Cuando Jeongin salió, ya cambiado y con sus prendas propias en mano, vio al omega en pijama tirado en la cama, se veía perdido en ese amplio espacio.
Dejó sus cosas en un sitio donde creyó no serían un estorbo, e hizo notar su presencia, por lo que Hyunjin se levantó rápido para quedar sentado.
La imagen del alfa vistiendo la ropa de su hermano era tan... Extraña.
Definitivamente iba a tirar esa camisa a la basura después. Aún por mucho que estuviera llena del aroma de Jeongin, no quería aferrarse a nada más de parte de esa gente.Estuvieron en silencio hasta que Hyunjin pensó que todo eso era ridículo y se rio, provocando así la risa del menor.
— Ven aquí, siéntate. — palmeó el sitio a su lado, y el alfa hizo caso a su petición — Esto no tiene por qué ser incómodo. No somos extraños, así que relájate y así yo también me relajo.
— Lo siento — se rascó la nuca mirando al omega — Soy un asco en eso de entablar conversaciones, me va mejor siendo un oyente.
Hyunjin puede confirmar eso, pero no quería que el otro estuviera tenso. Decidió dejar en el olvido el tema del mensaje ignorado, y obviar el suceso de hace unas horas.
Empezó a hablar con naturalidad, su único propósito siendo distraer al alfa y al poco tiempo ambos ya estaban conversando con soltura. Más bien el peliazul riendo por sus estupideces y haciendo una que otra intervención.
Hasta que el tema de conversación llegó al tiempo de escolaridad.— Uhmm... — Pensó en algo que le pudiera contar sin que estropeara el buen estado de ánimo — Durante ese tiempo me gustaba mucho cantar y bailar.
Empezó a darle más detalles. Le habló sobre cómo era totalmente tímido pero que aprendió a coger confianza a medida que pasaba tiempo en los clubes del instituto. Le contó cuánto disfrutaba cada ensayo y las presentaciones que venían después, le dijo cuánto disfrutaba quedarse sin aliento después de practicar una y otra vez una rutina hasta que le saliera a la perfección.
Y Jeongin se sentía pleno y feliz de ver a Hyunjin con una sonrisa tan sincera en su rostro. Disfrutando de los recuerdos que evoca su mente y puede notar por el brillo en esos ojos que aquellas dos cosas siguen siendo parte de sus pasiones.
El omega continúa contándole sobre ello, pero a medida que avanza llegan los recuerdos turbios. Recuerda como sus padres no están satisfechos con todo el tiempo que le está dedicando a esas trivialidades inútiles, las despiadadas palabras de su madre y el desgano al escucharlo hablar de lo que le gusta, el día que lo obligaron a abandonar los clubes. Pero sobre todo recuerda el día en que descubrieron que desobedeció su orden de abandonar, y el duro castigo que vino con ello.
Inconscientemente se estremeció y dejó de hablar, el brillo en sus ojos se apagó gradualmente y por supuesto que Jeongin notó aquello.
Suspiró en silencio, pensando que en definitiva haría de uno de sus propósitos el cuidar de la sonrisa del omega. Porque ese hombre merecía ser feliz.Ellos estaban acostados de lado, con sus rostros frente a frente, por lo que fue sencillo estirar su brazo un poco hasta tener contacto con la mano ajena, acarició con delicadeza y habló para llamar su atención y disipar de su mente lo que sea que haya ocasionado su repentino desconecte del presente.
— Suena genial lo que me estás contando — expresó con sinceridad — No dudo que tengas mucho talento, espero algún día recibir una presentación exclusiva.
— Eso fue hace años — Murmuró bajito — Por supuesto que ahora ese talento se esfumó.
Jeongin paso de acariciar el dorso de su mano a alejar cabellos sueltos de su rostro, se sintió cohibido por dentro pero no está dispuesto a apartarse.
— Entonces dime... — habló en el mismo tono bajo que usó el omega — ¿Cuál consideras que es tu talento ahora?
— Yo no lo consideraría un talento... Pero mi actual pasatiempo es pintar y dibujar... — ante la pregunta en los ojos contrarios continuó — Tengo todo un muro de este apartamento dedicado a mis delirios de artista.
Y bocetos de dibujos que no verán la luz del día guardados en un cajón.
— Me gustaría ver eso, claro, si es que tú estás de acuerdo.
— Mañana lo puedes ver, seguro.
Siguieron hablando y eran sus voces el único sonido, sus bajas risas, sus miradas encontrándose y esos roces simples no intencionados.
Habían pasado horas de ellos compartiendo una pequeña parte de sus vidas, y no se dieron cuenta de la armonía en sus actos ni de los pequeños brotes de sentimientos confusos, contradictorios y hasta un poco temerosos que se escapaban en los orbes del otro.Porque Hyunjin seguía sin creer que era lo suficientemente bueno para el alfa o para cualquier persona, y Jeongin creía que el omega no quería saber ni estaba preparado para pensar en relaciones más allá de la amistad.
Compartieron recuerdos hasta que el sueño finalmente los venció.
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En la mañana el primero en despertar fue el omega. Se quedaron dormidos con la luz encendida y sumando la luz natural que se colaba entre las traslúcidas cortinas fue suficiente para molestar sus sensibles ojos.
Un brazo tenía apresada su cintura, una calidez venía desde atrás directo a su espalda y utilizaba el otro brazo de la persona como almohada.
No quiso moverse, ni hacer el más mínimo ruido, no quería despertar a Jeongin. No quería que se fuera.
El efecto del inhibidor de aroma que usa obviamente ya pasó, por lo que su aroma y el del alfa se mezclan a la perfección en su habitación y eso lo hace sentir genial. Lo hace sentir tranquilo y relajado, por lo que una sonrisa se abre paso en su rostro y cree firmemente que esa es una manera hermosa de despertar.
Ni siquiera cuando su aroma y el de su ex pareja, a quien cree haber amado, se mezclaban le provocaba tantas buenas emociones.
Jeongin se removió un poco y apretó más a Hyunjin a su cuerpo, su mano se movió y quedó justo acariciando su vientre, y él se sintió desfallecer.
Un omega en cinta necesita si o si el calor de su alfa durante el tiempo de gestación, y no era para satisfacer ningún ámbito sexual como creen los betas mal informados al escuchar la frase "calor de alfa". Era simplemente que se sentían más sensibles y vulnerables durante ese periodo, y ellos buscaban la protección de su pareja por instinto.
Él no tiene una pareja al lado, ese aspecto no es algo que haya podido manejar como se debe y es por eso que la mano del alfa acariciando su vientre le provoca tantas sensaciones, aunque es muy consciente de que Jeongin no tiene nada que ver con él y su lío.
Cerró sus ojos de nuevo y se dispuso a disfrutar de eso el tiempo que durara.
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Huellas -JeongJin-
FanfictionHay un omega que ha tomado malas decisiones, error tras error lo han llevado al punto en que está hoy. Nunca creyó que sería del tipo enamoradizo sin razonamiento a la mano, pero de nuevo, se equivocó. Fue esa equivocación lo que lo lleva a su actu...