Huellas -JeongJin-

Capitulo Dos

A decir verdad, para este punto Hyunjin ya ni siquiera tenía claro si le interesaba o no lo que le sucediera, después de todo, ya se le fue media vida al leer los resultados de ese examen. Cuando por fin le iba a responder algo al hombre de oscuros cabellos azules, tocaron a la puerta y un doctor entró.

Saludó de forma respetuosa y procedió a entrar en materia.

— Soy Seo Eunkwang, el médico a cargo de su caso — habló muy cordial — Lo que vamos a hablar en este momento es exclusivo de Doctor, paciente. — Miró al que tiempo atrás fue su practicante a cargo — Te pido que por favor te retires.

Jeongin asintió de inmediato, siendo consciente de que esto era parte de la ética y protocolo habitual de su campo, pero, aunque él estaba de acuerdo su lobo no compartía el mismo sentimiento.

Cuando Hyunjin vio que esa persona que le había estado ofreciendo su ayuda sin segundas intenciones estaba a punto de irse y dejarlo solo, entró en pánico, su reacción fue tomar la mano del de cabellos azules con fuerza.

— Lo siento — la timidez le dificultaba el habla, pero aun así no se atrevía a soltar la mano ajena — Por favor no te vayas, quédate aquí —, entonces su mirada se dirigió solo al doctor — realmente no es un inconveniente que él esté presente.

Eunkwang tan solo los miró a ambos, no hizo preguntas al respecto y se limitó a hacer su trabajo.

— Ya que es así entonces puedo continuar — acomodó sus lentes y le dio una mirada a los documentos que tenía.

Jeongin sostuvo la mano del peli largo con normalidad, esa fue una reacción esperada por parte de un omega y aún más en la situación en que este se encontraba. Lo más seguro era que se sintiera vulnerable y al ser él la persona con la que estaba más "familiarizada" en el lugar le diera un poco de seguridad.

Él estaba en lo correcto, Hyunjin en realidad no quiso hacerlo, fue un reflejo de su parte, pero no iba a soltar la mano que le transmitía firmeza y resguardo cuando estaba tan perdido.

Así escucharon juntos lo que Eunkwang tenía para decir.

Ya que se pudo tratar a tiempo la desviación no hubo mayores daños, pero Hyunjin era un omega en cinta con los nervios demasiado alterados. Eso lo ponía en riesgo a él y a su bebé.
Su nivel de estrés se había elevado en los últimos meses y no solo eso, los exámenes mostraron indicios de depresión, esta mezcla de emociones negativas llegó a afectar a su lobo. Y si la parte lobuna de uno no estaba bien, el humano poco tiempo tenía en perfectas condiciones.

No se le podrían recetar los medicamentos usuales para no afectarlo a él directamente o a su cachorro, por lo que se iba a tratar con productos naturales.

— El hipérico y el ginseng serán tus mejores amigos a partir de ahora — Dijo el doctor — El primero cumple la función de calmar el sistema nervioso y estabilizar el estado de ánimo. No debes exponerte al sol después de consumirlo, espera un poco para salir, ya que es una planta fotosensible y podrían aparecer manchas en tu piel.

Hyunjin respiró hondo. 

»— El segundo equilibra la energía en tu cuerpo, actúa estimulando en casos de depresión, tristeza o agotamiento y produce un efecto sedante en casos de estrés y ansiedad.

Jeongin estaba prestando mucha atención a todo lo que decía su superior, sabía que esta era la mejor vía de opción a tomar.
Las medicinas dedicadas únicamente a humanos en ocasiones dejaban malas secuelas en la parte lobuna al estar demasiado procesados, los medicamentos más naturales eran sus mejores amigos definitivamente.

No es lo mismo tratar a un humano puro que a uno que comparte una relación tan estrecha con la parte salvaje del mundo. Todo venía con sus ventajas y desventajas.

»— Debes hacerte chequeos con regularidad para saber el progreso y si volviste a encontrar equilibrio entre tu lobo y tú. Nada de lo que te dije anteriormente afecta a tu bebé, puedes estar tranquilo. Afortunadamente no corrió ningún riesgo.

Jeongin supuso que, aunque la parte lobuna se salió de control aún guardaba parte de su conciencia para no lastimar a su propia cría. Lo protectores que eran los omegas con sus cachorros es algo verdaderamente sorprendente.

Cada vez que Hyunjin escuchaba la palabra "bebé" o "cachorro" sentía que su respiración se cortaba un poco e inconscientemente apretaba más la mano ajena.

La clínica en la que está ahora es la misma a la que siempre ha acudido, y la misma en la que se hizo los exámenes que confirmaron su estado de embarazo. Sabía que todo era muy confiable, acataría las indicaciones que le dio el doctor y lo más probable es que lo viera a menudo, a no ser que lo mandaran a hacer sus controles a alguna sede, cosa que realmente dudaba.

Agradeció al doctor y al hombre que había aguantado a su lado toda una conferencia sobre la que no tenía nada que ver, y también le agradeció por haberlo ayudado.

Después de recuperar sus cosas, llamó a su amigo de mayor confianza para que pasara por él.

Cuando Christopher llegó lo primero que vio fue a un hombre de cabello azul y contextura fuerte parado fuera de la puerta a la habitación donde le dijeron que estaba su amigo. 

Jeongin tomó la iniciativa de hablar y tuvieron una presentación un tanto incómoda en la que debió aclarar que fue quien se encargó de traer a Hyunjin hasta la clínica; y solo después de eso el recién llegado dejó de lado parte de sus reservas hacia él , sonrió más relajado y se acercó un poco más, mientras esperaban al omega que aun no salía de la habitación, conversaron sobre las típicas trivialidades de personas que se están conociendo en una situación poco apremiante. Ese Chris se podía considerar agradable, un beta muy educado de piel clara y un cabello lleno de desordenados rizos, originario de Australia y para ser extranjero manejaba muy bien el idioma local.

— Como que ya se está tardando mucho ¿No? — Dijo Christopher al notar que habían pasado más de quince minutos desde que estaba hablando con Jeongin y su amigo seguía sin salir.

— Tienes razón — el alfa estuvo de acuerdo y con inquietud tocó la puerta y llamó a la persona que estaba dentro — Hey, Hyunjin, ¿Estás bien?

Tocó una vez más.

»— Tu amigo lleva esperando aquí un buen rato, ¿Te falta mucho? — Pero seguía sin recibir respuesta alguna y su preocupación solo fue en aumento — Mira, si no me respondes voy a entrar.