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Sin duda esa despedida fue la más dura, nunca pensé que iba a tener que presenciar la muerte de ella, la muerte de mis ojitos de zafiro. Muriendo lentamente y con mucho dolor, como si la vida quisiera hacerla pagar por algo..

Su entierro fue en el mismo cementerio en donde están todos sus abuelos. Ahora tal vez estas feliz con ellos, Andrea.

Una semana ha pasado y lo único que he hecho durante este tiempo es llorar, se que ella no quería que llorara, pero es imposible no hacerlo cuando ya no tengo a quien abrazar y que me transmita ese amor que solo me transmitía ella.

Mi dama..

La luz de mi pieza se encendió y vi a mi mamá entrar, se sentó en la orilla de la cama y me sobo la espalda como ya lo ha hecho todas estas noches.

—Ya, mi amor, tranquilo.

Seguí llorando y lloré hasta que prácticamente no me quedaron lágrimas. Mi mamá sigue a mi lado consolándome, la miré y ella me secó las lágrimas.

—Se que la extrañas y que la querías mucho, pero no puedes encerrarte aquí y pasártela llorando, hijo —hizo una mueca.

Asentí y abrace al rey julien.

—Diego.

—Déjame solo, cuando salgas cierra la puerta porfa —susurré.

—¿Quieres que te traiga desayuno?

Negué.

—Hijo..

—Voy a ir a verla, así que mejor me iré a bañar —me paré con cuidado de la cama pero me devolví y me acoste de nuevo a llorar—No puedo.

—Haber, al menos acuéstate debajo de la cama que hace frío —dijo abriendo la cama y me tuve que meter entre las sábanas.

Me miró con lástima..

—Duerme un rato, si necesitas algo me llamas —desordeno mi pelo.

Se paró de la cama y cuando estaba apunto de salir, le hablé;

—Mamá, quiero volver al liceo.

Yo se lo prometí, sé que se referia a eso y no la voy a decepcionar, lo voy a lograr aunque me cueste poner atención.

🛸

Dos semanas sin la Andrea y han sido.. una mierda.

—Hoy es el primer día, voy a volver al mismo liceo en el que estaba antes, tuve que jurar mil weas, pero todo lo hice pensando en ti —solloce—Ahora me tengo que ir o llegaré atrasado, chao, te amo —sonreí al ver su foto y deje encima la rosa que esta vez es de color celeste, igual que sus ojos.

Me puse mis audífonos, el gorro del polerón y salí del cementerio. Camine mucho, tal vez una hora, ¿Pero que importa? No por eso la vendré a dejar de ver, ni porque me tenga que levantar aún más temprano..

Una vez que llegue al liceo varios me quedaron mirando, pero los ignoré y seguí mi rumbo hacia la sala, me senté al final de la sala y puse mi mochila en el otro puesto.

No conozco a ninguno de estos culiaos. Me salí como en tercero y ahora igual me pusieron e tercero weon, no sé ni una wea.

En fin, llegó la profe Sonia y apenas me vio casi se cayó de raja.

—Diego.. —dijo—Tanto tiempo.

—Si.

Me miró extrañada, pensó que la agarraría para el webeo, pero mis ánimos están en el suelo weon.

Empezó a dar la clase de química, me quede pegado mirando la pizarra mientras explica.

—Ahora vamos al laboratorio —dijo.

Me paré y me puse mi mochila, bajamos las escaleras para luego encaminarnos al laboratorio en donde me pegue mil cagas en años anteriores.

—Diego, por favor..

—No haré nada, tranqui —la interrumpí.

—Pero lo digo en serio.

—Y yo también —suspiré y entré al laboratorio.

Me fui a ganar a unas de las últimos mesones y la profe empezó a dar las indicaciones, reto a un grupito de tres que habían y mandaron a una mina conmigo, una tal Jennifer.

—Te digo algo, tú erai mi ap en primero, ¿No te acordai de mi?

Negué.

—Una vez.. ya filo, es vergonzoso —se rió y asentí—¿Por que volviste?

Por ella..

—¿Podrías dejar de hablar? Hay que hacer esta wea —suspiré.

—Si, perdón.

Mierda, eso sonó demasiado pesado pero es verdad.. aunque la mina solo es curiosa, no la hizo en mala.

—Lo siento, sólo que estos días no han sido los mejores y estoy algo.. estresado, no se.

—Tranqui, no pasa nada —sonrió—Pero es verdad, hay que hacer esta wea.

🛸

—Juguemos po weon —me dijo uno de los weones que antes eran mis compañeros.

—No quiero oh.

—Puta el culiao, ¿Que wea? Vo no erai así—se sentó a mi lado—¿Que vola?

Agache la cabeza y trague grueso al recordarla.

—Oye po —me desordenó el pelo.

—Nada oh, no ando con ánimos nomas, quizá mañana juegue —sonreí.

—Mm ya, vo sabi que cualquier wea aqui estamos po —se paró y tiró la pelota a la chucha—Después nos vemos —me dio un apretón de mano.

Si le hubiera hecho caso cuando me dijo que entrara al liceo con ella y que ella me podía ayudar, quizá ella nunca se hubiera ido, quizá ahora no estaría enterrada bajo tres metros en un puto cajón weon. Quizá seríamos la típica parejita del liceo que se la pasan juntos dándose amor y que dan ganas de putearlos.

Mire mi celular, no se si será masoquista tenerla de fondo de pantalla, pero no quiero olvidarla, no quiero olvidar su carita, quiero sentirla cerca mío..

Aveces pienso que fue mi culpa. Ella fumó, yo le compraba café, casi siempre corríamos de esos weones que aún me tienen sangre en el ojo. Si hubiera sabido la hubiera cuidado más, tal vez todo eso le hizo mal y la llevo a.. a su muerte.

Por eso no quería subir el maldito sendero, y yo pensaba que no le había gustado cuando en lo que de verdad pasaba era que tenía miedo de que le pasara algo, por eso siempre sus piernas se acalambraban y nunca me di cuenta de nada.

¿Como soy tan aweonao?

En otra vida                                        Donde viven las historias. Descúbrelo ahora