Huellas -JeongJin-

Capitulo Treinta y Tres

Realmente no creía que Jeongin fuese a hacer algo más, pero solo él sabía cuánto deseaba que sí sucediera. Podía sentir perfectamente un torrente de emociones en punto de ebullición dentro de su corazón.

Tan cerca y tan lejos. Detesta tenerlo de frente, a esa pequeña distancia y aún así sentir que no tiene el derecho de anular los espacios que aún los mantienen separados.

Hyunjin estaba siendo observado muy de cerca, la intensidad en la mirada de Jeongin era algo a lo que no lograba acostumbrarse aunque pasara el tiempo. Era demasiado consciente de la cercanía de sus cuerpos, del calor que emanaban juntos, del llamado a gritos de su subconsciente de acercar su rostro un poco más con el único fin de dar aunque sea un roce a los labios del alfa.

Esa cercanía que se hizo tan usual en ellos lo tiene muy mal, imaginando escenarios que desearía que se dieran a lugar. Ahora era plenamente conocedor de lo que en realidad quería y sabía bien que no tenía talento alguno para disimular.

Las palabras de Jisung en aquella conversación de hace un tiempo rodaron por su cabeza un leve instante. ¿Y por qué no?

— ¿No está bien? — preguntó extrañado el alfa al no recibir respuesta.

— No, hay algo que no está bien — el tono de su voz minimizó.

Ahora Jeongin estaba realmente preocupado, no tenía ni mediana idea de que podría estar haciéndole un mal cuando solo hace segundos todo parecía encaminarse hacia una buena dirección. Estaban bastante cerca, con conciencia culpable y creyendo que eso era parte del problema, hizo el intento de separarse para proponerle al omega hablar más tranquilos, sin ser intrusivo.

¿Qué cosa en la tierra lo llevó a pensar que su actuar era buena idea cuando Hyunjin aún seguía susceptible? Solo podía culpar a su propia estupidez, pero este no le permitió alejarse, por lo que le dedicó una mirada desconcertada.

— Necesito hablarlo sin pausas de por medio para no perder el impulso — explicó rápidamente.

El alfa asintió y esperó que el otro iniciara con lo que tenía para decir.

— Jeongin, yo... — tomó un suspiro profundo en un intento de tranquilizarse — Desde hace tiempo he venido pensando en esto y aunque tengo miedo de la reacción que puedas llegar a tener necesito decirlo para estar tranquilo — eso desconcertó al peliazul aun más — Ya no te veo como antes, mi percepción de ti cambió drásticamente a medida que te conocía.

La respiración temblorosa del alfa se unió a la ajena, no sabía que debía pensar, eso podría ser tanto bueno como malo. Sin embargo, teniendo en cuenta el desalentador panorama...

»— No puedo pretender ignorar lo que estoy sintiendo, tengo miedo de arruinar la amistad tan bonita que hemos creado, pero ese también es justamente mi problema, ya no quiero una amistad contigo. — Jeongin sintió que su corazón se detuvo una fracción de segundo, y aunque dolió no apartó la mirada de los hermosos ojos del hombre que lo tiene a su total disposición.

El pulso de Hyunjin era acelerado y sentía perfectamente a su lobo inquieto en su interior.

»— Yo quiero más de lo que me estás dando. — la sorpresa cruzó en la expresión del alfa — Porque cada una de tus acciones conmigo es más linda que la anterior, me haces sentir querido y especial, consigues solo con tu presencia ahuyentar toda la oscuridad que a diario me quería consumir, porque los pequeños detalles que me haces logran debilitar cada uno de los muros que me esforcé tanto en poner a mi alrededor. La manera en que me cuidas, como me miras, como me aceptas con mis virtudes y defectos incluidos lograron atraparme. Quiero más de lo que me das, porque puedo verte perfectamente junto a mí en un futuro.