Capitulo 13

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El día tan esperado había iniciado, durante toda la semana el sábado había sido un día que me entusiasmaba que llegara, tenía muchas cosas por hacer y decidí comenzar por un baño, eran las ocho y Taylor no tardaría mucho en llegar.

Me dirigí a la regadera, y deje que el agua cayera poco a poco dejando pequeñas gotas en mi piel, continúe con mi rutina aplicando productos que dejarían mi cuerpo oliendo a fresa. El olor de mi shampoo y cremas generaron dentro del baño un aroma embriagador y relajante, estaba disfrutando tanto del baño que no quería salir de ahí, pero si me demoraba más del tiempo contemplado tendría menos tiempo para desayunar. Disfrute las ultimas gotas del agua abrazando mi piel y cerré la regadera, tome mi toalla y seque cada gota.

Salí del baño y revise en mi closet que podría ponerme, estaría mucho tiempo sentada en lo que arreglaban mi cabello y me maquillaban, la elección correcta era una pijama de seda rosa, estaría cómoda y fresca, me rocié mi perfume favorito y antes de salir me detuve frente al espejo y asentí satisfecha, había amanecido con mucha energía, y con una piel radiante que me hacía sentir segura de mi misma.

Cuando baje las escaleras escuche a Asher jugar con Ella, lo más triste de este día sería dejarla por mucho tiempo, me relajaba el hecho de que tenía a Diana, Denise y Mario en casa, ellos cuidarían de Ella.

—Te estaba esperando para poder desayunar juntos —Diana nos había hecho hot cakes, y una malteada— Taylor me envió un mensaje no tarda en llegar.

—Te van a arreglar a ti primero así que puedo tomarme mi tiempo para desayunar.

Al cabo de unos minutos escuche el interfón anunciando la llegada de Taylor y su sequito de maquillistas, estilistas y modistas, antes de darle un mordisco más a mi hot cake escuche el camión apagarse, Taylor siempre acostumbraba traer ropa de mas ya que decía que de último momento todo puede pasar, que se manche, se rompa o simplemente cambies de parecer, pero ese día estaba dispuesta a usar ese vestido rojo, no iba a cambiar de parecer.

Asher les abrió la puerta, yo seguía en la encimera comiendo, entraron dos de sus asistentes, los más altos y fornidos los cuales empujaban un perchero enorme con vestidos y trajes, detrás de ellos entraron dos percheros individuales, uno traía el traje de Asher perfectamente planchado el segundo era mi vestido sin ninguna arruga en su totalidad. Además de eso entro un carrito con tacones y zapatos.

Taylor entro tomada del brazo de Asher, esa mujer siempre tenía la ropa más elegante y a pesar de sus altos y estilizados tacones caminaba con autoridad, daba la ilusión que todo retumbaba con cada paso que daba.

—Hola cariño, empezare con Asher porque contigo me voy a demorar toda la tarde —inmediatamente que dijo eso caminaron hacia él cuatro asistentes como si de un panal de abejas se tratara.

Uno de ellos desdoblo la silla donde se sentaría Asher, que me recordaba a las que usan los directores de cine, por eso cada que Taylor venia me sentía como una celebridad. Instalaron de forma rápida una mesa casi a la altura de la silla que tenía todos los productos de maquillaje, y peinado que ocuparían tanto en Asher como en mí.

Me encantaba ver como trabajaban, parecían hormigas yendo de un lado a otro, Taylor con su habitual caminata elegante se dirigió a donde estaba mi hermano para analizarlo con detenimiento, de esa forma determinaría como peinarlo, podría parecer que peinar a un chico es cosa de tres minutos, pero con Taylor la cifra se elevaba a quince, incluso veinte una vez que le hizo chinos a Asher, el resultado le hacía justicia a la demora porque ambos quedábamos espectaculares en sus manos.

Asher se había estado dejando crecer el cabello, y Taylor determinó que el peinado perfecto esa noche era algo relajado, comenzaron a mojarle el cabello y aplicar productos para poder recortar y rizar las puntas, haría que pareciera que su cabello estaba despeinado, pero por más que fuera un peinado natural debía llevar un proceso y Taylor analizaba cada pequeño mechón, nunca había visto a Asher peinado de tal forma, pero se por su expresión, que a él también le gustó el trabajo que habían hecho. Asimismo, limpiaron su cara y aplicaron cremas que durante la noche lo harían lucir fresco y se sentiría así, no demoraron mucho en eso porque no era necesaria tanta preparación de su piel, solo lo esencial.

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