Capitulo Ocho

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— Deja de hacerme ir hasta tu apartamento a cada rato — le reprochó de nuevo Changbin. — Conoces muy bien el camino hasta mi casa, y este restaurante siempre te trata como a un rey. 

Hyunjin rodó sus ojos, pero una sonrisa adornaba su rostro.

— Te lo prometo, visitaré más seguido.

— Y otra cosa, espero que cuando llegues comas algo más, alimenta bien a mi sobrino — fue una broma cargada de verdad — No debes descuidar tus hábitos alimenticios, mucho menos ahora. Queremos que sea un cachorro fuerte y sano.

El omega forzó una sonrisa en su rostro, tratando de ocultar su malestar ante esas palabras lo mejor posible. Suspiró para sus adentros y le respondió a su amigo con la voz más calma y neutral posible.

— No te preocupes, Jeongin se encargó de eso. — replicó exageradamente y acusó al alfa — No me dejó ser feliz.

Este solo rio, sin sentir culpa alguna y antes lo admitió con soltura, Hyunjin puso una cara indignada cuando esos dos, alfa y beta, se hicieron compinches en su contra. Aunque el hecho de que el peliazul no mencionara el cómo lo alimentó bocado a bocado fue algo que agradeció a sus adentros, no sería capaz de dar la cara si su burlesco amigo supiera de eso.

Changbin agradeció a Jeongin por cuidar de Hyunjin personalmente, pues sabía la historia del desvío de su lobo y toda la cosa. Le dijo que solo por eso también sería merecedor de un trato parcial.

Jeongin respondió que no había nada que agradecer, pero que tomaría su oferta porque realmente ese era un menú de dioses, sería un tonto si no acepta.

El cielo ya estaba oscurecido para cuando caminaban de nuevo en las calles, al alfa le hubiera parecido mucho mejor si acompañara al castaño hasta su hogar, pero este respondió con una negativa debido a lo retirado que estaba. Tomó un taxi con la promesa de por medio de escribirle al alfa en cuanto llegara a su hogar.


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Jeongin abrió la puerta de su apartamento y se quitó los zapatos en la entrada, no llegó con el cansancio y pesadez habitual y él conocía muy bien la razón de ello.

Pensar que conoció a una persona tan buena en una situación tan compleja, era como una broma del destino.

Hyunjin, él... Parecía ser un hombre con mucho en mente.

En esas pocas veces que lo ha visto, pudo notar que parece cargar con muchas preocupaciones encima, siendo su embarazo lo que le causa mayor conflicto. Cómo se tensa cuando se nombra el tema, como cambia su estado de ánimo cuando se habla del cachorro y como su mirada parece cargar de inmediato con una tormenta inmensa que lo nubla.

Pero, aun así, ese mismo hombre se preocupa por el bienestar de ese bebé. Tiene pequeños gestos que ni él mismo parece notar. Cuando estuvieron en el control le hizo muchas preguntas al médico en más de una ocasión y la anticipación con la que miraba la pantalla en el momento de la ecografía eran genuinas.

Sobre todo, lograba ver en él una fortaleza muy grande. Porque se nota a leguas que está asustado, que carga una tristeza propia de una mala experiencia y que no estaba preparado para vivir la etapa en la que está. Pero aún con todo eso encima, ese omega sigue haciéndole frente a la vida, y a ese embarazo que no estaba en sus planes.

Y eso él lo admira mucho, porque era totalmente sorprendente la tasa de omegas que entran de urgencia a la clínica para ser tratados por un aborto mal hecho.

Huellas -JeongJin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora