Han pasado unos días muy calmados, y llenos de buenas noticias. La situación con respecto a su lobo ha mejorado mucho, poco a poco se hace más presente y el doctor Eunkwang le dijo que sus niveles de estrés han bajado considerablemente. Su constante nerviosismo es mesurado ahora.
Tiene que admitir que mucho de ese avance es debido a sus amigos que mantenían al pendiente de recordarle a cada rato su tratamiento. Entre todos siempre se cuidan.
Soltó una maldición cuando por estar de distraído se quemó con algo de lo que tenía en proceso de cocción, por fortuna no fue nada grave. Está preparando lo que será su cena y la de Jeongin cuando llegue de la clínica.
Mordió su labio inferior al pensar en ello. Desde el día de su colapso en medio de esa tormenta y la charla que tuvo con el alfa parece que se han fortalecido los lazos que los unen. El peliazul de verdad está cumpliendo con lo que dijo con respecto al calor de alfa que necesitaba.
Y se siente tan culpable cada vez que Yang se toma la molestia de acariciar su vientre y hablarle a la personita dentro, porque puede ver el real deseo que tiene de conocer al pequeño bebé. Pero él sabe perfectamente que eso es algo que no va a poder ser.
Sigue postergando esa charla.
Siempre que el pensamiento de tener esa conversación llega a su mente, siente un ligero dolor de cabeza hacer acto de presencia. Pues sus amigos también están muy entusiasmados con el que llaman sobrino. Es un bebé muy esperado por todos menos por él.
Cuando salta el tema y ellos empiezan a hablar con tanta alegría sobre la ansiada llegada, recibe una mirada de Chan, que es el único en conocer su verdad, y la esquiva como si de eso dependiera su estabilidad en la vida.Escuchó unos golpes en la puerta y pensó que era Jeongin, sorprendido porque llegase a una hora más temprana de lo usual abrió sin tomar la delicadeza de usar la mirilla.
Y se arrepintió mucho por eso, de lo contrario no tendría que estar viendo el rostro de su hermano mayor justo ahora.Frotó su frente con cansancio.
— Inyeop, creí que las cosas quedaron claras la última vez que...
— Yeji no está bien, y nuestros padres no están felices.
Lo primero captó su total atención de inmediato, lo último poco o nada le importaba. Le cedió el permiso y fue a la cocina para bajar la llama a lo que tenía en preparación. En esta ocasión no ofreció nada al visitante.
— Habla.
Inyeop no está acostumbrado a ser tratado con tanta indiferencia, pero sabe que no está en posición de reclamar absolutamente nada.
— Supongo que estás al tanto de la noticia más impactante — Hyunjin asintió dándole la razón — Al principio creímos que lo estaba manejando bien, se veía muy calmada y con sus emociones bajo raya. Pero no era así.
El omega creyó saber por dónde iba la cosa.
»— Nuestros padres no fueron de mucha ayuda, y solo hasta ahora me di cuenta de que en realidad se dedicaron a recordarle lo inútil que era por no poder dar un nuevo integrante a la familia, y que como mujer y omega incompleta ya había fallado en su propósito de vida. — Se le hacía difícil decir eso con un tono calmado, la ira se quería apoderar poco a poco de él al recordar.
A Hyunjin le dolió saber esto, pero no le sorprendió. De hecho, hubiese sido una verdadera sorpresa si ellos mostraran apoyo en algo.
»— Sé que ya no estás en buenos términos con ella, y también sé que ella no se comportó con total sinceridad hacia ti. — el omega guardó silencio — Pero al igual que tú su lobo se salió de control, casi no consigue sobrevivir — Tuvo una leve fluctuación en su voz que trató a toda costa suprimir.
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Huellas -JeongJin-
Fiksi PenggemarHay un omega que ha tomado malas decisiones, error tras error lo han llevado al punto en que está hoy. Nunca creyó que sería del tipo enamoradizo sin razonamiento a la mano, pero de nuevo, se equivocó. Fue esa equivocación lo que lo lleva a su actu...