55

1.9K 130 5
                                    

—¿Que.. Como? —dije atónita mirando al Diego.

—Despertaste por fin —dijo el tío—El cabro llegó hace como tres horas, ¿Por que no le dijiste dónde estábamos? —frunció el ceño.

Mire al Diego el cual me mira serio.

—Nosotros tenemos que ir a buscar algo al colegio así que después nos vemos, conversen tranquilos —dijo mi mamá parándose de la mesa.

En un dos por tres los dos nos encontrábamos solos en la casa, mierda.

—Tuve que llamarlos, no me dejaste otra..

—¿Eri tan descarado como para venir y sentarte a la mesa después de todo lo que hiciste? —me cruce de brazos.

—Necesitaba ver si estabas bien, me dejaste preocupado y.. —abrió su mochila para sacar una cajita con un test de embarazo—Toma.

No lo recibí.

—Que no estoy embarazada —bufé.

Empecé a caminar de un lado a otro un poco desesperada, siento que se me va el aire, no se, esta situación me está irritando demasiado.

—Andrea..

—¡No, Diego! —lo interrumpí—Ándate, no quiero verte, quiero estar sola.

Me observo bien durante unos segundos, luego me agarro mi mano con la que anteriormente yo no dejaba de jugar.

—¿Podemos tranquilizarnos primero? —acarició mi pelo—Estás muy nerviosa y me da miedo que te de algo.

Sin esperar mi respuesta, el Diego me llevo hasta el sillón y de a poco me fue abrazando hasta que quede completamente en sus brazos.

—Shhh, todo está bien —me sobo la espalda.

—No, nada está bien.

—Quizá solo nos estamos amargando por nada, es mejor si t..

Dejé de escucharlo cuando nuevamente me dieron ganas de vomitar y tuve que correr al baño.

—¿Y si vamos al hospital? —preguntó.

Tire la cadena y me lave la boca, pase por su lado ignorándolo para luego irme a acostar a mi cama.

—Andrea..

—Diego, déjame sola por la cresta —me tape la cara con las manos.

—Solo quiero ayudarte, se que me mande la media caga, pero no voy a dejar que pases por esto sola, y si, dije que me iba a alejar, pero si estás embarazada no lo pienso hacer, es mi hijo igual.

—Si llego a estar embarazada ni pienses que lo voy a tener —me volví a parar de la cama.

—No es solo tu decisión —se cruzó de brazos—Los dos lo hicimos.

Lo mire mal.

—Es que no me importa lo que tú quieras o no quieras, yo lo voy a abortar y no me importa si te opones —me paré de la cama y agarré mi celular.

—No lo vas a hacer.

—¡Si lo voy a hacer, no voy a permitir que nazca enfermo igual como yo lo estoy! —le grité—¡No quiero que esté tomando pastillas toda su maldita vida, que no pueda jugar tranquilo porque se va a marear o se le acalambraran las piernas, que te miren como la pobrecita solo porque estás... estás enferma.

Mierda.

—¿Que dijiste? —frunció el ceño.

—Estoy enferma, Diego —confesé.

Camine hasta el mueble aunque la cabeza me da mil vueltas. Saqué el frasco con pastillas y lo tiré a la cama.

—¿Quieres que tome todas esas weas? ¿Esa wea quieres? ¿Quieres que tenga que ir al médico todos los meses para que lo controlen? ¿Quieres que odie su vida igual como lo hago yo? —me limpié las lágrimas—Mierda, Diego, ni siquiera puedo tomar café porque me hace mal.

Se quedo ahí, mirándome, como si.. estuviera procesando todo lo que le dije.

—Ahora ya lo sabes, te puedes ir y hacer lo que querai, sigue robando autos, no se, pero yo no pienso tenerlo.

Se acercó a mi y se sentó en la orilla de la cama, apoyo su cabeza en mi hombro y me dio un beso en la mejilla.

—No me voy a ir.

—Andate, por favor —sollocé—Por favor, quiero estar sola.

Dejo el test de embarazo sobre el velador y me dio un beso en la frente antes de salir de mi pieza.

¿Que mierda hice? Después de todo, el Vicho tenía razón, soy una irresponsable culia, soy como una niña..

Agarre el test culiao y me fui al baño, suspiré.

Escuche como se abrió la puerta y luego las voces de mis papás, mierda, mierda, mierda.

—¿Pudiste hablar con ella? —le preguntó mi papá al Diego que creo que sigue allí.

No logré escuchar mucho más.

Una vez que me hice el test, lo dejé sobre el mueble qué hay, me lave las manos y la cara. Me mire en el espejo, mi piel weon.. esta media amarilla, mierda.

—¡Mamá! —grite y le saque el pestillo a la puerta—¡Ven rápido, apúrate!

Y en unos segundos mi mamá entró al baño, me miró preocupada.

—¿Que pasó? —instintivamente puso su mano en mi frente y maldeció en voz baja.

Me tomo la mano y me hizo bajar las escaleras con cuidado, vi a mi papá con el Diego mirándonos preocupados.

—Seba, tenemos que ir al hospital —le dijo mi mamá.

Los dos se pararon y el Diego se acercó a mi.

—¿Que pasó?

—Nada, no te preocupes —le contestó mi mamá—¿Te puedes quedar aquí con la Laura? Tal vez tengamos que pasar la noche allá —suspiró.

—S..si —asintió y acarició mi mejilla, pero corrí la cara.

Salimos de la casa y me subí al auto, mi mamá se vio conmigo atrás.

—¿Que te duele? —preguntó mi papá.

—Todo.

—¿Desde cuando?

—Hace algunos días, igual he estado vomitando.. —trague grueso.

—¡Pero Andrea! —mi papá alzó la voz—¿Por qué chucha no nos dijiste?

—Sebastián, cálmate, ahora no.

Mi papá murmuró algo en voz baja y yo me apoye en el pecho de mi mamá, estoy más nerviosa que la chucha.

Mierda, el test lo dejé en el baño..

En otra vida                                        Donde viven las historias. Descúbrelo ahora