Piel Escarlata. [JaeYong]

Los Amantes se encuentran en las Estrellas.

"Pasando mis dedos por tu cabello,
siento que tus pensamientos han dejado esta Tierra.
¿Vale la pena?
Sí.
¿Es genuino? ¿Puedo amar así?
Déjame darte algunas razones.
Sé que no estás acostumbrado a esto.
Chico, me dejarás enseñarte.
Tu mente pide por mi amor.
Sólo necesitas escucharlo.
Trata de no alejarte demasiado.
No dejes que tus miedos te controlen.
Mantente alerta con besos auténticos.
Llenos de amor.
Te mostraré cómo se supone que debe sentirse,
cuando nos encontremos en el cinturón de Orión.
Te mostraré cómo se supone que debe sentirse.
Cuando tus manos bajan por mi cuerpo,
es como un boleto al cielo cósmico.
Deja que tu cuerpo se acostumbre a esto.
No importa dónde estemos,
porque cuando nos tocamos, estamos acariciando las estrellas.
Deja que tu cuerpo se acostumbre a esto".

Orion's Belt - Sabrina Claudio.

─────────☾ † ☽────────

TaeYong creía estar sobre una nube tan suave y esponjosa, llena del aroma dulce y cítrico de las manzanas caramelizadas, que no podía hacer más que entregarse por completo a todas aquellas sensaciones que revoloteaban en su cuerpo; simulando el aleteo de una mariposa y el suave zumbido del vuelo de una abeja.

Todos sus músculos relajados, sus terminaciones nerviosas en calma y sus dedos ligeramente crispados por todo ese placer que goteaba como caramelo dulce dentro de sus entrañas.

El paraíso. Sí. TaeYong estaba en su propio paraíso.

Un paraíso muy lejano a esa imagen con el sol en lo alto bañando un campo extenso lleno de flores, como solían interpretarlo en películas, libros y fotografías. Su paraíso era más bien un extenso lago rodeado por el bosque denso y húmedo, donde, detrás de aquellas bajas montañas vírgenes, se podían ver los primeros rayos del sol tiñendo el cielo de colores rosados, amarillos, morados y azules, creando una mullida cama de colores pasteles para aquella sonriente luna acompañada por Venus, aún en lo alto del cielo reflejado en lo profundo del lago como espejo.

Olía a sol, a rocío, a tierra húmeda, jazmín, té verde y limón. Olía a felicidad, amor y complemento.

Complemento...

YoonOh.

Oh. Joder. Sí. Estar allí se sentía como estar entre los brazos de YoonOh.

Y de tan sólo pensar en el maldito -exquisito- vampiro, el aroma a café lo envolvió por completo. Acariciando su piel, acunando su alma y estimulando sus sentidos; tal y como lo hizo mientras lo llenaba de besos y mordidas, haciéndole el amor lento, duro y desquiciante.

Bastardo. Realmente le hizo el amor en una contemplación total de cada rincón de su cuerpo. Y si bien se avergonzó, Cristo, lo disfrutó a un grado excepcional.

Tocando las estrellas con la punta de sus dedos y fundiéndose en el fuego del infierno.

Joder.

De tan sólo recordarlo...

Estremeciéndose de punta a cabo bajo la intensa oleada de dolor mezclado con placer que le atacó, TaeYong dejó libre aquel gemido que quemó desde lo más profundo de su pecho. Empuñando sus manos y arqueando su espalda.