Capítulo 24

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Katherine

Sentía el peso de unas manos acariciando mi rostro, poco a poco abrí los ojos, y estaba aquí, observandome dormir, sus ojos grises atravesaban mi piel, podía sentir la intensidad con la que me miraba, pero también podía ver la posibilidad de que algo entre nosotros.

—Nos vamos a ir a mi casa —su chamarra estaba a mi lado, la había tomado porque quería sentirlo cerca, en ese momento me envolvió con ella— no te preocupes nena esta todo bajo control.

—¿Qué? no, yo me voy a quedar aquí, no puedo dejar a Asher solo, si me necesita y no estoy no me lo perdonaré —su propuesta no me gustaba ni un poco, el no entendía lo que yo sentía por Asher.

—Nos mantendrán informados, no quiero pasar ni un minuto más aquí —me sorprendía su confesión, aun así, yo no podía ir en contra querer quedarme, tenía que estar para Asher, las cosas con mis padres se habían salido de control, eso no indicaba que dejaría a mi hermano sola.

—Si quieres irte está bien, yo me quedaré –sus ojos se oscurecieron, hasta ese momento note las heridas en su mano.

Fue un impacto muy grande ver a Asher así, un minuto estaba gritando de alegría y en otro mis temores de verlo en el pasto desvanecido me asustaron, no sabía qué hacer y cuando sentí la mirada de Deamon encontré un miedo, él también estaba preocupado por lo que había pasado, sentía que estaba preocupado por mí, no sabía a qué se debía, solo recuerdo que un momento después golpeaba repetidamente la cara del chico que golpeó a Asher, vi sangre, y mi mente se nubló, todo estaba pasando tan rápido.

—Vámonos Katherine, no nos quedaremos aquí, necesito que me entiendas —estábamos con pensamientos distintos, el no entendía que yo no podía dejar a mi hermano.

—No me iré, tu no entiendes que debo estar con mi hermano —mi corazón aceleraba sus latidos, me estaba molestando que quisiera irse.

Me quité su chamarra y salí corriendo del lugar, si él quería irse estaba bien, yo tenía que quedarme ahí, le agradecía lo que había hecho, Deamon había defendido a mi hermano, pero eso no le daba derecho a decidir por mí, entendía que él se había arriesgado al golpear a aquel chico, aun así, mi lugar era estar aquí.

Un segundo después estuve en la entrada al área en la que estaba Asher, no nos dejaban verlo, nos habían dicho que la situación era delicada, y debíamos esperar a poder entrar, no podíamos hacer nada por más que quisiera, en otras condiciones habría burlado la seguridad y entrado a aquella área, pero si yo provocaba algo más grave no me perdonaría, no podría cargar con más cosas.

Escuche unos pasos detrás de mí, sabía que era Deamon, ¿qué quería?, le había dejado claro que yo estaría aquí, no había otra opción para mí, no se acercó, pero podía verlo en el reflejo de vidrio, en una mano llevaba su chamarra y en la otra mis tenis, los había olvidado por completo. Recordé que se había propuesto a hacerlo, su gesto para que yo estuviera bien y pidiendo mi permiso, me hizo sentir tranquila, eran unos simples tenis, pero incluso para eso decidió pedirme permiso me sentí protegida.

Baje mi mirada a mis pies descalzos, unos pequeños calcetines cubrían mis pies, aun así, el frío se hizo presente en mí, estaba por hacerse de madrugada, y yo llevaba una playera de fútbol americano, en la que había sangre, no era mucha, pero Asher por el golpe sangro de la cabeza, fue doloroso abrazarlo así, aparte de la playera tenía un short y para hacer un énfasis mayor no llevaba tenis, seguramente me veía como una loca.

—Ven aquí, por favor —hice lo que me pedía, tenía que recuperar mis tenis, puso mis pies pequeños en sus pies, y me llevó así hasta unos sillones, me sentía una niña pequeña a su lado— dame tu pie —me colocó un tenis y después el otro.

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