijo―.tuviste suerte que bruce es un idiota y no aprovecho la oportunidad.

Cuando llegamos pedimos hablar con Bruce pero sus hombres se negaron a llamarlo.

―sir Axel usted ya habló con el lord bruce ― dijo mirándome ―. Tengo prohibido dejar entrar a alguien a la fortaleza.

Clemens lo miro furioso

―no me importa si tienes prohibido ―gruño mirándolo con cara asesina―. Ahora mismo llamarás a bruce o entraré a la fuerza con todos mis hombres.

El hombre de larga barba negra nos sonrió como si estuviera burlándose de nosotros mirando a su acompañante sabía que no iba a permitir que entraramos al menos no a la buena. Sin mirar atrás levanté una mano dándole la señal a los arqueros que atacaran.

Los dos hombres cayeron de rodillas y esta vez fui yo quien le sonrió me di cuenta por el movimiento de sus labios que me habían maldecido pero fue algo que nadie escuchó por que los dos se cayeron de golpe sin vida levantando polvo cuando hicieron el contacto con la tierra.

Clemens voltee a mirar a nuestros hombres.

―no quiero que lastimen a las mujeres y a los niños y tampoco quiero que toquen a bruce eso se encargará Axel―dijo Clemens con un tono euforia―. Y a los demás mátenlos si es necesario.

Entramos sacando nuestras espadas sabíamos que nos estaban esperando y no lo habíamos equivocado le clavé mi espada en el cuello de un hombre cuando venía hacia mí.

aunque no me quierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora