⭒⭒⭒
—¡Hayoung! —Yoon despertaba a esta en el avión, sacudiendo su cuerpo que descansaba plácidamente sobre el asiento—. Hemos llegado.
Despertó aturdida, durante su siesta en el avión, tuvo un pequeño sueño con Jungwon. Algo que ya era bastante frecuente, y que era la sustitución de una pesadilla en aquellos días en los que estaba libre de ellas.
No recordaba nada más que la viva imagen de su primer beso con el chico, y eso el ponía la piel de gallina.Salió junto a sus compañeros de clase. Fueron en taxi hasta el alojamiento.
Era un gran campamento, que constaba de cabañas. En estas, se alojarían en grupos de cuatro. Estaban situadas en una hermosa pradera, con cerezos en flor y pequeños lagos que se distribuían por la zona. El césped era de una tonalidad verde oscuro y todo el ambiente en general era bastante placentero de ver y tranquilizador.
—Qué bonito... —comentó asombrada, de repente, Jungwon se acercó a ella, llegando con su grupo.
—Me han dicho los profesores que los grupos para las cabañas deben de estar divididos, en chicos y chicas —anunció algo decepcionado y preocupado. Pasó ambas manos por los hombros de Hayoung hasta optar por abrazar estos. A diferencia del día anterior, estaba un poco más relajado, lo que hacía que su cuerpo no estuviera tan tenso y el abrazo fuera agradable.—Está bien. —Hayoung sonrió triste, y se acercó al oído de Jungwon, colocándose de puntillas—. Te veré todas las noches a las dos de la mañana. Enfrente del lago más grande —susurró.
Por supuesto, no era dueña de sus pesadillas ni de cuándo estas aparecerían en medio de la noche, pero la hora estimada era la hora a la que se solía despertar la mayor parte del tiempo, como si su cabeza estuviera programada con una hora en concreto para hacerla sufrir. Y con tal de verle a solas, en la penumbra y en calma, Hayoung estaba un poco más tranquila.
Jungwon asintió algo más feliz.
—¿Qué tienen los tortolitos entre manos? —Yoon, burlona, se acercó hasta ellos de nuevo y se cruzó de brazos con una ceja alzada.
—Nada, nada —Hayoung rio, a Jungwon también se le escapó una pequeña risita—. Vayamos con los profesores, querrán que formemos grupos para las cabañas.Y así lo hicieron, efectivamente, debían de formar grupos. Hayoung y Yoon eran bastante cercanas entre ellas, pero no mucho con el resto de chicas de la clase. Si bien era cierto que Yoon tenía algunas amigas, previas a que Hayoung entrara al instituto, una vez se hizo tan amiga de ella, perdió el contacto con las otras chicas.
Finalmente, decidieron juntarse con otra pareja de amigas, llamadas Sieun y Sumin. Las anteriores amigas de Yoon.—¡Ay! —Yoon se abalanzó sobre Hayoung, quién estaba acostada en su cama, esperando a ser llamadas por el profesorado—. ¿Qué crees que haremos?
—No lo sé... Supongo que alguna actividad.
—En realidad —comenzó a decir Sumin, algo tímida—, iremos a desayunar, he escuchado a la profesora Lee decirlo. Ya que es muy temprano.
—¡Genial! —exclamó Sieun sobre su colchón, aplanando las rosadas sábanas que envolvían este—. Tengo hambre...
—Yo también —comentó la pelinegra acariciando su estómago—. No he comido nada en casa.
—¡Muy mal! —Yoon le dió un pequeño golpe en el hombro—. Ya te he dicho muchas veces que tienes que alimentarte bien.
—¡Lo hubiera hecho si mi hermano no me hubiera tenido despertándole durante diez minutos! —se quejó—. Además, en voz baja, para no despertar a los otros cinco dormilones de la casa. Me ha costado la vida. —aquello hizo reír a Yoon, que siguió negando con su actitud protectora.
—¿Tienes seis hermanos? —preguntó Sieun, sorprendida, Sumin al escuchar eso puso la misma expresión anonadada.
—¡No! —rio—. Vivo con mi hermano y seis amigos suyos, entre ellos Jungwon. En total, somos ocho.
—¡Vaya! —exclamó Sumin—. Yo ni siquiera puedo soportar a mis dos hermanos. No sé como lo haces para aguantar a siete chicos.—Curiosamente, era más fácil al principio que ahora, pero supongo que me he acostumbrado. —Hayoung se encogió de hombros.
De repente, los profesores tocaron a su puerta, dos golpes secos que las hicieron alarmarse y levantarse de inmediato para abrirles. Ahí, la profesora Lee se encontraba junto a otra mujer, su tutora.
—Chicas, coged vuestros teléfonos móviles y venid, vamos todos a desayunar —anunció esta última.
—¡Profesora! —la llamó Yoon antes de que esta saliera, llamando su atención—. ¿Iremos con los del siguiente curso?—Así es.
