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Nos bajamos de la moto y me saque el casco, peine un poco mi pelo para luego caminar con el Diego hacia donde siempre, él mismo lugar en donde los vi a los tres fumando pito y también donde vine la otra noche a verlos.

—¿Y los cabros? —pregunté y me senté como indio para luego colocar mi mochila en mis piernas y sacar la bolsa con sopaipillas.

—El Jaime fue a ver a la Ale y el Javier no se donde andara webiando.

—¿Quieres? —saque una sopaipilla y este la recibió gustoso.

Saque una igual para mi y comimos en silencio, nuestras miradas se cruzaron, nos sonreímos como weones y me acerqué más a él para apoyarme en su brazo.

Mire a los cabros andando en skate y vi a unos de los amigos del Vicho mirándome.

Conchetumare.

—Me tengo que ir —dije nerviosa.

—Pero si recién llegamos —frunció el ceño.

—Si.. es que —mire al Juan, el amigo del Vicho que sigue mirándome como si hubiera matado a alguien—Lo siento y gracias por traerme pero tengo que irme, quédate con las sopaipillas —le di un beso en la mejilla.

Igual me da lata dejarlo solo después del pique que se mando para ir a buscarme pero estoy segura de que el Juan le va a decir algo al Vicho y este se va a pasar cualquier rollos.

—Oye —el Juan me llamo cuando estaba por pararme—¿En que andai con este weon?

—¿A quien le veni a llamar weon vo? —el Diego cambió hasta su tono de voz y su mirada se volvió fría.

Lo tome del brazo, llamando su atención y negué.

—Ahora no puedo juntarme con amigo porque altiro lo mal piensan —bufé.

—Un amigo —se rio—No creo que al Vicho le guste que andes con un amigo aquí frente a todos y menos tan cerca.

—Mira sap.. —puse mi mano en la boca del Diego para que se callara y este me miró mal.

—Mira quien viene ahí, el Vicho, preguntémosle qué piensa po. ¡Oe Vicho!

No, no, no, mierda.

Las manos me temblaron y sentí mi corazón latir más rápido que la chucha.

—Podrías contestarme el celular, llevo caleta de rato llamándote —dijo el Vicho serio.

—Es que estaba ocupada po weon, aquí con el amigo, ¿No ves? —le dijo el Juan, culiao cahuinero weon.

¿Le puedo pegar?

—Si ya vi, mejor los dejo solos, perdón por interrumpir su cita —dijo sarcástico—Y el weon preocupado por nada —bufo y se fue con el Juan.

—¡Vicho, espera! —me paré del pasto pero el Diego me agarro del brazo.

—Andrea no estamos haciendo nada malo, no se puede enojar por esta wea, solo estamos comiendo como dos personas normales, ¿Le vas a pedir perdón? —frunció el ceño.

Me volví a sentar en el pasto y me encogí de hombros.

—No tienes porque pedirle perdón si no hiciste nada malo po preciosa, es un tóxico culiao ese weon.

—El no es así, pero.. —recordé lo que hablamos esa vez debajo de las escaleras.

Y no te quiero controlar ni nada, sabes que no soy celoso, pero ese weon.. no se, me causa inseguridad —sonó frustrado.

Nos vemos otro día, voy a conversar con el.

Me paré del pasto y le sonreí.

—Perdón por causar esto —hizo una mueca.

—No es tu culpa, solo son malos entendidos, siempre pasan —me encogí de hombros.

Nos dimos la última mirada y luego fui hasta el skatepark para hablar con el Vicho que está andando en skate.

—Vicho —le hable pero no me pescó.

Me carga cuando me ignoran weon.

—Vicho —le hable de nuevo y sin pensarlo dos veces me metí a la wea esta donde patinan.

Mala idea.

Un weon chocó conmigo y la tabla culia me pego en el tobillo.

—Más cuidado po flaca —me dijo el loco limpiándose el pantalón—¿Estai bien?

—Si, perdón —me disculpé porque fue mi culpa po.

El Vicho se acercó a nosotros y saludó al mino, luego de eso salimos de la wea y suspiró.

—Estoy cansado, esto ya está siendo demasiado desgastante —dijo—No entiendo que te pasa conmigo, me pasas evitando y mira —sacó su celular y me mostró todos los mensajes que me ha mandado.

Me mordí el labio porque estoy a punto de llorar.

—¿Cuando me ibas a contar que te tuvieron que llevar al hospital? ¿Y por que chucha ese weon iba contigo? —apuntó al Diego.

¿Como mierda sabe eso?

Me acerqué a él para poder abrazarlo y llorar un poco en su pecho, sentí como suspiro.

—Lo siento, de verdad que lo siento mucho Vicho —dije casi en susurro.

Me dijo que el Diego le causaba inseguridad y la weona allá fue a estar con el Diego. El siempre hace todo por mi, ahora llego mi turno para hacer algo por el.

Es mi pololo weon, tendría que darle seguridad, no inseguridad.

En otra vida                                        Donde viven las historias. Descúbrelo ahora