capitulo 22

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Al día siguiente no había huella de la lluvia de anoche, sólo había dejado el olor de tierra mojada. Camine sobre el césped húmedo y me detuve cuando me quedé observando un árbol viejo que apenas cubría algunas hojas.

No puede evitar sonreír al recordar.

Éramos unos niños Axel Greta y Clemens y yo corríamos hasta el árbol y nos subimos con nuestras espadas de madera. Pero ese recuerdo se veía tan lejano que me abrace para evitar el frío.

No podía dejar de tener la sensación de un dolor en el pecho y me sentía culpable por amar a Daven. Me estremecí cuando una capa azul cubrió mis hombros, observé las manos delgada y pálida de Greta apoyada en mis hombros ella me sonreía sabía que lo hacía porque se estaba burlando porque me había asustado.

―ha pasado mucho tiempo―me dice colocándose a mi lado mirando el árbol.

Asentí concordando con ella.

―si ha pasado mucho tiempo―fingí una sonrisa―. Parece que todo ha cambiado.

Ella negó

―no cariño―me miro―. Todo no ha cambiado la que ha cambiado eres tú―me sonrió pero sabía que lo decía para que no me sintiera mal―. Pero eso es bueno y es lo que tú has elegido.

Eleve la vista para mirarla a los ojos.

―si pero lo que he elegido terminó lastimando a alguien―le dije cruzando mis brazos.

―te refieres a Axel verdad―me observó como si quisiera leer mis ojos―. Quizá en este momento no lo está tomando bien y debes entenderlo pero sabes que él es un buen chico.

―lo sé.

No tenía por qué decirme que Axel era un buen hombre, yo lo sabía perfectamente y por esa razón me dolía más en lastimarlo. Rodeé el brazo de Greta y caminamos para volver a la fortaleza volví a mi habitación no sabía que iba a suceder me sentía cada vez más perdida cuando Greta se marchó de mi habitación dormí quería que los días pasaran lo más rápido posible y que Daven diera con mi dirección. Desperté cuando el sol estaba a punto de esconderse y me levanté de la cama.

Observe desde la ventana de mi habitación Axel caminando hacia el bosque Iba solo y sabía que era la última oportunidad de hablar con él sin que nadie nos pudiera Escuchar baje rápidamente los escalones de la escalera para salir de la fortaleza y encontrarme junto con él en el bosque no podía negar que cuando me introduje en el bosque estaba tan nerviosa que comenzó a dolerme el estómago me detuve cuando lo vi de espalda.

― por qué te enamoraste de él― me preguntó Axel sin darse la vuelta él sabía perfectamente que estaba detrás de él como si me estuviera esperando―. Contéstame por favor Te enamoraste de él el primer día.

Quería aprovechar cada instante para hablar Y explícale todo pero en ese momento sentía que mis palabras se habían quedado atoradas en mi garganta. Axel se dio media vuelta para mirarme a los ojos y en ese momento vi su dolor reflejado en sus ojos.

― no me enamoré de él el primer día Sentía rechazo hacia él por haberse casado conmigo―le dije tragándome el nudo en mi garganta―. Intenté escapar de él muchas veces pensando que tú no estabas haciendo nada para buscarme pasaban los días semanas incluso meses y tú no parecías luego yo lo conocí mucho mejor y no era el monstruo que yo pensaba que era él Daven también fue engañado por bruce.

Axel se refregó las manos por el rostro estaba segura que cada palabra que salía de mi boca le dolía como una navaja en su pecho.

―no pensaste en mi Krisna―me observó con sus ojos lagrimoso―. Nosotros en nuestra promesa y los planes que teníamos juntos.

Asentí limpiándome las lágrimas.

―pensé mucho en ti pero no pude evitar sentir lo que estaba sintiendo por él―suspire―. Tuve la oportunidad de irme cuando él tuvo un accidente pero ahí me di cuenta que no me quería irme de su lado.

Axel me observó con cautela.

―quiero que me digas toda la verdad―su pecho subía y bajaba con intensidad―. Tú y él―hizo una pausa para examinar mi rostro―. Por dios Krisna no sé cómo decirte esto.

Me acerqué un poco más a él.

― ¿quieres saber si me acosté con él? ―Pregunte.

Por sus ojos me di cuenta que había adivinado su pregunta lo mire con vergüenza. Axel me tomó de las manos mirándome con la esperanza de que yo negara lo que temía.

―quiero saberlo por favor sé que es complicado decírmelo―sus ojos me suplicaba―. Pero necesito saberlo.

Sabía que cada palabra que iba salir de mi boca lo iba a lastimar pero si eso significaba que se diera cuenta que estaba enamorada de Daven lo iba hacer.

―si Axel tuve relaciones con lord Daven―conteste con mis mejillas ardiendo de vergüenza―. Y no quiero que pienses que él me esforzó porque nunca hizo nada de eso fui yo que me entregue a él.

Axel me observó con sus ojos quebrados como si no lo hubiera esperado mi respuesta se mordió el labio como si pudiera evitar llorar aunque no le funcionó se volteo dándome la espalda quise acercarme a él cuándo un pequeño sollozo se liberó de su pecho. Cubrí mi boca con mi mano para no soltar el llanto que me causaba su dolor.

―por qué Krisna―me dijo en un susurro que apenas pude escuchar―. Por qué nos hiciste esto.

Pase mis manos por el rostro tratando limpiándome las lágrimas y trague saliva para deshacer el nudo que no me dejaba respirar.

―perdóname Axel jamás quise hacerte daño.

Se volteo con sus ojos llenos de odio

― ¡pero lo hiciste! ―Me gritó.

―pero qué querías―le grite―. Que te mintiera me case con él Axel es mi marido dormía junto a él todas las noches.

― ¡cállate por favor! ―Me pidió golpeando de un puñetazo el árbol que estaba delante del―. Solo calla por favor.

Abrí los ojos como plato cuando me di cuenta que su mano sangraba Axel retrocedió cuando intenté acercarme a él.

― estás sangrando déjame ayudarte―le pedí.

El negó la cabeza

―no vete por favor vuelve a la fortaleza―me pidió con sus ojos orbitados―. Solo quiero estar solo por un momento.

―pero tu mano ―protesté.

―por favor.

Cuándo se dio cuenta que no iba a obedecer el camino introduciéndose más al bosque sabía que quería estar solo para pensar y conmigo a su lado no lo iba hacer. Cuando desapareció entre los árboles liberé el llanto que atormentaba mi garganta no sabía cuántas horas había pasado en el bosque porque cuando llegué a la fortaleza estaba a punto de anochecer.

aunque no me quierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora