capitulo 12

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Al día siguiente desperté me sorprendió que Daven estuviera mirando hacia la ventana como si estuviera pensativo.

― ¿qué haces? ―Pregunte.

Él se volteó a mirarme pude ver sus ojos cansados revelando que no había dormido toda la noche.

―no estoy haciendo nada―me contestó ―. Sabes pienso quien pudo abrirles la puerta para que ellos entraran sin problema.

Me miró

― ¿qué piensas que fui yo? ―refunfuñé ofendida.

Suspiro con brusquedad

―si no estuviera tan seguro que estabas durmiendo conmigo pensaría que tu hubiera sido―me miró―. Pero lo que más me preocupa ahora es que uno de mis soldados me ha traicionado.

Me levanté de la cama cuando él se acercó a la puerta para marcharse.

―Daven puedo salir del castillo―le pregunté.

De su pecho soltó un resoplido

―no hoy no quiero que salgas―dijo con un tono seco―. Mis hombres están ocupado para cuidarte.

Rodeé los ojos aunque sabía que no me estaba viendo.

―no es necesario que venga uno de tus soldados conmigo―dije con los brazos cruzados―.Puedo estar sola.

Él sonrió como si estuviera burlándose.

―no me digas―me respondió con sarcasmo―. Tengo claro que tu piensa que soy un tonto―ríe―.pero lamento decirte que no lo soy Krisna.

No pude ocultar mi enfado y al parecer él lo disfrutaba, le encantaba hacerme enojar como si eso fuera su pasatiempo favorito.

Respire profundo para no soltar mi ira.

―Por favor―le pedí―. Déjame ir no te das cuenta que quizá esos hombres vinieron por orden de bruce por desafiarlo llevándote a mi madre y no piensas que si yo no estuviera sería tu vida mucho más fácil.

El me miró luego asintió dándome la razón.

― Si realmente lo he pensado―una sonrisa apareció en sus labios con malicia―. Pero si no te has dado cuenta me gusta lo complicado sería mi vida muy aburrida si tú no estuviera a quien haría enfadar.

Fruncí el ceño

―no creo que se te haga muy difícil.

Me sonrió

―quizá tengas razón pero prefiero hacerte enojar a ti que a los demás ―me miró con seriedad―. ¿Sabes por qué Krisna?

Negué

― ¿por qué?

―Por qué los demás no son malos conmigo porque aunque no sepa quién fue quién abrió las puertas para que ellos entraran puedo confiar en mis hombres aún algo que no puedo hacerlo contigo porque mientras tú me pedías que durmiera en la cama contigo tu madre pudo abrirles las puertas.

Abrió demasiados los ojos

― ¡no! -Le dije bruscamente―. Jamás haría algo así y mucho menos mi madre.

― lo espero Krisna por tu bien ―suspiró―. Y de tu madre.

Fruncí el ceño molesta

―no me amenaces animal―le grite.

Me senté en la cama con frustración por no gritarle todas las groserías que rodeaba mi mente porque se había marchado de la habitación dejándome sola con la rabia que él había desconfiado de mi madre.

aunque no me quierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora