Un mismo hilo de Sangre para los corazones replicados. (Parte I)

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"Yo era un océano, perdido en el exterior. 
Nada podría llevarse el dolor. 
Así que puedes arrojarme a los lobos. 
Mañana volveré liderando la manada completa. 
Déjame lleno de moretones. 
Cada herida me formará,
Cada cicatriz construirá mi trono. 
Te dejaré asfixiada con cada palabra que dejaste sin salir. 
Reconstruiré todo lo que tú has roto. 
Y ahora sabes. 
Cada herida me formará,
Cada cicatriz construirá mi trono". 

Throne - BMTH


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—¡Mami, mami, mami!

Con genuina exaltación infantil, el pequeño TaeYong puso el libro en el regazo de su madre y se apoyó allí, levantando los pies del suelo al mismo tiempo en que alzaba la mirada hacia la mujer. Todo ojitos adorables y sonrisa condescendiente.

SeongJin, quien hasta ese momento había estado con su mirada fija en la pantalla holográfica que flotaba sobre la mesa delante de ella, volcó toda su atención hacia el pequeño niño de grises cabellos y grandes ojos. El iris izquierdo de un profundo azabache, el derecho de un bonito escarlata.

Ya estaba acostumbrada a ello.

—Bebé, bebé, bebé. —dijo la mujer en un tono tan divertido como cariñoso. Cejas en alto y dedos enredados en tan sedosos cabellos grises. Sonriendo, prosiguió—. ¿Qué pasa? ¿Qué quiere la luz de mis ojos?

Fue inmediata la risita por parte de TaeYong. Sus mejillas teñidas de rosado y sus ojos conteniendo la luz de las estrellas.

—¿Aún tdabajas? —el tono de voz de TaeYong fue dulce, haciendo evidente su problema con la "r" en sus tempranos cinco años de edad.

SeongJin presionó los labios para no reír, fascinada con lo adorable que era su pequeño.

¿Cómo no caer derretida?

Dejando su mano puesta en la espalda de TaeYong, SeongJin permitió que el pequeño niño siguiera colgado de su regazo. Una muestra de lo inquieto que podía ser dentro de los rasgos observadores y analíticos que comenzaba a mostrar.

Lo cual no era bueno si se tenía en cuenta la situación en la cual estaban envueltos.
Joder. ¿Por qué no había podido salvarlo? Otra vez...

Ignorando el dolor en su pecho, SeongJin sacudió la cabeza, dando una rápida mirada hacia el libro que TaeYong le había entregado "disimuladamente".

—Ya terminé. —aclaró la mujer de negro cabello, frunciendo el puente de su nariz en un movimiento rápido—. ¿Por qué lo preguntas, bebé?

En realidad, SeongJin sí sabía por qué TaeYong le hacía aquella pregunta pero, Cristo, adoraba la voz de su hijo, su elocuencia, sus esfuerzos por manejar palabras complejas para un niño de su edad. Así que... sí, se estaba haciendo la desentendida sólo para que el pequeño hablara. Por más sencilla y obvia que fuera la respuesta.

TaeYong parpadeó largo y pausado, agitando sus pestañas en una -inocente- manipulación juguetona que mostraba sólo con SeongJin y Johnny. Uno de los tantos científicos que se encargaban de ellos.

—Es que... —comenzó diciendo el pequeño; un tono cantarín y melodioso, tímido—. Quiedo que me leas otda vez. —jugando con sus dedos, TaeYong ladeó la cabeza y frunció sus cejas hacia arriba en una petición silenciosa y extremadamente adorable—. ¿Cdees que sea posible, mami bonita?

Piel Escarlata. [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora