La Bruja acurrucada en el Vampiro con aroma a Café y Sol.

2.1K 277 240
                                    

"Sabes que estoy obsesionado con tu cuerpo,
pero en realidad es la manera en que sonríes para mí. 
Es muy dulce, saber que me amas.
Aunque no necesitemos decírnoslo el uno al otro, es dulce. 
Saber que te amo, y pasar mis dedos por tu cabello
Es muy dulce. 
Viendo el vídeo donde estás acostada
en tu lencería roja, diez veces por noche. 
Sabes que pienso que tu piel es de un color perfecto. 
Pero son siempre tus ojos los que me hunden. 
Es muy dulce, saber que me amas. 
Aunque no necesitemos decírnoslo el uno al otro, es dulce. 
Saber que te amo, y pasar mis dedos por tu cabello
Es muy dulce". 

Sweet - Cigarettes After Sex. 


─────────☾ † ☽────────



—Joder, TaeYong —gruñó DoYoung, frunciendo el ceño y escondiendo su rostro tras la taza de café que estaba bebiendo—. Me das miedo. ¿Qué clase de brujo eres?

Sin poder evitarlo, TaeYong soltó un bufido antes de que una pequeña risa escapara de entre sus labios. No sabía si sentirse elogiado o asustado de sí mismo.

Es decir... ¿Tan sorprendente era lo que había hecho?

Cristo. Él pensaba que las brujas pertenecientes a aquelarres podían hacer mucho más que un simple hechizo Títere. ¿No era así acaso? O, tal vez, el que DoYoung dijera todo aquello no era más que una forma de hacerle sentir cómodo después de todo lo que YoonOh y él les habían contado, ¿no? No estaba muy seguro. 

Si tenía que ser sincero, aún se sentía un poco ansioso con el hecho de que alguien lo había mandado a vigilar con el plan de, seguramente, encontrar una debilidad en él para poder matarlo. No era una noticia agradable de recibir, claro estaba, y si bien sabía que era capaz de defenderse, aún así el miedo se posaba en sus entrañas, negándose a moverse del todo.

Odiaba el miedo, sobre todo cuando no tenía adrenalina para combatirlo.

—Soy feliz de que ese hechizo del mal funcionara —dijo Johnny con un bufido de por medio, atrayendo todas las miradas en su dirección—. Después de tantos años siendo una rata de laboratorio para TaeYong, siento que todo el sufrimiento valió la pena.

Los tres vampiros en el lugar miraron a TaeYong confundido, y eso fue lo suficientemente divertido como para que, teniendo que cubrirse la boca con ambas manos, TaeYong soltara una fuerte carcajada.

Estúpido Johnny.

Gracias a que estaba sentado a un lado de su amigo hombre lobo, TaeYong no tardó en darle un golpe con los nudillos de su diestra justo en el centro del muslo.

—No lo digas de esa manera. —regañó al pelinegro, ignorando el suave "¡Auch!" que este soltó producto del golpe—. Sólo fueron bromas inocentes que Lucas y Mark también tuvieron que soportar.

—¡"Bromas inocentes" dice el muy maldito! —contraatacó Johnny de inmediato, rodeando los hombros de TaeYong con uno de sus brazos y tirando de él en su dirección, revolviéndole el cabello—. Si obligarme a decirle a una turista, con pareja, que tiene "el culo más caliente que he visto en mi vida" es inocente, no me imagino cómo serán tus juegos malintencionados.

Riendo, TaeYong se removió entre los brazos de Johnny hasta que logró zafarse, pasándose ambas manos por el cabello en un exagerado gesto de alivio.

Era consciente de la mirada de los vampiros sobre ellos, sobre todo de la mirada de Ten quien, sentado del otro lado de Johnny, apenas parpadeaba mientras les miraba pelearse, por lo que irremediablemente él también le dedicó rápidas miradas.
En cambio, como YoonOh y DoYoung estaban sentados en el otro sofá de tres cuerpos que había en el lugar, justo por su lado, no los miró a pesar de sentir las miradas fijas en su nuca; fingiendo que era sólo por las jugarretas que estaba teniendo con Johnny y no porque una parte de él se estuviera torturando mentalmente por no poder mantener sus sucias manos alejadas del maldito de YoonOh.

Maldito YoonOh. 

—Esa es una travesura inocente.

Canturreó TaeYong hacia su amigo, dedicándole un guiño justo antes de sentir unas manitos en sus piernas.

SungChan.

En todos los minutos que llevaban conversando, el niño se había mantenido sentado en la alfombra, "leyendo", según él, un libro que tenía dinosaurios para colorear. Aunque era obvio que, de vez en cuando, les daba furtivas miradas; prestando más atención a lo que ellos hablaban que a los dibujos delante de él.

Era sorprendente lo receptivo, tranquilo y analítico que era el pequeño niño.

A TaeYong le encantaba.

—¿Qué pasó, amor? —preguntó TaeYong con dulzura una vez miró hacia el niño quien, sosteniéndose de sus piernas, miraba con desconfianza a Johnny. Adorable. Pasando una mano por el negro cabello del pequeño para llamar su atención, TaeYong prosiguió—. ¿Quieres sentarte aquí conmigo?

Ah. Mierda.

TaeYong sintió su corazón derretirse bajo la emoción tintineante, como pequeñas estrellas, en esos hermosos iris negros.

SungChan asintió. 

Tan lindo.

Sonriendo, TaeYong se inclinó lo suficiente como para poder sostener con comodidad a SungChan y subirlo a su regazo en el mismo instante en que el niño se sostuvo de su suéter y acomodó el rostro contra su cuello, olfateando tal cual lo había hecho las veces anteriores.

—Te adora. —susurró Ten con admiración.

TaeYong rió bajito, haciendo un esfuerzo sobrehumano por no chillar por las cosquillas que la respiración del niño le hacía en el cuello, justo por encima de la marca que YoonOh le había hecho.

Oh.

Un segundo.

¿SungChan estaba olfateando la marca?

Piel Escarlata. [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora