Huellas -JeongJin-

Capitulo Veinticuatro

— ¿Cariño, cuando vas a visitarnos? — preguntó su madre al otro lado de la línea.

Detuvo sus acciones en la cocina y secó sus manos con un trapo limpio para quitar el altavoz y coger directamente el teléfono.

— Lo siento, sé que ustedes han estado esperando una visita mía, pero he estado muy ocupado — expresó con esa voz mimada que solo salía a la luz cuando trataba con su madre — Pero si quiero ir, hay alguien a quien quiero que conozcan.

La mente de la señora Yang voló, y le fue inevitable pensar que el más pequeño de sus bebés cada vez volaba más lejos del nido. Después de mucho tiempo le presentaría a la persona especial por la que tanto esperó.
Jeongin ni siquiera dio una información formidable, pero ella inmediatamente pensó en "ese" tipo de presentación.

— ¿Esa persona ocupa un lugar muy especial en el corazón de mi niño? — le respondió con el mismo tono cariñoso con que le hablaba cuando era un pequeño cachorro — ¿Mamá debe preocuparse de que alguien más reciba mucha atención de tu parte? ¿Es por esa persona que casi no llamas últimamente? — preguntó sin malicia, con la única intención de molestar un poco a su hijo menor.

Cosa que claramente consiguió. El peliazul negó esas últimas palabras con ahínco y ella solo rio al percibir el nerviosismo en la voz de su niño. Continuaron hablando y llegaron a temas más triviales.

—Tu hermano dijo que hoy depositaría en tu cuenta, para que estés pendiente de retirar.

— Mamá, ya les he dicho que no es necesario...

— Tonterías, es totalmente necesario, tú déjate consentir. Aprovecha ahora que aún puedes tener esto.

Jeongin suspiró indefenso.

Era el pequeño tesoro de la familia.

Sus padres y hermanos siempre fueron demasiado condescendientes con él. Cuando inició la universidad y se fue de casa, no dudaron ni un momento en arreglar todo para que estuviera cómodo. El apartamento en el que vive fue un regalo de su hermano mayor, todo lo que se refiere a muebles fueron dados por su hermana y su madre, el auto que conduce fue otorgado por su padre. Él no consideraba que fuera necesario nada de eso, podía vivir bajo las condiciones de un universitario normal, pero ellos no estuvieron de acuerdo. Dijeron que mientras estuviese estudiando y preparándose para su futuro entonces ellos se encargarían de que no tuviera ninguna molestia o inconveniente, todo para que diera su total atención a su desempeño y desarrollo.

Ninguno de sus hermanos tiene una familia establecida, por lo que era muy normal para ellos depositar constantemente dinero en su cuenta. Él no hace uso de ese dinero y prefiere vivir con lo justo, por lo que ahora se puede decir que tiene una pequeña fortuna guardada esperando ser utilizada.
A veces se preguntaba que si llega a tener el mismo éxito que sus familiares en sus respectivos campos ¿En quién invertirá lo que ganará?

Ellos se pueden dar el lujo de ser extravagantes con sus obsequios porque se esforzaron y ahora están recogiendo el fruto de su trabajo. Pero solo está él para consentir.

¿En quién iba a invertir él cuando despegara en su profesión?

Antes no encontraba respuesta a esa pregunta. Ahora dos personas aparecían en su mente sin permiso.