Capitulo Cuatro

398 34 32
                                    

Cuando vio de quién se trataba sintió la sangre congelarse en su cuerpo, porque había un Hwang en su puerta, pero no precisamente a quien él hubiera esperado. Su hermano mayor, Hwang Inyeop, lo está mirando directamente y él quiere cerrar la puerta en su rostro.

— ¿No me vas a invitar a pasar? — preguntó con su usual tono de voz apático.

— ¿Debería?

— Deberías dejar de comportarte como un mocoso y asumir tu rol de adulto, pero claro, el niño aún no está dispuesto — cuando Hyunjin trató de cerrar la puerta como tanto quería su hermano lo impidió, antes de que dijera otra palabra suspiró para tomar impulso — Lo siento, vengo en son de paz, así que te pido que por favor pongas de tu parte, solo quiero hablar contigo. Cómo personas civilizadas.

Como los hermanos que somos. Pero eso no lo dijo en voz alta.

Hyunjin se resignó y le permitió entrar, lo dejó esperando en la sala y fue a la cocina para servirle un café amargo como recordaba que le gustaba.

El hombre alto de porte serio y elegante parecía contrastar demasiado en la sencillez que le gustaba manejar al dueño del sitio; sus atractivos rasgos y expresión serena tuvieron un momento de asalto cuando sus ojos se posaron en aquella pared tan peculiar, una de sus perfiladas cejas subió en un arco y estuvo tentado a observar más de cerca, pero el omega estaba de regreso con su bebida. Después de que Inyeop agradeció le ofreció sentarse y él hizo lo mismo para escuchar lo que su hermano tenía para contar.

— Yeji nos puso al tanto de tu situación — Fue la bomba que soltó para iniciar la conversación — Lo hablamos entre todos y nuestros padres están dispuestos a ayudarte porque creen que eso te enseñará a ser más responsable. Dicen que si pones de tu parte están dispuestos a recibirte de nuevo.

Hyunjin dejó escapar una risita sarcástica y alzó una ceja ante el hombre con el que comparte un lazo sanguíneo. Pensando que todos en esa familia eran realmente cínicos.

Porque cuando lo echaron como a un perro, cuando lo botaron a la basura por no cumplir sus expectativas y ser lo que ellos querían, no hubo titubeo alguno. No se preocuparon, aunque aún era adolescente y no tenía a dónde llegar después de ser echado, nunca se comunicaron con él y nada les importaba si comía o no, si tenía ropa decente que usar o un techo bajo el cual vivir. Absolutamente nada.

Solo su hermana menor después de tres años se había comunicado con él.

Y ahora, lo más probable es que lo quieran de vuelta porque piensan que está vulnerable y ese niño que está en camino es un perfecto títere a ser usado para esa familia horrorosa.

Pero están muy equivocados, si bien él no está feliz con ese embarazo jamás condenaría a esa pobre criatura a vivir en una casa llena de hienas. Él ya no es el mismo adolescente de hace años, no es tan manipulable como en aquella época. Así que le habla con ese mismo nivel de sinceridad a su hermano sin que le tiemble la voz.

— Les puedes decir lo siguiente — hizo una pausa para tomar un profundo respiro — Ya no es necesario que hagan el inmenso sacrificio de recibir a su descarrilado hijo del medio, que ya me puedo valer por mí mismo y que no tienen de qué preocuparse. Que llegaron años tarde para eso. Diles que no estoy interesado en tener contacto con ellos y agradecería que no aparecieran ninguno de ustedes por aquí de nuevo, porque no son bienvenidos, a excepción de Yeji mis puertas van a estar cerradas. — Finalizó con firmeza.

Inyeop sentía su sangre caliente y puso el vaso del que bebía café con más fuerza de la necesaria sobre la mesita de centro. Miraba a ese hermano suyo con incredulidad. El Hwang Hyunjin que él conocía nunca le hubiera hablado así.


Huellas -JeongJin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora