Huellas -JeongJin-

Capitulo Cinco

Jeongin suspiró y sobó su cuello con cansancio, terminó de atender a la última persona que le asignaron e inexplicablemente pensó en ese tiempo en el que no solo debía preocuparse por cumplir en la clínica sino también con la carga de la universidad. En ese entonces casi siempre era más cansancio que persona, pero sabía que todo valdría la pena, ya que estaba a nada de cumplir esa meta, un último impulso era lo que necesitaba.

Era el momento de su descanso para almorzar, pero él no tenía hambre, y se saltó la comida a sabiendas de que si su mejor amigo se entera de ello lo tendría encima dándole un sermón.

Se quitó la bata y quedó vestido de civil con su camisa manga larga, estiró sus brazos y se relajó en su sitio, hasta que uno de sus colegas llegó para pedirle el favor de que llevara unos archivos al área de natalidad. Él aceptó y se paró a hacer eso de una vez.

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Hyunjin estaba mordiendo la uña de su dedo pulgar con nerviosismo esperando que lo llamaran, pues hoy era el día de su primer control prenatal. Y a diferencia de otros omegas e incluso betas en el lugar, no había nadie ahí acompañándolo, diciéndole que todo estaría bien y que no existía razón para estar preocupado. No había nadie sosteniendo su mano y esperando con anticipación su turno.

Respiró hondo, desde que inició el tratamiento era más sencillo calmarse, los efectos eran muy buenos y notables. Aun así, su lobo seguía sin pronunciarse, era como si ya no estuviera ahí.

Volvió a mirar a su alrededor para torturarse un poco más. Bang Chan lo iba a acompañar, pero le resultó un imprevisto en el trabajo, y Yeji...

Las cosas con Yeji estaban tensas y complicadas, desde esa fuerte discusión y la noticia inesperada de la última vez que se vieron, su hermana menor se ha negado a responder sus llamadas o mensajes; ni hablar de verse en persona.

Recordar eso lo hacía sentir como un completo imbécil, pero lo hecho ya no se podía borrar y las palabras no regresarán a sus labios después de haberlas dicho. Herir a una persona es demasiado sencillo y él utilizó el habla como su mayor ataque. La lastimó sin intención, pero lo hizo, al fin y al cabo.

Mientras se hundía en su propia desgracia, vio pasar al alfa que lo ayudó, con una mirada seria y su porte imponente con unos papeles en mano yendo a una puerta determinada. No notó su presencia y Hyunjin no estaba seguro de sentirse agradecido o decepcionado.

Jeongin, sin embargo, llegó a su destino e hizo lo que debía, ayudó a organizar esos archivos y después volvió a salir, pero esta vez vislumbró una cara conocida pues ya no iba tan distraído como antes. No sabía si debía acercarse a saludar o hacer como si no lo hubiera visto y marcharse como si nada.

Mientras aún seguía en su dilema, de manera inoportuna cruzó miradas con el omega y ahora sí sería demasiado incómodo y de mal gusto irse así como así.

Se acercó a saludar.

Hyunjin le respondió con un semblante que pretendía ser tranquilo y confiado.

— No esperaba encontrarme contigo hoy — dijo Jeongin con voz calma — Debo admitir que fue una grata sorpresa.

El omega estaba conteniendo con fuerza las ganas que tenía de morderse el labio, Jeongin no parecía notar que el efecto del inhibidor está terminando y que un poco de su aroma se está filtrando y que ese aroma fue lo suficientemente potente como para lograr mover un poco a su lobo interno.

Buen momento para decidir aparecer. Exclamó en su mente con ironía.

— Es que hoy es mi primer control prenatal — expulsó esas palabras con la mayor tranquilidad posible — Llevo aquí un rato, de hecho, yo tampoco esperaba verte. ¿Trabajas aquí? — aprovechó para preguntar.