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Diego.

Me desperté y sentí un poco de peso sobre mi pecho, me refregué los ojos y me acostumbré de a poco a la luz de la pantalla que tengo frente a mi.

Vi a la Andrea que está durmiendo tranquilamente y también a la Cristina con la Paz que se agarraron la tele para poner monos.

¿Qué hora es?

Mi vista se fue a la ventana y ya está medio oscuro, conchetumareeeee me van a retar.

—Cristina —le hable y me iba a parar pero recordé que tengo encima a la Andrea y no quiero despertarla—¿Que hora es?

—No se, no me quiero ir aún —hizo un puchero.

—No se vayan po, quédense a tomar once, mis papas ya deben estar por llegar —dijo la Laura.

—Bucha Laura no podemos, nuestros papas deben estar preocupados —hice una mueca.

Trate de sacar el celular de mi banano pero la cabeza de la Andrea está encima de este.

—Andrea —la moví un poco y se quejó, me reí—Despierta, teni que ir al liceo —la webie.

—No quiero —se acurrucó más a mi—Ya po mamá, cinco minutos más.

—Está tu pololo aquí, despierta.

—Dile que se vaya —susurro—Lo único que hace es retarme.

Uy.

La tome en brazos e inconscientemente enrollo sus piernas en mi cadera.

—Oye Laura, ¿Cual es la pieza de la Andrea?

—Es la última, en la puerta está escrito su nombre.

Camine más adentro de la casa hasta el final del pasillo en donde vi el nombre de la Andrea escrito en una wea de madera.

Entre a la pieza y observé el color rosa palo por unos segundos, la recosté sobre la cama pero no me quiso soltar.

Y para qué andamos con weas, tampoco quiero que me suelte.

—Andrea, ya me tengo que ir —la moví un poco.

Le empecé a hacer cosquillas y por fin empezó a despertar.

—Ya, para —se rio.

—Teni el sueño pesado —me senté en la orilla de la cama—Ya es tarde, me tengo que ir.

Se refregó los ojos y luego me miró unos segundos, se quedó pegada mirándome.

—¿Hablamos después? —preguntó tímida.

—Dale, ¿Teni mi número?

Negó.

—Yo se lo pido a la Ale después, ya, chao preciosa —le di un beso en la frente y me paré de la cama—Cuídate.

—T..tú también —tartamudeó—Yo.. osea, ¿Le puedes decir a la Laura que venga?

Asentí y me reí antes de salir de su pieza, me encanta cuando se pone roja, me da ternura.

Le dije a la Laura que fuera donde la Andrea y luego de que nos despidiéramos de ella salimos corriendo de allí.

—Corre que nos van a retar.

—Pero yo quería seguir jugando —dejo de correr y se sentó en la vereda.

La tome en brazos y le saque los rulos de la cara.

—Otro día volvemos, ahora ya es tarde y no has comido nada po wawa —le di un beso en la mejilla.

—Pero no tengo hambre po Diego —se amurro.

—Te apuesto que vamos a llegar a la casa de la Milla —me referí a la amiga de mi viejita—Y vas a pedir comida.

—Un helado —alzó una ceja.

—Dos helados —sonreí.

Estrechamos las manos para cerrar el trato, estoy seguro que va a llegar a correr para comer algo.

🛸

—¿Y estuviste todo el día con esa mina? —me interrogó la Natalia, la hija de la tía Milla.

Asentí mientras webeo por WhatsApp al Javier.

—¿Y llevaste a la Cristina a esa casa cuando ni siquiera la conoces bien? —siguió webiando.

—Si.

—Puta el weón pesado, ¿No puedes responder bien? —puso su mano en mi pierna y la miré mal—¿Me tratai así por que te di un beso verdad?

—Si po Natalia weon, nos criamos como hermanos.

—Pero no lo somos y nunca lo seremos —se cruzó de brazos.

—Soy casi mayor de edad y tú tienes quince por la chucha, búscate alguien de tu edad —me paré del sillón.

—Son tres años —bufo.

La ignore y salí de la casa, camine hasta la plaza en donde ahora nos comenzamos a juntar con los cabros. Cuando llegue estaban los dos ahí así que no tuve que esperarlos como otras veces.

—¿Y anoche qué pasó? No nos contaste —dijo el Javier.

—Uy ya llegó la vieja sapa —me reí y abrí un yogurt que me robe de la casa de mi tía.

—Cuenta po weon —el Jaime me pego un wate.

No puedo hacer esa wea, soy un hombre de palabra y la Andrea me dijo que hiciera como si eso nunca hubiera pasado y eso haré.

—Buta —suspiré—La Andrea se cansó así que nos fuimos por otro lado para perder a esos weones, después fuimos a comernos.. unos completos.. —me interrumpieron.

—Unos completos le dice el weon care raja —se rio el Jaime.

—Te la comiste, admítelo, si igual está rica po, no me digai que no —el Javier me pego unos codazos y le pegue un wate.

—Tiene pololo aweonao y no te miento, es terrible linda, pero paso de ahí hermano.

No quiero destruir relaciones po, aparte la última vez que me meti con una mina con pololo termine casi en la morgue weon, aunque igual me arriesgo por la dama..

No weon, tengo que enfocarme en otras weas ahora.

En otra vida                                        Donde viven las historias. Descúbrelo ahora