Ha pasado una considerable cantidad de tiempo en la que todo es silencio, ha terminado de hablar y el alfa ha estado muy ocupado intentando concederle calma. Sus posiciones han cambiado, y envuelto en el calor que le proveía el abrazo de Jeongin él se sintió más tranquilo. Estaba completamente fundido en el cuerpo ajeno, encontrando en ello el confort y seguridad que tanto anhelaba, disfrutando del aroma tan distintivo y especialmente potente que se filtra a través de la piel del cuello del peliazul, hasta que las delicadas caricias que son dejadas en su espalda poco a poco logran dejarlo en un estado de somnolencia.
Después de lo que han sido unas largas y extenuantes horas, por fin logra cerrar los ojos y verdaderamente descansar.
Aun así, el alfa no lo suelta, está dispuesto a sostenerlo el tiempo que sea necesario.
Un suspiro cargado de pesadez y cansancio escapa de él, definitivamente ha sido un día demasiado agotador.
No ha comido adecuadamente hoy, y lo más probable es que Hyunjin tampoco, pero solo en esta ocasión en que ambos necesitan urgentemente descansar lo dejará pasar.
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Cuando despertó no había nadie a su lado, y se encontraba abrazando la almohada ajena con ahínco, aun en el lugar central del nido, se incorporó lentamente y procedió a estirarse en un vago intento de alejar esa pereza mañanera. Sus pies tocaron la suavidad de la alfombra y un amago de sonrisa apareció fugazmente en su rostro al ver las pantuflas cuidadosamente ubicadas para su comodidad.
La desgana del día anterior casi lo sofocó, al apreciar detenidamente su entorno el corazón comenzó a latir con fiereza, no estaba dispuesto a deshacer el nido, no aún. Sus manos han estado inconscientemente en su vientre, y al ver los pequeños trajecitos arrugados suspiró.
Salió abrazando la almohada ajena que tenía el aroma del alfa particularmente marcado. Jeongin anticipó que necesitaría algo como esto.
Pasó de largo la amplia sala y fue directo a la cocina, no quería comer nada y tampoco tenía ánimos para preparar algo, pero el cachorro necesitaba una buena proporción de nutrientes y eso era suficiente para que él lo hiciera, aunque no quisiese. La mañana era soleada pero su propio panorama lo veía lamentablemente sombrío.
Pegado al refrigerador encontró una nota.
Duele y asusta, eres fuerte, pero todos tenemos derecho a quebrarnos cuando no podemos más, está bien no ser fuerte en todo momento.
Te dejé hecho el desayuno, solo tienes que calentar en el microondas; llego tarde, por favor no me esperes despierto.
Y eso es suficiente para que una genuina sonrisa se abra paso mientras acaricia las palabras inscritas como si le estuviese dando esa muestra de afecto directamente a quien lo escribió. Es como si un pequeño rayo de sol, terco e inquebrantable, se abriera paso entre las tumultuosas nubes oscuras, logrando solo por poco crear una pequeña brecha por la cual dejar ir su luz que brilla con intensidad llena de calidez sobre su sombrío corazón.Así siempre se ha sentido con respecto a Jeongin.
— No me negare jamás si me ahorras la pereza.
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Huellas -JeongJin-
FanfictionHay un omega que ha tomado malas decisiones, error tras error lo han llevado al punto en que está hoy. Nunca creyó que sería del tipo enamoradizo sin razonamiento a la mano, pero de nuevo, se equivocó. Fue esa equivocación lo que lo lleva a su actu...