—Está bien. —la más alta sonrió dulcemente....
—¡Genial! —exclamó, andando feliz junto a Hayoung—. ¡Iremos junto a las chicas de quinto!
Hayoung rio ante el comentario de su amiga, sabía que había por ahí un par de chicas que la volvían loca.
—Supongo que estoy feliz, estaremos con Sunoo.
—Oye —las llamó Sieun, con nerviosismo—. ¿Podríamos sentarnos con vosotras? Estamos más cómodas.—Claro —respondió Hayoung al notar la incomodidad en su tono de voz, podía entenderlas perfectamente: Yoon transmitía confianza rápidamente y era mucho más buena compañera que muchas otras chicas, y más si anteriormente fueron amigas—. ¿Creéis que nos dejarán sentarnos con Jungwon y Sunoo?
—Deberían —dijo la mencionada—. Solamente es sentarnos a desayunar, no veo el porqué de prohibir eso.
—Teniendo en cuenta cómo son aquí... En Sídney sí podíamos hacer grupos mixtos en los dormitorios —habló Hayoung, sorprendiendo a las tres chicas que caminaban a su lado, pues para ellas no era nada normal....
—¡Esto está buenísimo! —exclamó, dándole un bocado a la suave bola rosa y suave, la última que quedaba clavada en el palo que sujetaba.
—¿En serio has pedido mochis para desayunar? —preguntó Sunoo un poco incrédulo.—Tenía una enorme necesidad de probarlos.
Hayoung notó que la mirada de Jungwon estaba tímidamente posada sobre ella.
—Te has manchado el labio —anunció, limpiando con una servilleta la comisura de su labios. Estaba muy cerca, tanto que Hayoung no sabía hacia dónde mirar ni cómo actuar.
—Gracias... —agradeció ocultando su rostro, desviando la mirada hacia el lado contrario, encontrándose con la pícara mirada de Sunoo, que desde lejos en su mesa, los había estado observando—. Kim, te voy a matar —musitó.Continuaron desayunando, hasta que empezó a haber algo de alboroto en el bar en el que se encontraban los estudiantes. Algunos comenzaron a levantarse e ir a otras mesas para charlar. Y no fue una excepción en el caso.
—¡Sunoo! —lo llamó un compañero de clase, acercándose—. ¿Esta es la chica con la que vives? –señaló a Hayoung con una mano, ella, anonadada, miró al pelinegro alto y de cabellos largos que se alzaba junto a su silla. Jungwon también estaba con ellos y vio que no tenía, para nada, buena cara.
—Así es —afirmó Sunoo—. Hayoung, él es HuiJun.—Un gusto —respondió ella sonriendo, cuando sintió una mano agarrar la suya por debajo de la mesa, era, lógicamente, la de Jungwon, que apretaba sin llegar a ser doloroso.
—Tienes suerte, Sunoo. —admitió el tal HuiJun, estudiando de arriba a abajo a la pelinegra.
—Sí, bueno... HuiJun, ella tiene novio —afirmó Sunoo con una sonrisa sarcástica—. Te puedes ir.
—Oh... es una pena. —el desconocido le guiñó el ojo a ella, que no supo cómo reaccionar. Sunoo cambió su sonriente rostro a uno amenazadora tan rápido que logró espantarlo—. Está bien, nos vemos luego.HuiJun se fue junto a los dos chicos que iban con él, que se limitaron a no hablar.
—Vaya, parecía agradable...
—Lo es, pero cuando se trata de chicas, digamos que le gustan demasiado —dijo, rodando sus ojos—. Además, ese chico que tienes al lado no me permitiría que os presentara, aunque yo no quería hacerlo.—Tienes razón. —Jungwon sonrió de manera tierna.
—Oh, ¿sois pareja? —preguntó Sumin, interesada, ella también estaba comiendo mochis, a diferencia de que estos se los había arrebatado a una disgustada Yoon.
—Eh... Estamos aún en proceso —aclaró Jungwon con una sonrisa que, irónicamente, parecía real.
Parecía feliz, conforme con eso, incluso alegre.
A veces Hayoung no lo entendía, pero su comprensión y paciencia solo hacían que le gustara más.—Entiendo.
—¡Chicos! —llamó el profesor de educación física—. Iremos a visitar un museo, ¡andando!Todos los alumnos se levantaron con prisa, yendo junto a su maestro.
...
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𝐏𝐔𝐙𝐙𝐋𝐄 | Yang Jungwon ✓
Fanfic𝐏𝐮𝐳𝐳𝐥𝐞 𝐩𝐢𝐞𝐜𝐞 | "La pieza restante de mi rompecabezas incompleto". Los puzles tienen piezas fundamentales que son necesarias para que sean completados. Las personas son similares, los pilares en su vida se interpretan como piezas que, si s...