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Hayoung pasó unas semanas bastante buenas tras aquello, tanto, que compensaron completamente el tiempo perdido con los chicos.
Se sentía un poco mejor, puesto que podía ser ella misma con Jungwon sin sentirse mal. Claro que antes tampoco se apartaba, ni nada por el estilo, pero sentía culpabilidad por estar con Heeseung mientras tanto.

Ahora ya estaba libre de aquello, pero aún se retenía, pues tenía mucho que pensar sobre el tema de Jungwon. Y excederse cariñosamente podría hacer que pareciera que jugaba con los sentimientos de él.
Sunghoon nunca había hecho nada malo para ella y seguía sin ser así del todo, pero desde que le dijo que jugaba con ambos no se sacaba esa idea de la cabeza, ahora Heeseung no formaba parte de eso, pero ¿lo hacía Jungwon?
No era para nada lo que ella pretendía, pero no dejaba de pensar en eso.

Últimamente, pensaba mucho. Y se dio cuenta de que su mayor miedo era lastimar a Jungwon. Aún no sabía si contarle toda la historia, todo su pasado. Merecía saberlo, lo merecía por haber estado ayudándola tantos meses. Oh, por supuesto que lo merecía.

Pero cuando hablaba de ello, un sentimiento demasiado extraño la invadía. Era como estar ahogada en un mar y pensar que iba a morir. Un sentimiento que, de hecho, ya vivió. Pero, de repente, esa mano que se extiende y te salva la vida... Metafóricamente, esa mano era Jungwon. Siempre la tranquilizaba. Pero claro, si tuviera que contarle toda la historia... La cosa podría ser diferente.

Además, a ella misma le asustó el comportamiento que tuvo aquel día, cuando Jungwon trató de ayudarla, ella se dedicó a gritarle.
Se daba miedo a sí misma por tantas cosas que no lo soportaba la mayor parte del tiempo.
Por el daño que pudiera causarse y por el daño que pudiera hacer a costa de sus propios problemas.
Afortunadamente, Jungwon no se dejó llevar por las emociones, y pensó. Le demostró cariño incluso en esa situación. Jungwon merecía saber la verdad, más que nadie. Aunque ya se hacía una idea.

Aún así, el miedo a lastimarlo verbalmente era demasiado grande aún, y es por eso que necesitaba un tiempo tranquilo, donde pensar y recapacitar. Y sobre todo, relajarse.

—¡Sunoo! —lo llamó—. Llegaremos tarde.

Aquella mañana tanto ella como Jungwon esperaban a Sunoo, quien estaba en un curso mayor, y precisamente por eso tendría que dar una charla junto a otros compañeros para la clase de ambos.

—¿Sobre qué será la charla? —preguntó Hayoung, curiosa, mientras andaban hasta el instituto.

—Se supone que no puedo decir nada. —Sunoo disfrutaba el darle intriga a Hayoung, incluso si por dentro sabía que no era nada del otro mundo ni mucho menos algo emocionante, una charla normal y corriente de instituto que hacía solo porque subiría su nota media—. Además, lo descubrirás en una hora.
—No merece la pena que tengas tanta intriga —informó Jungwon—. Suelen ser sobre el consumo de alcohol, drogas... Para eso tenemos a Heeseung y Sunghoon, que están todo el rato advirtiéndonos sobre eso.

—Tienes razón —dijo ella mirando hacia los zapatos de su uniforme, pero Sunoo soltó una risita—. ¿Qué significa eso?
—¡Nada! —contestó feliz.
—Presiento que este chico trama algo —habló Jungwon.
—Ya somos dos.

...

Tras la clase, Jungwon, Yoon y Hayoung pudieron entender un poco mejor el porqué de la felicidad de Sunoo.

—¡Así que un viaje de estudios! —exclamó Yoon feliz, abrazando a Hayoung por detrás, en el patio de su instituto.
—Hey, quita de ahí, es mía. —Jungwon apartó suavemente a Yoon, y se colocó en la misma posición que ella. No tenía ni de lejos la misma valentía para abrazar por detrás a una chica que le atraía, y menos aún si se trataba de Hayoung y acababa de decir algo como "es mía". Se moría de la vergüenza, por lo que simplemente pasó uno de sus brazos por su cintura con timidez.

—¡Oye!
—Yo la vi primero. —le sacó la lengua. Yoon frunció el ceño.

—Eh... ¿podéis dejar de pelear por mí? Me sonrojo. —Hayoung sonrió burlona, pero las palabras y actos del chico se repetían a mil veces por segundo en su cabeza.

—Está bien, está bien.
—Pero... —el pelinegro de detrás suya inclinó la cabeza hacia delante y la ladeó, de modo que se quedó mirando a Hayoung de una manera bastante cercana. Sonrió vacilante—. Sí estás un poco sonrojada.
—¡Cállate! —desvió la mirada hacia el lado contrario, pidiéndole ayuda con la mirada a su amiga.

Yoon le dio un mordisco a su galleta, aparentando reflexionar.
—Estábamos hablando de que tendremos un viaje de estudios con nuestro curso y el de Sunoo.
—No creo que vaya a ir —afirmó Hayoung algo cabizbaja.

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Jungwon alarmado, si ella no iba, él no iba a poder disfrutar del viaje tranquilo, y no solo porque quisiera pasarlo a su lado, sino porque la dejaba sola en casa durante días con sus tormentosas noches y eso le generaba una gran intranquilidad.
—Ambos sabéis que mi madre no me lo va a pagar, y no quiero hacerle a Sunghoon gastar sus ahorros.

—Sunghoon tiene un buen sueldo en el almacén en el que trabaja, y tiene ahorros. Estoy convencido de que te lo pagará —confirmó Jungwon lo que Yoon había dicho con un simple gesto, negando.
—¡Hm! —la mencionada ahora asintió de manera tierna, con las mejillas infladas por sus galletas.
—Bueno... Tendremos que hablarlo. ¿A dónde han dicho que era el viaje?
—A Japón —respondió Yoon mirando una hoja que les habían proporcionado los compañeros de Sunoo—. Podéis preguntarle a Riki sobre los lugares a los que iremos, los ponen todos en la hoja.
—Eso haremos, para poder quedar de sabelotodos delante de la clase, que es lo primordial.

...

El viaje era desde el treinta de Julio hasta el cinco de Agosto. Es decir, seis días.

Sunghoon accedió sin pensarlo a pagarle el viaje a Hayoung, ella ni siquiera tuvo que pedírselo, lo propuso en cuanto Jungwon le hizo saber que tendrían un viaje de estudios. Ella se sentía un poco mal, pero no iba a negarse y menos aún sabiendo que no valdría de nada.

Preparó sus maletas, sería su último viaje de estudios antes de entrar a la universidad. Quería pasárselo en grande, y además, tendría la suerte de hacerlo junto a Jungwon.

—¡Sunghoon! —Hayoung llamó a su hermano—. Vamos, el avión sale a las cinco de la mañana y son las cuatro y media, y tienen que pasar lista.

...

𝐏𝐔𝐙𝐙𝐋𝐄 | Yang Jungwon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora