Piel Escarlata. [JaeYong]

La Bruja en la boca del Vampiro.

"El destello de las estrellas llama al viento.
Tu sonrisa desvanece el ruido. 
El ángel que se refleja en tus ojos susurra
que todo está por comenzar. " 
                          - Olivia Lufkin. Wish. -

─────────☾ † ☽ ────────

Con su corazón dando respingos dentro de su pecho con un ritmo aún más rápido que el de los bajos de la música que resonaba por todo aquel enorme local, TaeYong avanzó a paso decidido, serpenteando en medio de los cuerpos con una agilidad admirable pero que, de todos modos, no era la suficiente para evitar chocar con aquellas anatomías que se balanceaban de allá para acá, completamente fuera de ritmo.

Brazos en alto, sonrisas amplias, gritos de diversión, alcohol en la sangre.

Una combinación desastrosa y que le hacía estar más convencido de que, maldición, odiaba ese tipo de cosas.

Frunciendo el puente de su nariz por debajo de la máscara de kitsune que le cubría la parte superior del rostro, TaeYong utilizó sus dos manos para empujar a aquel gorila frente a él -literalmente gorila; un peludo y enorme disfraz de gorila- apartándolo de su camino para poder acercarse de una vez por todas a un rincón de aquella lujosa discoteca llena de decoración ideal para esa Noche de Brujas.

"Noche de brujas" ¿Por qué mierda sonaba como el plato dentro del menú de un café?

Lo odiaba.

Lo odiaba con todo su corazón.

Pero, lamentablemente, era así, era la noche de las brujas, y él debía estar allí esa noche; incluso si eso significaba estar arriesgando su pequeño y bonito trasero redondito en medio de lo que debía ser una maldita cuna de seres del submundo.

Sobre todo vampiros. 

Muchos, muchos vampiros. 

Los vampiros adoraban esos lugares llenos de personas sudorosas, con exceso de alcohol en su torrente sanguíneo, deseo por el sexo, e inocencia a su vez. 

O, más que inocencia, idiotez. 

La idiotez suficiente para engatusar y, así, asesinar. 

Malditos hijos de puta.

También los odiaba. 

Intentando no pensar en ello ya que no quería arruinar su noche y porque, después de todo, estaba en una zona de "paz" así que, en conclusión, nadie podría ni debería hacerle nada, TaeYong cruzó los brazos contra su pecho, por debajo de aquella capa roja que llevaba puesta a pesar de las burlas de Johnny diciendo que parecía Caperucita roja, y se acurrucó en aquel rincón junto a la escalera caracol que daba al segundo piso del local.

Allí, en ese rincón oscuro, además de haber un par de personas besándose -y quizás algo más- no había mucho movimiento, volviéndolo el lugar perfecto para esperar a sus amigos sin tener que estar demasiado cerca de personas sospechosas. Algo necesario para calmar su ansiedad. 

Porque la verdad era que se sentía con los nervios a flor de piel, y a punto de botar las entrañas por la boca.

La última vez que había salido para esa fecha, había sido hace diez años atrás.
Una noche que terminó con él corriendo de un vampiro monstruoso para luego ser rescatado por otro vampiro que, si bien, horrible no era, de todos modos le mordió.