The Purple Woman - Aitana Stark

Cap 40

Tony Stark

Ella se disculpó y dejó la habitación, si había alguien que podía destrozarme con palabras.. esa era Aitana.

Tenía una sensación horrible en mi pecho, ella se sentía en mi sombra y yo entendía perfectamente eso.

Yo crecí en la sombra de mi padre, y no fue hasta que el se fue que pude salir de esa sombra. No quiero que a Aitana le pase lo mismo, menos no estar para verla triunfar.

-..Tony... ¿estás bien? -me preguntó Pepper, no sabía si estaba bien o mal, solo que no me gustaba

- Si..no, es decir... yo.. no lo sé -bajé mi cabeza y empecé a jugar con mis manos.

- Ella está muy tensa... el castigo.. Steve.. esto -dijo Loki- estoy seguro que no quiso decir todas esas cosas..

- Es exactamente lo que quiso decir Loki, y lo sabes -el solo se encogió de hombros y yo pasé los dedos por mi cabello.

Ninguno dijo más nada hasta que Aitana volvió a entrar a la oficina.

- Tú, ahora si te necesito -dijo señalandome

- ¿yo?

- No, a Justin Bieber que está atrás de tí -dijo irónica- obvio que a tí papá, ven conmigo

Yo solo asentí y la seguí, me llevo a la sala de conferencias donde estaba el gobernador ¿en que momento llegó?. Tomamos asinto, ella en la punta de la mesa y yo a su derecha y el gobernador a su izquierda.

- Entonces, señor Stark.. ¿usted no estaba enterado de la escuela hasta esta mañana? -me preguntó el gobernador, y estaba a punto de mentir pero Aitana entró en mi mente

- Di la verdad

- No, no lo estaba -contesté

- O sea que la empresa tampoco tiene nada que ver con esto ¿cierto?

- No, fue todo obra de mi hija -ella asintió y el gobernador suspiró.

- Está bien, entonces Srta Stark. El gobierno pide esta suma de dinero por la escuela en las condiciones
que estaba antes de que usted interfiriera -¿qué?

- Alto, ¿que estás haciendo?

- Comprar la escuela -me contestó y tomó los papeles que le ofreció el gobernador.

- Espera..espera -coloqué mi mano sobre la de ella y soltó el bolígrafo- ¿no crees que es muy impulsivo? ¿para que quieres una escuela?

- No es para mí la escuela papá -los niños- Gobernador ¿podría esperar unos minutos? necesito hablar con mi papá afuera -el asintió y ambos salimos de la oficina.

- ¿Pensaste bien esto?

- Lo hice papá, si la compro ellos no podrán decir nada. No quiero dejar de ver a esos niños -ella se veía realmente convencida- apoyame en esta, no te estoy pidiendo dinero ni sacando a la empresa, solo quiero saber que me apoyas. Necesito saber que lo haces o no podré hacer esto.

Ella tenía sus ojos brillosos, siempre estuve enamorado de esos ojos celestes con tonos verdes. Era capaz de cautivarme con solo una mirada. Ni yo entiendo como esa persona podría venir de mí.