capitulo 6

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Me desperté sobresaltada cuando de golpe abrieron la puerta entre dormida pude ver la figura de Daven parado en la puerta que me observaba.

Me paralice por completo cuando él caminaba hacia la cama con sus pies arrastrando me sorprendió lo bien que caminaba para lo que había bebido.

― ¿Qué haces? ―Le pregunté con tartamudeo.

Él me miró quitándose su camiseta dejando ver su musculatura y algunos tatuajes y cicatrices en su cuerpo.

― Que estaría más haciendo acostarme con mi esposa―se sentó en la cama.

Cuando él me dio la espalda para dejar su espada encima de la mesa de noche saqué mi navaja de la bota escondiéndola debajo de la almohada no quería atacar sin razón pero si me equivocaba no dudaría en usar mi navaja.

Trate de tranquilizarme cuando él vino hacia mí el corazón se me detuvo por un segundo no alcance sacar la navaja cuando Daven estaba encima de mí para besarme aunque no lo logre pude esquivar antes mis labios dejando caer la boca de Daven en mi cuello.

Sentí pánico cuando Daven subió su mano por mi muslo trate de sacarlo de encima de mí con mis manos pero él era mucho más grande y fuerte que yo.

―suéltame―grité golpeándolo.

El me miró furioso tomándome de ambas manos con fuerza dejándola al lado de mi cabeza y sentí que mi pecho subía y bajaba con intensidad.

― eres mi esposa me tienes que responderme te guste o no―me tomo del rostro con brusquedad para besarme y esta vez no había logrado esquivarlo.

Cuando sentí que la pierna derecha podía moverlo con facilidad incline mi pierna dándole un rodillazo entre medio de su piernas. Daven se quitó encima de mi aullando del dolor revolcándose en la cama ahí supe que no tenía tiempo que perder saque inmediatamente la navaja y me subí encima del colocándole la filosa hoja de la navaja en su cuello.

― si vuelves a tocarme te juro te cortaré la garganta―lo mire furiosa―. Aunque después eso signifique que tus hombres me maten.

En sus ojos no pude encontrar miedo ni siquiera enfado. Me tomo de la mano donde sostenía la navaja tirándome con brusquedad al lado de la cama haciendo que no pueda evitar caer al suelo respire con dificultad cuando lo vi delante de mí mientras que estaba acostada boca abajo en el suelo con la navaja en mi mano sosteniéndola firmemente.

―no vuelvas hacerlo mujer―me dijo en un tono dócil―. No me gustaría hacerte daño por tu culpa.

Tomo su camiseta que había dejado encima de la silla luego se volvió para quitarme la navaja abrió la cama y se cortó un dedo manchando las sábanas con sangre dejando caer la navaja al suelo y sin mirarme salió de la habitación No podía dejar de sentir un nudo en mi estómago me levanté del suelo con mis piernas temblando nunca pensé que podría estar en esta situación.

Camine deprisa cerrando la puerta pensando que él podría regresar. Me cubrí la boca para llorar y gritar, no quería que nadie me escuchara. Cuando los segundos pasaron Camine hacia la cama tomé la navaja la mire cuando en la punta del filo tenía una gota de sangre.

Me acosté dejando la navaja debajo de la almohada cerré los ojos quería olvidar lo que había pasado esta noche.

Cuando abrí los ojos la habitación estaba iluminada con el sol que entraba por la ventana me senté con rapidez para asegurarme que nadie estuviera a mi lado me quedé más tranquila cuando me di cuenta que la cama estaba como la había dejado anoche no había rastro que él hubiera dormido aquí.

Me sorprendió cuando encima de la cama había una rosa que parecía estar recién cortada mire a cada lado de la habitación para ver si Daven estuviera por ahí pero no había nadie quizá esta rosa no me la había dejado él y mucho menos por lo que paso anoche y por su manera de ser que no creo que sea hombre de regalar flores.

aunque no me quierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora