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—¡Bájate conchetumare! —gritó un weon apuntando la ventana de mi papá con un arma.

Mi puerta se abrió y apareció un weon con un pasamontañas cubriendo su rostro, son cinco weones.

—Bájate, bájate, rápido —me agarro del brazo con suavidad y trato de sacarme del auto pero forceje.

—¡Deja bajar a mi hermana por favor! —se me llenaron los ojos de lágrimas.

Los gritos de mis papas suplicándole a estos weones que por favor nos dejen bajar es tan... tan desgarrador weon, al igual que la Laura que está atacada llorando, está asustada.

El mino suspiró y se dio media vuelta, dándome la espalda.

Otro weon abrió la puerta en donde esta la Laura, es el weon que tiene la pistola por la mierda, no, no.

—No le hagas nada por favor —trate de no ponerme a llorar.

—¡Andrea! —gritó la Laura cuando el weon la sacó del auto con brusquedad—¡No, mi peluche! —gritó.

Mierda, el peluche..

Me tomaron de la cintura y trate de forcejear con el weon para sacar el maldito peluche que le regalaron los amigos que tenía en el sename.

—Andrea, bájate por favor —susurró el mino.

Mire su mano en mi cintura, su anillo...

—¡Bájala luego aweonao! —gritó otro mino y me agarro del pelo para bajarme y tirarme al suelo.

—¡No la toqui weon! —el.. el mino que se sabe mi nombre empujó al otro y se iban a poner a pelear pero otro weon llegó y al final se subieron a los autos y se fueron.

Pero su mirada, su perfume, su voz y el.. el anillo..

—Andrea, mi amor, entremos —me hablo mi papá pero no lo pesque. Me tomo en brazos y me llevo adentro, me dejo sobre el sillón junto a la Laura—Oye, princesita, tranquila, ya pasó todo —dijo con las manos temblando.

—Andrea —me hablo mi mamá.

Su anillo..

—Oye, mírame —me mamá me tomo de la cara y me hizo mirarla—Andrea, respira conmigo, el Esteban ya viene así que estamos bien, ya pasó.

—Mamá.. —y solo esa palabra pude decir porque después empecé a llorar en su hombro.

No, es imposible que sea el Diego, el es una buena persona, el no será capaz de hacer eso y menos a mi, ¿Verdad?

🛸

Observe a la Laura dormir, por fin logró quedarse dormida, seguía asustada, tanto que ni siquiera quiso dormir sola. Lloro un buen rato porque quería su peluche, uno que seguramente ahora esté botado en algún basurero.

Suspiré y me senté en la orilla de la cama, mire mi celular por unos segundos mientras medito en llamar al Diego y preguntarle lo que me ha estado carcomiendo la cabeza por un buen rato. Pero no lo hice y decidí ir a tomar un poco de agua.

—¡Andrea! —gritó la Laura y la sentí llorar.

Corrí a la pieza y me acoste a su lado, me abrazo con fuerza y no me soltó ni para darme un respiro.

—Aquí estoy, tranquila —le sobe la espalda.

Sentí la puerta de abajo abrirse y luego las voces de mis papás con la del Esteban mezclarse, la Laura se tensó y empezó a respirar con dificultad.

—Son los papás, no hay de qué preocuparse.

Mis papás con el Esteban entraron a mi pieza y nos miraron, la Laura apenas los vio gateó hacia ellos, los abrazo como si no los hubiera visto en mil años.

—¿No han dormido nada? —preguntó mi mamá sentándose en la orilla de la cama.

—Recién despertamos —apoye mi espalda en el respaldo de la cama.

—¿Ya te sientes mejor? —preguntó mi papá acercándose—Nos asustaste.

Asentí y abrace una almohada.

—¿Ya los pillaron? —le pregunté al Esteban.

—No, pero como describen el robo es una banda que frecuenta mucho a los portonazos —carraspeó—Mi turno ya termino así que me voy a quedar aquí, ¿Quieres hacer una pijamada? —le preguntó el Esteban a la Laura y la tomó en brazos para darle vueltas.

—Yo también quiero —dijo mi mamá parándose de la cama—Vamos po Seba, mueve la raja y hagamos cabritas.

Se fueron los dos a hacer cabritas y el Esteban con la Laura me quedaron mirando.

—Andrea, ¿No quieres? —preguntó la Laura abrazando al Esteban.

—Si, vamos pero me voy a quedar dormida —me paré y saqué el cubrecamas porque hace frío.

Camine con mi celular en mano por si llega algún mensaje, pero nada. Me senté en el sillón al lado de mi mamá, apoye mi cabeza en su brazo y esta se tapo con él cubrecamas que traje.

Diego<3

diego, ¿podemos hablar? es urgente.

En otra vida                                        Donde viven las historias. Descúbrelo ahora