𝐏𝐮𝐳𝐳𝐥𝐞 𝐩𝐢𝐞𝐜𝐞 | "La pieza restante de mi rompecabezas incompleto".
Los puzles tienen piezas fundamentales que son necesarias para que sean completados.
Las personas son similares, los pilares en su vida se interpretan como piezas que, si s...
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Tras dos semanas en las que Hayoung estuvo puramente concentrada en el instituto, llegó el cumpleaños de ella y Jungwon, tan esperado por muchos, aunque no tanto por ella.
Durante ese tiempo, se adaptó a su nueva institución y a su clase, la cual era la misma que la de Jungwon, afortunadamente, pues no solo le atormentaba su pasado, sino también a veces la gente desconocida. El aventurarse a conocer nuevas amistades, y adaptarse a un entorno distinto. Conoció a sus compañeros de clase, quienes eran bastante agradables para lo que se esperaba. Se hizo algo cercana a una chica llamada Yoon, quien era actualmente su amiga más íntima entre las otras chicas, aunque tampoco demasiado. Hayoung, desde cierto punto de su vida, tenía una pequeña dificultad en confiar en la gente. Pocas personas le aspiraban una confianza real en ese momento, tan solo su hermano, y aunque sonara increíble, tal vez Jungwon. La chica era morena con flequillo y ojos grandes, algo más joven que ella apenas por dos meses, pero más alta. La verdad es que conectó de maravilla con ella.
En cuanto a su relación con los chicos en la casa, claramente avanzaba y la confianza aumentaba cada vez más con todos. Especialmente Jungwon y Heeseung. Estaba agradecida de que Sunghoon supiera hacer amigos, y de que esos chicos no fueran nada difíciles de tratar.
Además, tras una larga insistencia de tres días, Sunghoon accedió a dejarla dormir en el cuarto de Heeseung, aún bajo sospecha de que sentía atracción por este.
Y era cierto. Por eso mismo, se volvía cada vez más cercana a Heeseung y su confianza parecía estar a otro nivel, por los coqueteos por parte de ambos y porque muchas veces Hayoung dormía con él, no solo en la misma habitación, si no también en la misma cama. Aunque no era lo mismo que con Jungwon. Claramente, Heeseung seguía sin saber nada de sus pesadillas, porque no era una confianza real, sino un espectro que Hayoung quería creer que estaba presente entre ellos. En él veía una figura que le hacía sentirse segura, o eso le parecía. Era mayor, y eso le gustaba porque lo veía protector y autoritario.
Sin embargo, eso no hacía frenar las pesadillas, puesto que estas seguían su ritmo frecuente de aparecer unas cuatro o cinco veces a la semana. Afortunadamente el mayor tenía el sueño bastante profundo, y cuando su compañera se levantaba, no se daba cuenta ni siquiera estando en el mismo colchón que ella.
Los encuentros con Jungwon en medio de la noche seguían apareciendo con total normalidad, haciendo que por un momento se olvidase de Heeseung y de, en realidad, cualquier cosa. Jungwon, a pesar de no tener ni idea de qué tipo de pesadillas atormentaban a la menor, la consolaba igualmente. Y eso hacía que el corazón de Hayoung latiera con fuerza sin ella saber por qué. Su sonrisa era tranquilizadora, y con eso y sus palabras le bastaba.
Pero aquello era algo que dejaba pasar con facilidad, y se guiaba más por su, tal vez no tan acertado instinto, que le decía que fuese a más con Heeseung.
