Huellas -JeongJin-

Capitulo Seis

Habían caminado juntos hasta la salida de la zona de natalidad mientras entablan una conversación casual, pero al llegar a ese punto Hyunjin era reacio a separarse, hoy le dieron el día libre en el trabajo para que pudiera hacer todas sus vueltas médicas, pero se desocupó más temprano de lo esperado. No quería llegar a encerrarse en su apartamento y atormentarse la cabeza al estar solo. 

Así que fue como una iluminación cuando recordó la última conversación que tuvo con el hombre que lo acompañaba antes de ese día.

— Aun te debo una comida — soltó cuando ambos se quedaron en silencio — ¿Te parece si te lo pago ahora? 

— Oh, así que te acuerdas. — el tono de sorpresa exagerado le hizo saber al omega que, aunque se avecinaba un reclamo el alfa no estaba realmente molesto con él — Yo creía que sufriste amnesia selectiva y que en el proceso también habías olvidado que tenías mi número. — bromeó.

Hyunjin rio un poco para alejar un tanto de esa vergüenza que empezó a sentir.

— Tú me ves así, todo sonrisas y muy confiado, pero no sabes cuantas vueltas le doy a las cosas antes de animarme a accionar cuando he dado con una persona a la que me gustaría conocer mejor. — un indicio de risa estuvo marcado en sus palabras — Pero mira, soy mucho mejor hablando en persona ¿No?

Jeongin asintió en acuerdo, y supo leer bien el mensaje oculto que le lanzó la otra persona, una sonrisita satisfecha estaba intentando surcar su rostro.

»— ¿Entonces sí? — insistió el omega queriendo tener una respuesta pronta a su propuesta. 

El peliazul miró la hora en el reloj que portaba en su muñeca derecha, su tiempo de descanso para el almuerzo ya finalizó y lo más probable es que se gane un regaño de su superior por no haber respetado el horario. Por mucho que quisiera no podía aceptar la invitación que le hizo el peli castaño en ese mismo instante. 

— Mira, justo ahora tengo que volver a mi puesto. — Hyunjin hizo una mueca de decepción con sus labios, pero asintió siendo consciente de que el otro tenía responsabilidades con las que cumplir y él no podía llegar e interferir en ello — Pero, termino mi turno dentro de seis horas, si tú en ese momento estás libre podemos cambiar el almuerzo por una cena ¿Qué te parece? — negoció. 

El omega sonrió ampliamente, por supuesto que está de acuerdo y satisfecho con ese plan. A fin de cuentas, tiene el día libre. 

— Entonces aquí me tendrás. — respondió sin dudar. 

Ambos se despidieron y ahora sí separaron sus caminos, con el acuerdo en medio de volver a encontrarse una vez más.

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En últimas Jeongin no recibió ningún regaño gracias a que uno de sus compañeros le cubrió la espalda, estuvo haciendo lo que debía con un buen estado de ánimo y su lobo estuvo de un incomparable buen comportamiento. Incluso algunos de sus colegas se sorprendieron al verlo portar una sonrisa en su rostro usualmente sereno pero serio.

En otra parte lejos de la clínica, Hyunjin ya había ido hasta su apartamento y dejado allí las cosas que llevó para el control, ahora estaba subiendo las escaleras eléctricas del centro comercial mientras devolvía la llamada perdida que le hizo Minho.

— Hey — se escuchó la voz del alfa al otro lado — ¿Todo bien? ¿Cómo te fue con eso?

Minho era un amigo que conoció gracias a Christopher. Pensando detenidamente, solo cuando conoció al australiano empezaron a llegar buenas personas a su vida.