Piel Escarlata. [JaeYong]

El Eclipse entre el Brujo y el Vampiro.

"Me quedo despierto por ti,
Día y noche por ti. 
Hemos estado perdiendo la noción del tiempo. 
Alcanzando alturas más altas. 
Sólo hay una cosa en mi mente. 
Déjame tocarte donde más te gusta. 
Déjame hacerlo por ti. 
Te daré toda mi atención. 
Sumergirme en ese océano de tu amor. 
Déjame mostrarte cuánto te deseo. 
Goteando por tu cuerpo como si fuera oro. 
Lentamente empañamos las ventanas. 
Mi piel contra tu piel. 
Una y otra vez. 
Suda por mí, suda por mí. 
Te amo y te arranco la ropa. 
Maldición, podría perderme en un latido. 
Maldición, no puedo superar tu cuerpo. 
No puedo quitar mis ojos de ti, bebé. 
Déjame amarte". 

Sweat - Zayn. 

─────────☾ † ☽────────

YoonOh estaba... desconcertado. Completamente descolocado y destrozado.

Sí, "destrozado", eso era lo que mejor describía su situación porque, joder, nunca imaginó que vería a TaeYong deshacerse de aquella manera, menos aún entre sus brazos y luciendo tan pequeño, tan débil, tan angustiado y vulnerable que, maldición, rompió su corazón en cientos de pedazos.

Estaba acostumbrado al TaeYong malicioso, juguetón, a aquel TaeYong fuerte y valiente que, incluso en situaciones de vida o muerte, era capaz de sonreír con coquetería y, al siguiente segundo, asesinar al enemigo con sólo un chasquido de dedos.

Pero ahora... mierda, ahora YoonOh sentía la ansiedad quemar dentro de él con la imperiosa necesidad -más fuerte de lo normal- de proteger a ese bonito brujo de todos los males del mundo. De los mundos.

Porque estaba seguro de que toda la culpa recaía en Winter. En Winter y todo su maldito veneno.

Joder. YoonOh quería ver a TaeYong sonreír, escucharlo gemir, ver sus mejillas sonrojadas, sus miradas llenas de coquetería, escuchar sus maldiciones y ver sus berrinches.
Y si para eso debía sacrificarse a sí mismo al beber de su sangre, lo haría sin pensárselo dos veces.

Bueno, ese había sido su pensamiento mientras veía a TaeYong romperse entre sus brazos, pidiéndole ser mordido. Pero ahora, en realidad, YoonOh estaba en una encrucijada de sentimientos.

Moralmente hablando -si es que acaso se podía meter la moral en algo como esto- YoonOh sabía que su deber debió haber sido hablar con TaeYong antes de morderlo, pero había algo entre todas las palabras que el brujo le dijo que no le hizo dudar en su actuar. "Muérdeme, bebe de mí y libera a tu alma de la conexión con Winter. Muérdeme y quédate conmigo". ¿De qué mierda estaba hablando? ¿De qué conexión con Winter?
Y no sólo esas dudas eran las que estaban rondando su cabeza en una confusión dolorosa que lo tenía al borde del colapso. No, claro que no.
Porque en el momento en que TaeYong explotó en llanto y dolor, dijo algo, dijo cosas que YoonOh no recordaba haber dicho, nombró lugares que él no recordaba haber visitado y situaciones que no recordaba haber vivido pero... pero al mismo tiempo, sí, sentía que las recordaba.

Una parte de él no muy profunda en su alma, en su corazón, recordaba cada una de las cosas que TaeYong había dicho; esas cosas, y más.

Y aquello era un poco espeluznante pero fascinante también.

Fascinante en más de un sentido porque, todo lo que decía TaeYong, también le llenaba de una felicidad que, explicar, parecía ser imposible.

Almas gemelas.