La lluvia empezó a caer en gotas duras que chocaban con fuerza contra toda superficie. Solté un suspiro cansado, ya habíamos dado tres vueltas seguidas por los alrededores de na ciudad, parques, algunos bares, supermercados, su trabajo... Ni un sólo rastro de ella, eso sólo me estaba haciendo delirar y perder la paciencia con cada segundo que pasaba
-Al menos te ha dejado conmigo, si no, en verdad que quemaría el mundo-Susurré acariciando con delicadeza la cabellera rubia del pequeño que, somnoliento jugaba en mi pecho con los botones de mi camisa. Los desabrochaba, yo volvía a abrocharlos, y así bajábamos un poco la tensión del ambiente
-¿Mamá?-Habló haciéndome estremecer, en verdad que me fascinaban esas dos palabras que solía decir para referirse a nosotros dos, eran momentos demasiado únicos que amaba
Aunque también me desestabilizó que preguntara por ella, claro, era obvio que la extrañaba y lo comprendía, pero sentía miedo de que de pronto se sintiera abandonado a pesar de que estuviera conmigo
-Ya la encontraremos, Oliver-Susurré besando suavemente su mejilla, después empecé a arrullarlo para intentar al menos relajarlo por si no quería dormir conmigo, mientras lo movía con suavidad en mis brazos, sus ojos atentos no se despegaban de mí, de hecho me sentía intimidado por pensar en que hacia algo mal y él intentaba decírmelo-Lo siento, sé que soy un desastre en esto-Reí suavemente, él me sonrió, suspiré aliviado
>>-Bien, eh...-Balbuceé un poco nervioso, ¿cual era el truco para dormirlo? ¿darle biberón, ignorarlo, hacer caras graciosas, sólo permanecer en silencio, cantarle...?-Oh, bueno, no creo que quieras que cante los pollitos dicen, verdad?-Por alguna razón, sentí que se interesó, puesto que se apegó a mi pecho y se aferró a mi camisa, lo comprendí como un gesto de "Vamos, continúa"-Diablos... No, espera, no lo repitas o Amelie me matará-Rasqué mi nuca nervioso-Vale, okey. Los pollitos dicen; pío, pío, pío-Retuve una risa al saber lo idiota que me escuchaba, y que había un tercero que seguía manejando haciéndose de oídos sordos-Cuando tienen hambre, cuando tienen frío, su mamá les busca...
-¿Mamá?
-Sí, su mamá, la mamá de los pollitos -Expliqué sonriéndole -Seguimos. Su mamá les busca, el maíz y el trigo, les da su comida y después abrigo -Se le escapó un bostezo, me emocioné-Bajo sus dos alas, duermen los pollitos, acurrucaditos, hasta el otro día... -Culminé bajando poco a poco el tono de mi voz, cerró los ojos, me sentí más tranquilo
Eso al menos hasta que sonó mi celular y arruinó mi esfuerzo, gruñí y maldije a mis adentros por respeto a mis cojones por si al pequeño se le ocurría repetir frente a su madre, saqué el celular, era el número de casa, me vi extrañado y contesté
-¿Qué ocurre?-Cuestioné algo irritado, pero lo siguiente que escuché me dejó en shock-Llegó en cinco minutos-Me apresure a decir para después colgar
Coloqué mi mano firme sobre el hombro del chófer
-¿Escuchaste? Cinco minutos y te quedan cuatro, acelera como si tu vida dependiera de ello-Ordené haciendo que se pusiera rígido, asintió y acató mis órdenes de manera efectiva
Amelie estaba en casa
Sí, estaba en mi casa gritando como loca exigiendo verme a mí y a Oliver
Y ya no sabía si sentir miedo o alivio
(...)
-¡Te dije que lo llames, llamalo otra vez!
-S-Señorita, relajese, él ya va a llegar...
-¡Llamalo, maldita sea! ¿Dónde demonios está? ¿Cómo se le ocurre estar a estas horas con Oliver por ahí? ¿¡Cómo!?
-No puedo entrometerme en las decisiones del señor, yo...
-Basta de escándalos-Exigí cuando abrí la puerta de la casa, su mirada automáticamente viajó a mí y le regresó el color a la cara cuando vio a Oliver sonreirle y extenderle los brazos
-Mi bebé -Se acercó rápidamente buscando tomarlo, se lo negué y me vio con extremada furia-Te exijo que...-Interrumpí su amenaza
-Estas empapada y hueles a alcohol-Mencioné con voz neutra, después miré a Amanda que permanecía ajena a la situación, pero al pendiente de mis órdenes-Busca una pijama en la habitación de Kristal y traela a mi habitación -Pedí, ella asintió y se fue a buscar, cuando quedamos sólos los tres, solté aire-¿Dónde estabas?
Guardó silencio, Oliver se había quedado callado observando nuestro intercambio de miradas
-Vamos, debes darte una ducha, te vas a resfriar-Dije después de no recibir respuesta, la guié conmigo, extrañamente no se inmutó y me siguió escaleras arriba a mi habitación
-Anda, entra, después le pediré a Amansa que te pase la ropa-Insté extendiéndole una toalla, me miró con seriedad
-No quiero ropa ajena-Aclaró entre dientes
-Si es porque te da asco, no te preocupes, te aseguro que ella usa, cuando mucho, dos veces un cambio de ropa-Me encogi de hombros, rodó los ojos
-No quiero ropa de tu amiguita, en verdad. Me pongo esta otra vez y me llevas a casa, punto-Planteó y prácticamente ordenó arrebatándome la toalla y entrando a la ducha, suspiré rodando los ojos y sentándome con Oliver
-¿Cómo puedes soportarla siendo tan cabeza dura? -Él balbuceó y rió, sonreí con ternura-Claro, tú eres su consentido-Recordé obvio apretando con delicadeza sus mejillas
Tocaron la puerta, me levanté y abrí, Amanda me extendió la pijama, la recibí y le agradecí, después volví a entrar
Me senté en la cama y dejé a Oliver recostado a un lado, observé las prendas... Oh vaya, Amelie si que no querría ponerse eso
Era una bata negra con algunas transparencias, apenas y cubría lo importante. Sí, algo propio de Kristal
Me vi obligado a levantarme y llamar a Amanda, pero ella me explicó que "no había algo mucho mejor", osea, estaba jodido, porque era bastante tarde como para ir a una tienda y pedir algo más... Cubierto
Me devolví a la habitación, ya había salido y estaba sentada en la cama, aún con la toalla haciéndole mimos a Oliver, aunque cuando me vio se levantó y buscó la ropa que antes traía, la jale hasta sacarla del cuarto de baño y me miró sorprendida
-Esa ropa debe pararse sola, esta lloviendo a cantaros, ningún auto te va a llevar hasta tu casa y no pienso dejar que expongas a Oliver de esa forma-Expuse irritado-Así que deja de ser jodidamente terca y quedate -Demandé mirándola a los ojos
Mantuvo silencio por largos segundos que se hicieron eternos para ambos, miró a la cama, Oliver se había quedado dormido ya
-Está bien...-Susurró rindiéndose y bajando la mirada
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Mí Pequeño Ángel
UmorismoAmelie Dupont es una joven muchacha con raíces francesas, que buscando un nuevo significado para su vida se va de su país para mudarse a Nueva York. Alegría, diversión y locura, en eso se basaban sus días en aquel lugar, sin duda el paraíso para una...