Piel Escarlata. [JaeYong]

Un mismo hilo de sangre para los corazones replicados. (Final)

Querido lector: 

¿Eres capaz de recordar tu niñez? Tus primeros pasos, aquella caída dolorosa de cuando estabas aprendiendo a usar la bicicleta, tu primer día de clases, tu primer amor infantil, ¿lo que sea? Y es que quiero que pienses en el recuerdo infantil más claro que tengas dentro de ti y me digas: ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Puedes revivir por completo las emociones de ese momento? ¿Sientes que tu corazón se hincha por el sentimiento predominante de ese recuerdo? Todos tenemos memorias, recuerdos que nos hacen llorar, que nos hacen reír, que nos llenan de orgullo o de miedos. Como seres humanos que somos, como seres con capacidades cerebrales óptimas para aprender y tener conciencia, avanzamos de acuerdo a nuestras vivencias, aprendemos ya sea de las caídas, de las risas o de cualquier situación por más mundana que parezca. Tenemos la opción, ya sea para bien o para mal, de recordar, de estudiar nuestras acciones y revivir emociones de algún momento en específico que nos remeció el corazón; así como también hay historias de nuestra vida que no están muy claras ya sea por un motivo u otro que nuestro subconsciente se niega a mostrar.
Entonces, con la atención fija en esto, quiero que pienses en cómo te sentirías si, de un momento a otro, todas esas vivencias importantes de las cuales no tienes recuerdos muy claros porque posiblemente eras demasiado pequeño o no estabas del todo atento, llegasen a ti y, sumado al recuerdo, todas las emociones fuertes experimentadas ese día le acompañasen.
Probablemente te volverías loco, ¿verdad? Porque una cosa son los recuerdos en imágenes y el sentimiento que se arrastra después de vivirlo, la enseñanza sacada de, pero, otra cosa muy distinta es volver a experimentar el miedo, el dolor, el amor y todo el resto de emociones existentes, sin ser consciente del final de dicha historia breve que te marcó por alguna razón en específico. 
El cerebro humano tiene muchas formas de autodefensa frente a las vivencias muy fuertes que nos dejan algún tipo de marca irreparable, por eso existen, por ejemplo, todo lo que es la bipolaridad, distintos tipos y grados de psicopatía, trastornos de personalidad múltiple, suma y sigue,  y es que personalmente creo que los humanos somos débiles ante los recuerdos. 
Algunos dicen que los recuerdos, las memorias, quedan almacenadas en el cerebro, otros dicen que en el alma pero, si me preguntan a mí, creo que es en ambas. No vas a nacer sabiendo cómo leer, pero tu alma sí va a recordar que la mujer que te sostiene entre sus brazos mientras canta canciones de cuna, es la misma mujer que en una vida pasada te sonrió con dulzura porque vio en tus ojos el sufrimiento de una experiencia de mierda. 
Pero nada es seguro, los misterios de la Vida, el Tiempo, el Destino y la Muerte, seguirán siendo eso, misterios. Misterios para todos nosotros. 
Cada vez que pienso sobre las marcas en la vida de TaeYong y YoonOh, me pregunto: ¿Por qué mierda tiene que pasarles tanto? Son fuertes, sí, tienen enormes corazones puros pero, maldición, no es justo, no es justo que les sucedan estas cosas, así como tampoco es justo que aquí, específicamente aquí, tengan que cargar con el peso de todos sus recuerdos, de todas sus vivencias, de todos sus miedos. Pero no soy yo quien decide lo que es justo o no, lamentablemente, y lo único que puedo hacer es estar ahí para estabilizar la mente de esos hermosos chicos que cada vez que están juntos, me hacen sonreír por todo el amor que puedo ver en ellos. (Por favor no se lo digan, son unos malditos odiosos que no me dejarán en paz). 
Ambos van a sacrificar demasiado, siempre lo hacen, pero en esta partida de ajedrez, es TaeYong quien se la lleva más pesada. Es una suerte que YoonOh siga a su lado. Son excelentes almas gemelas, compañeros de vida. 
De todas sus vidas... 

No sé quién seas, querido lector, y lamento darte la lata con todo esto pero quiero que sepas que, si fuiste capaz de leer todo lo que había aquí, si llegaste hasta acá, es porque tu alma lo necesitaba, lo quería y, ¿quién sabe? Tal vez somos almas que se conocieron en otras vidas y este es el inicio de nuestra nueva historia. 
Recuerda, no existen los finales, sólo la vuelta a un nuevo comienzo.