capitulo 27

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Había pasado solo un día desde que me enteré que mi padre biológico estaba vivo. Me quedé observando a mi madre cuando guardaba sus vestidos en los baúles.

Ella dejó caer uno de sus vestidos sobre la cama cuando me miró frunciendo el ceño.

―pero tú no piensas en guardar tus cosas―me pregunto―. No espere que yo lo haga por ti Krisna—camino sentándose a mi lado―. Los hombres de Jansen no tardan en llegar por nosotras.

Suspire

―y si Axel no me deja irme madre―la mire―. Si quiere dejarme encerrada igual como lo hizo en su momento Daven.

Ella negó con la cabeza

―Eso no va a suceder―me sonrió pero luego cambió su rostro por la duda―. Bueno si eso llega a pasar Clemens y Greta no lo van a permitir.

Tenía toda la esperanza que mi madre tuviera razón y que no hubiera ningún problema cuando nos fuéramos.

Entre a mi habitación para guardar mis cosas pero me llevé una sorpresa cuando vi a Axel parado mirando por mi ventana cerré la puerta detrás de mi espalda él se volteo entre los talones.

― Supe que tu madre encontró a tu padre biológico―me dijo luego en sus labios apareció una sonrisa esforzada―. Al final el vidente tenía razón.

Siempre sabía que decir incluso en los momentos más incómodos pero ahora sentía que mi lengua se había quedado atorada en mi garganta. Pare a tan solo unos metros de él lo bastante cerca para oír su corazón agitado.

―no has sabido nada del―pregunté―.digo de la última vez en la boda de Greta.

Él negó la cabeza.

―no aunque me gustaría―me sonrió.

No pude evitar sonreír

―recuerdo que estabas ansioso por que te dijera tu futuro.

El me miro

―si lo recuerdo aunque ahora pienso que el vidente no pude decirme algo que ya se―se mordió el labio―. Que tú te irás.

Asentí con la cabeza

―si Axel me iré―levanté la vista para mirarlo a los ojos―. Al menos que tú me impidas hacerlo.

Me sonrió

―jamás lo haría si te hiciera pensar así lo siento―librero de su pecho un suspiro sin moverse de su sitio―. Si te traje aquí por la fuerza era porque quería convencerte que estarás bien conmigo que con él y por qué también pensaba que solo era un capricho.

Negué

―no es un capricho.

―lo sé ―tragó saliva―. No te voy a esforzar estar conmigo te amo pero ya no puedo hacer nada para convencerte prefiero guardar en mi memoria todo los momentos lindos que pasamos cuando éramos niños.

No pude dejar de sentirme mal se dio la vuelta hacia la ventana para que no viera como sus lágrimas caían por sus mejillas pero ya era demasiado tarde me había dado cuenta no pude contener mis lágrimas también.

―perdóname por no cumplir nuestra promesa―le pedí.

Aunque no pude ver su rostro sabía que estaba sonriendo.

―ahora mismo me gustaría volver a ser un niño―su espalda se estremeció cuando un sollozo ahogado salió de su garganta―. Con la memoria de ahora porque sabría qué pasaría en la boda de Clemens y de Greta así que me iría contigo antes de que suceda todo esto.

aunque no me quierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora