Capitulo Diecinueve

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Jeongin sostuvo en su abrazo a Hyunjin durante horas, pero mientras el omega dormía diferentes pensamientos lo mantenían a él despierto.

¿Era correcto todo eso? Él era plenamente consciente de que tanta cercanía en algún punto sería algo contraproducente. Se podía desarrollar un apego de sus lobos y si uno de ellos era reacio el otro se llevaría la peor parte. Él no quería llevarse la peor parte, pero simplemente no puede evitar accionar cuando se trata de Hyunjin.

Quiere que esté bien, que confíe en sí mismo y que logre soltar las cadenas que lo tienen preso. Desea ver ese hermoso rostro más sonriente y sin agobio presente. Anhela que entienda lo valioso que es y la preciosa personalidad que tiene. Que comprenda que ser auténtico no es un error, que no debe disculparse cada vez que se muestre como es, que se saque de la cabeza la idea de que no es suficiente para nadie.

Porque resulta que eres suficiente y mucho más para mí.

Desea que se haga consciente de todas las cualidades que tiene, de lo fuerte que es, que esté orgulloso de su independencia y que no se cierre a vivir un momento tan lindo de su vida como lo es el embarazo por rechazo a sí mismo.

Porque está claro que él no tiene realmente un problema con la personita en camino, tiene un problema con su poca credibilidad de capacidad para cuidar de alguien más.
Espera que en el futuro no se arrepienta de no haber vivido con plenitud esta etapa.

Y está jodido, porque sabe a conciencia que ya no ve a Hyunjin como un amigo al cual ayudar sin segundos propósitos. Cayó ante la ternura de ese omega, cayó ante su fuerte manera de enfrentar las adversidades. Cayó ante las lágrimas, las sonrisas, los gestos, las palabras y todo de ese omega. Cayó por el desarrollo y bienestar de un cachorro que ni siquiera es suyo.

Y está aún más jodido porque no es solo él, al parecer su lobo también cayó. Y siente que, si se genera un verdadero apego de su lobo hacia Hyunjin, entonces él estará en graves problemas. Porque Hyunjin no parece querer saber nada de relaciones en ese punto de su vida. Lo nota por lo evasivo que es con el tema.

El dueño de sus pensamientos se remueve entre sus brazos y se acomoda de tal manera que el rostro queda escondido en su cuello y la respiración ajena le hace cosquillas. Se aferra con mayor fuerza a él e incluso sus piernas enredadas son víctimas del agarre de Hyunjin.

Sonríe por esa serie de acciones, decide dejar de lado sus inquietudes por el momento y disfruta de tener cerca al omega.


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La lluvia ha cesado y el sol parece querer asomarse, pero el clima continúa frío. Alfa y omega están en el reino de Morfeo, pero unos golpes en la puerta a lo lejos quiere perturbar su descanso.

Jeongin se despierta y está dispuesto a pararse para ver de quién se trata, pero ante el más mínimo movimiento suyo Hyunjin de inmediato se aferró a la mano que tenía puesta en su vientre bajo.

— No te vayas — pide con los ojos aún cerrados y su voz un poco ronca.

— No me voy — acarició dónde reposaba su mano — solo quiero ver quien toca. — entonces Hyunjin aflojó su agarre y él pudo pararse finalmente de la cama.

Caminó descalzo hasta llegar a la puerta y por la mirilla vio que se trataba de Chan.

— ¿Cómo estás? Supuse que no la pasaste bien ayer con esa tormenta entonces vine para... — decía con su vista baja removiendo lo que sea que tuviese en las bolsas que cargaba en mano — ¿O prefieres...? — pero la pregunta murió en sus labios al levantar la cabeza y encontrarse a Jeongin.

Huellas -JeongJin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora