capitulo 30

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Mis padres llegaron especialmente con intención de aclarar los malos entendidos que mi padre tenía con Daven, mi madre y yo estábamos nerviosas esperándolo en el salón.

―por qué se tardan tanto ―comenté a punto de comerme todas las uñas de mi mano―. Espero que todo salga bien.

―no llevan ni cinco minutos dentro Krisna―me miro alzando una ceja―. Estoy segura que todo va estar bien, tengo fe en eso.

También quería tener esa fe que tenía mi madre pero no podía evitar que me doliera el estómago de los nervios. No sabía realmente cuánto había pasado si una hora o media hora pero para mí fue una eternidad me levanté más aliviada cuando Daven y mi padre salieron riéndose por fin tenía la tranquilidad que todo iba estar bien.

Esa misma noche Daven preparó una fiesta para celebrar que ambos clanes estaban juntos. Me sentía llena de dicha al ver todos felices y bailando camine alejándome de las risas, la luna estaba redonda y brillante como ningún otro día ella también estaba feliz igual que yo.

Me estremecí cuando sentía que alguien me había rodeado con sus brazos pero me tranquilice cuando reconocí sus manos.

―estás bien―me pregunto.

Había estado mal del estómago durante varios días y no paraba de vomitar hasta que Clare me dijo la razón de mi mal estar.

―estoy más que bien ―contesté apoyando mi cabeza en su pecho.

Daven me tomó de la mano para que volteara a mirarlo y pude ver lo preocupado que estaban sus ojos.

―segura que te sientes bien―volvió a preguntarme―. Estas muy pálida quieres subir la habitación.

No pude evitar sonreír, me encanta que siempre fuera protector conmigo.

―Clare me dijo lo que me pasa y por qué los vómitos.

Él frunció el ceño.

― ¿Qué tienes es algo malo? ―Pude darme cuenta que su voz se quebraba―. Por favor no me mientas.

Negué

―no es malo Daven al contrario es algo muy hermoso―él me observó confuso―. Estoy embarazada.

Me di cuenta que sus ojos se habían cristalizado y de la nada comenzó a sonreír como un loco. Me tomó de la cintura para pegar sus labios contra los míos.

―hoy me has convertido en el hombre más feliz del mundo mi querida Krisna―me dijo besándome.

NUEVE MESES DESPUÉS

Por un momento sentí que me iba a morir del dolor Clare y una partera me ayudaba a dar a luz a mi bebé.

―señora empuje―me ordenó Clare.

Mi rostro estaba lleno de lágrimas por el dolor, tome un poco de aire y luego empuje con toda mi fuerza pero aun así mi bebé no tenía intenciones de salir tan fácil. De repente observaba a Daven que caminaba nervioso de un lado a otro de la habitación.

La partera volteo hacia Daven.

―por favor lord Daven ya no camine más―le dijo―. La está poniendo nerviosa.

Daven choco con mi mirada.

―lo siento―me pidió sentándose en una silla.

―señora Krisna―me dijo Clare―. Él bebé está a punto de nacer solo empuje con toda su fuerza.

Hice lo que ella me ordenó y empujé pero cuando lo hice sentí un alivio y el dolor se había ido. alce la cabeza cuando escuche por primera vez el llanto de mi bebé.

―es un niño―me anunció la partera.

Apoye mi cabeza en la almohada sin poder dejar de sonreír lo había esperado tanto tiempo para tenerlo entre mis brazos. Clare le entregó el niño a Daven y una lágrima cayó sobre el rostro de mi hijo Daven lo miraba como si en él hubiera encontrado el mayor tesoro.

Él se acercó a mí con nuestro niño en sus brazos y lo coloco en mi pecho, sus ojos estaban abiertos y eran idénticos a Daven. Su pequeña boca la pegó en mi mejilla como si quisiera besarme.

― se parece a ti―murmuré sin dejar de observar a mi bebé.

Daven se arrodilló apoyando sus manos en la cama para estar a nuestra altura y sin quitarle los ojos encima sonrió.

―no creo que se parezca a mí tiene más de ti―me beso en la frente.

Después mi madre y mi padre entraron a la habitación para conocer a su nieto.

Daven sonrió cuando mi madre y mi padre me dieron la razón, el niño se parecía mucho más a él que a mí.

Decidimos que nuestro hijo se llamara igual que el padre de Daven.

―es un hermoso nombre ―dijo mi madre.

―Brand es excelente nombre ―contesté acariciando la mejilla de mi hijo.

Había llegado la noche y Daven no se había movido de nuestro lado, apoyó mi cabeza en la almohada acomodándome para darle pecho a mi hijo.

― Cariño duerme― le dije a Daven mientras que mis ojos se cerraban involuntariamente me moría de cansancio―. Él no sé irá a ninguna parte― le aseguré.

Escuché que sonrío.

― No puedo creer que ya somos padres― murmuró para no despertar a Brand.

Entendía perfectamente lo que quería decir yo también estaba llena de dicha tener a Brand en mi brazo pero estaba muy cansada para quedarme horas mirando a mi hijo. Abrí los ojos cuando Daven pegó sus labios contra los míos.

Acepte su beso sin dudarlo aunque me dormía del cansancio jamás perdería la oportunidad de besar a mi marido.

aunque no me quierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora