Piel Escarlata. [JaeYong]

El Peor Miedo de la Bruja.

"Tu sonrisa seductora y tu sensación de misterio
Me gustan, me gustan, me atraen. 
Tu perfume singular 
Hace que me sienta como si estuviera paralizado. 
Me gusta, me gusta, sí. 
Brillando con intensidad en este mundo impuro
Sólo tú me iluminas. 
Sin parar, acabas con mi dolor. 
Me gusta, me gusta, sí. 
Te lo mostraré todo de verdad
Mi verdadero yo. 
Quiero llenar mi destino contigo. 
Abre tu corazón. 
Muéstramelo.
Haz un espacio para mí.
La historia oculta que no se podía entender. 
¿Qué soy para ti? "

Kim JaeJoong - Secret. 

─────────☾ † ☽────────

Mordisqueando su labio inferior con insistencia debido a la ansiedad que le carcomía las entrañas, TaeYong miró atentamente a su alrededor que, en realidad, estaba vacío.
O, bueno, al menos eso era lo que suponía al no ver nada más que no fuera oscuridad.

Una muy, muy profunda oscuridad 

El cuadro aquel estaba constituido por una redonda mesa con tres asientos y varios focos colgantes de tamaño pequeño que parecían hacer alusión a las estrellas, iluminando justo lo necesario. Es decir, la mesa y las tres sillas que tenían debajo.

Todo lo demás, había sido tragado por el abismo.

El redondo objeto estaba cubierto por un elegante mantel rojo; con un camino de mesa negro que le cruzaba y que parecía partirle por la mitad, haciendo juego con la loza, servicio y copas, también negros. En el centro había un florero de vidrio con forma de calavera que sostenía doce rosas rojas. Y el agua... bueno, TaeYong dudaba que con aquel profundo color rojizo y gruesa densidad, fuera algo más que sangre.

Era un poco perturbador, sí, no lo iba a negar pero, no estaba asustado. Sólo se sentía ansioso por saber quiénes serían sus invitados en esa profunda noche oscura en su Somnium.

¿La verdad? TaeYong no sabía qué o a quién esperar, así que sostenía un gran abanico de posibilidades dentro de su cabeza. Desde personas que amaba y amó, hasta personas que odiaba y odió.
Era todo un misterio y, por alguna razón que parecía ir en contra de todas las leyes del universo, aún no sentía el impulso de revisar aquellos sobres puestos en cada plato correspondiente a un lugar en la mesa.

Claro, el sobre que estaba en el plato frente a él tenía su nombre pero... ¿y los otros dos?

Era casi como si una vocecita en su cabeza le dijera que no, que no debía mirar antes de tiempo, que debía esperar a que llegaran y...

Joder. Era todo tan extraño.

Dando un respingo en su posición por el repentino sonido de una puerta siendo cerrada, TaeYong volteó a mirar en dicha dirección.
Su corazón martilleando con desenfreno en contra de sus costillas y su respiración estancada.

Fue hasta cierto punto una decepción no ver nada más que oscuridad; una decepción que quedó plantada en sus entrañas como algo amargo y un tanto desolador.

¿Estás seguro de que no sabes a quién esperas? ¿Estás seguro de que no los extrañas, Tyong?

Con un poco de suerte, TaeYong alcanzó a sentirse confundido bajo las palabras de aquella vocecita dentro de su cabeza, pero fue más bien algo de una fracción de segundos porque antes de que pudiera sucumbir a todo aquel mar de dudas, el sonido de las patas de las sillas arrastrándose por el piso de porcelanato, llamó su atención.