Piel Escarlata. [JaeYong]

La Mordida del Vampiro que juega a ser un Príncipe Azul.

"Cuando nuestras miradas se encuentran,
es un poco frustrante.
Quiero mirar esos ojos profundos,
pero no puedo. 
Porque incluso cuando tus dedos sólo me rozan,
mi corazón se va muy lejos". 

Bungee - BaekHyun. 

─────────☾ † ☽────────

TaeYong se sentía... eufórico.

Oh. Joder. Joder. Joder.

¡El hechizo estaba funcionando de maravilla! Y sólo había bastado que el maldito vampiro le diera un sorbo a su café para que todo comenzara a moverse en la dirección que él deseaba.

Sí. El hechizo lo suficientemente perfecto como para que, parpadeando lentamente, aquel vampiro quedase sumido en un estado catatónico, reaccionando sólo cuando él se lo pedía; respondiendo a sus palabras.

Tiza, su espíritu acompañante, era de gran ayuda en ello.

TaeYong sabía que no todos los brujos tenían un espíritu acompañante, de hecho, la mayoría de ellos no lo tenían porque era una magia que, en particular, era un tanto más compleja.

La relación entre seres vivos y la magia necesitaba de una conexión especial por ambas partes. Y lograr una conexión con animales no necesariamente domésticos, no se podía catalogar, ni por suerte, como "sencilla"; joder, no, era todo lo contrario.

La desconfianza se volvía constante por ambos involucrados, así como el miedo también.

Y, además de eso, existía el hecho de que la mayoría de los brujos no se quería dar el trabajo de intentar amansar a un animal salvaje a pesar de que era una de las magias más poderosas que pudiera existir.

Cuando TaeYong comenzó con todo esto de descubrir su propia magia no era conocedor de dicha información.
Y, a decir verdad, aún no tenía muy claro si es que era un don o algo por el estilo pero... esa conexión especial con los animales se le hacía sumamente sencilla. Natural. Desde el momento uno. 

Razón por la cual BoAh comenzó a enseñarle aquel camino en particular.

Quizás, vivir en medio del bosque había ayudado con ello.

Ayudar animales y pedirle ayuda a los animales fue una de las primeras cosas que aprendió a hacer. Pero no fue hasta que cumplió dieciocho años, que conoció a Tiza.

Esa noche había estado metido en las profundidades del bosque buscando todo tipo de cosas que le sirvieran para practicar su magia y, por alguna de las locas cosas de la vida, terminó mirando en el recoveco bajo un árbol. No le costó nada ver a la albina serpiente moribunda, quien parecía brillar en medio de la oscuridad del bosque.

Ojos como rubíes y piel como las perlas.

Lo lógico decía que la serpiente se alejara de él, que quisiera defenderse al verse amenazada por una criatura mucho más grande que ella, pero la lógica a veces no servía de nada y, antes de que TaeYong pudiera intentar ayudarla, la serpiente ya se estaba envolviendo en uno de sus tobillos, mirándolo con lo que parecía ser alivio.

TaeYong no comprendió, en lo absoluto, todo lo que estaba sucediendo; esas emociones que le hicieron sentir como si hubiera una conexión especial entre la serpiente y él, como si fueran amigos.