Piel Escarlata. [JaeYong]

Hilos Escarlata. (Parte II).

"La Bruja como el juez de los bastardos de Tepes."

─────────☾ † ☽ ────────

"No aguanto más. 
No aguanto más. 
No aguantaré más. 
Miles de veces he tentado al destino.
Miles de veces he jugado este juego. 
Miles de veces que he dicho Hoy. 
Pondré mis manos alrededor de tu cuello... 
Pondré mis manos alrededor de tu cuello.
Tan duro, con amor." 
                                                                     Up in The Air. - 30 Seconds To Mars. 

─────────☾ † ☽ ────────

Cada bombeo rápido de su corazón parecía apoderarse de todos los sistemas en su cuerpo; retumbando en él, haciendo vibrar su sangre y provocando un eco desagradable en su caja torácica que lo tenía con una angustia constante. Demasiado amarga como para intentar tragarla hasta deshacer el nudo en su garganta.

Mirando en todas direcciones, YoonOh continuó corriendo hasta llegar al filo de uno de los techos y saltar al próximo. Rápido, sigiloso. 

"Son más como gatos" le había dicho TaeYong para referirse a los vampiros, y ahora que él y su clan hacían esto, en medio de la noche y sin público que pudiera revelar su identidad, YoonOh creía que sí, que TaeYong tenía razón.

Los vampiros eran más como unos gatos si es que se buscaba compararlos con algún animal.

Porque mientras los licántropos cubrían veredas y bosques, ellos, los chupasangre, se movían por los techos y la oscuridad.

Buscando, precisamente, a ese bonito brujo de rosado cabello y vívidos ojos noche. 

Mierda.

Esto tenía que ser una jodida broma.

¿Por qué mierda se había confiado de que TaeYong estaría bien?

Es decir, sí, todos esos años el brujo lo había estado pero, en todo ese tiempo los hijos de Tepes no se habían revolucionado de aquel modo, por lo que era lógico que actualmente TaeYong se encontrara en un peligro constante.

Era cuestión de sumar dos más dos.

Pero no, él no sumó dos más dos y dio por sentado que TaeYong estaría bien, solo, en su casa.

¿Por qué mierda no había pensado que el brujo tenía que trabajar como cualquier mortal, para poder sobrevivir? Obviamente TaeYong iba a salir de la casa en algún momento, de aquella magnífica protección en la que él mismo se apoyó para actuar como un imbécil sin razonamiento.

Era estúpido. Demasiado estúpido de su parte.

Y aquel dolor en sus entrañas no dejaba de repetírselo una y otra vez.

"Deberías haber estado más atento. No deberías haberlo dejado solo."

Mierda. Sí. Lo sabía.

Lo que no sabía era, ¿cuál sería su reacción si esos imbéciles le hacían algo malo a TaeYong?  Él...

Cristo. No.

Ni siquiera quería pensarlo.

Deteniéndose en el filo de un techo, YoonOh se pasó ambas manos por el cabello, exasperado, y miró detenidamente a su alrededor.

La luz de la luna bajo el despejado y frío cielo nocturno aportaba una luminosidad digna de película de terror; con tintes plateados y celestes que, irremediablemente, llevaban a las sombras a alargarse y mecerse con la suave sinfonía del viento como su compañera.

El pueblo estaba en silencio, dormido, sirviendo como una burla para el sinfín de imágenes angustiantes que su cerebro no dejaba de reproducir.

¿Dónde?

¿Dónde estás TaeYong?

Y una parte de él quiso gritar aquellas preguntas, a todo pulmón, hasta hacer sangrar su garganta; pero nada salió de allí. Aquel nudo de concreto llamado miedo, lo impidió.

Con lo fuerte que soplaba el viento, era difícil encontrar un aroma en específico, todo se mezclaba en el aire y hacía compleja su labor de reconocer el perfume de brownie con frambuesas que tanto ideantificaba a TaeYong.

¿Dónde podía estar?

¿Dónde...?