Capitulo Trece

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En esta ocasión fue Jeongin quien despertó, apenado al notar que no estaba en la habitación de invitados, pero sin arrepentimientos al sentir la calidez del cuerpo que sostenía en sus brazos.

Sonrió y empezó a llamar con cuidado al omega, y dado que Hyunjin no estaba del todo dormido fue fácil de despertar. Rodó en los brazos del alfa y un par de rostros adormilados se encontraron frente a frente.

A Hyunjin no le importó que lo viera hecho un desastre en la mañana, a fin de cuentas, ya lo había visto siendo un desastre en diferentes ocasiones.
Pero disfrutó mucho observar esos ojos usualmente afilados siendo la viva imagen de la ternura. Era curioso que el alfa estuviera pensando exactamente lo mismo que él, confirmó una vez más que el omega recién despierto era la más linda vista.

No hubo frases dichas, pero ambos tenían claro lo que el otro quería expresar con simples gestos. Al parecer ellos eran personas de acciones y no de palabras.

Se pararon de la cama antes de que las cosas se pusieran raras. Hyunjin buscó entre sus cosas el paquete de boxers que compró cuando fue con Chris al centro comercial y aún no usaba, y se lo extendió a Jeongin junto con la ropa que este había dejado en el asiento del tocador la noche anterior. Le cedió al alfa el baño de su habitación para que se duchara y él sacó sus cosas y se bañó en el otro disponible.

Después de estar listo entró a la cocina para preparar el desayuno. Haría algo rápido para darle a su invitado, se habían levantado bastante tarde por lo que supuso que tendría hambre.

Al cabo de un tiempo Jeongin salió completamente duchado, vestido y con una higiene bucal decente, se guio por el sonido y llegó hasta la cocina. Se quedó quieto en el marco de entrada observando al omega con una sonrisa, tenía música sonando de su celular y cantaba al ritmo.

Bonita voz. No pareces darte cuenta...

— ¿Te puedo ayudar en algo? — su pregunta asustó al omega.

— Jodida mierda — siseó agarrando con fuerza su pecho, más específicamente el lugar donde está su corazón — ¡Jeongin casi me matas de un susto!

El alfa rio y se disculpó con las manos en alto.

— ¿Pero si me dejas ayudarte?

— No, tú eres mi invitado así que ve a sentarte y espera a que yo te sirva.

— No, no se me van a caer las manos por ayudar y no quiero aprovecharme más de ti... De tu hospitalidad — corrigió.

Hyunjin no le siguió llevando la contraria y bajo sus indicaciones el alfa ayudó con lo poco que había para hacer. Fue un momento agradable, bastante diferente de sus mañanas usualmente solitarias y silenciosas.

Cuando estuvo lista su preparación ambos llevaron los platos a la mesa.

— Olvidamos traer la... — cayó en cuenta el peli largo cuando ya estaba sentado. Al ver las intenciones que tenía de pararse, el alfa rápidamente lo detuvo.

— No te preocupes, yo voy por eso — se paró y habló fuerte desde la cocina — ¿Comes antes de ingerir lo de tu tratamiento?

—  Uh... ¡si! — gritó de vuelta — gracias por recordarme, ahora voy...

El alfa estuvo de vuelta en la mesa y dejó puesto lo que habían olvidado. Comieron con gusto y charlaron tranquilos. Jeongin agradeció el no tener que presentarse en la clínica ese día, de lo contrario no podría estar tan despreocupado junto a Hyunjin.

Huellas -JeongJin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora