El peso de su brazo alrededor de mi cintura me despertó, aún era de madrugada, pero la luz ya era presenté, recordé como había terminado en su cuarto y calme mis pensamientos perversos que imaginaban que la razón por la que estaba aquí es que por fin había caído a los brazos de Deamon.
Cuando entre a su cuarto, todo estaba oscuro y no preste atención a mi alrededor, ahora todo estaba iluminado, el cuarto de Deamon era negro con gris, algunos toques de blanco, lo que más me impresionó fue la pared que estaba detrás de nosotros, era totalmente de madera y una luz emergía de la parte de abajo, todo en este cuarto gritaba Deamon, incluso me parecía sexy las decoraciones que había, era estúpida esta afirmación, pero cuanto más prestaba atención a los detalles más me convencía de esto.
—¿Te gusta? —su voz apenas era un susurro cerca de mí oído— podrías dormir aquí todos los días —me puse frente a él, pero su rostro estaba ocultó ya que se quedó clavado en la almohada, no sabía si se había quedado dormido después de esas palabras.
—No, no me quedaré otra vez aquí —inmediatamente alzó la mirada, intenté que mis palabras sonarán lo más verdaderas posibles.
En su rostro había una mirada fuerte, si no conociera un poco de su forma de ser habría pensado que estaba molesto, se levantó y empujó mis rodillas con fuerza a la cama, ya no estaba de lado, ahora lo tenía frente a mí, su abdomen estaba al aire, no podía despegar mis ojos de él, cuando se colocó encima de mi pude ver en total esplendor que solo llevaba su bóxer blanco.
—Katherine lo lamento, pero no volveré a dormir solo, si no duermes en mi cuarto iré al tuyo, me meteré a tus cobijas y... —mi corazón latía con fuerza, seguramente estaría babeando por el cuerpo tan perfecto de Deamon, nunca había visto un chico tan guapo, con un cuerpo que me dejaba sin aliento y ponía en mí los pensamientos más impuros— me ocuparé de tu cuerpo.
El notó que no podía dejar de verlo, mi mente estaba totalmente concentrada en Deamon y le dedique un gemido en el momento en que posó su mano en su pecho, se estaba tocando a sí mismo, cuanto más bajaba sus dedos marcaban los espacios que tenía su abdomen, me complacía con solo mirarlo.
Deamon me miraba profundamente, aunque quisiera mantener mis ojos en los de él, su forma de tocarse me indicaba que lo mirará, que estaba bien mirarlo y disfrutar de ese espectáculo, cuando llegó a la cinta de su bóxer se lamio el labio, esto sólo fue un preparación para lo que continuaría, tomó un respiro profundo al igual que yo e introdujo su mano lentamente por su bóxer, veía como su mano a través del bóxer se movía y marcaba un ritmo, en el momento en el que yo más deseaba que continuará se levantó de la cama.
—Mierda Katherine, me estas volviendo loco —camino directo al baño y cerró la puerta.
¿Qué carajo le pasaba?, no podía tocarse de esa forma, provocarme haciendo un casi baile e irse de esa forma, no tenía derecho para terminar sus pequeñas caricias de golpe, quería más de él, lo deseaba, sólo se dedicaba a provocarme, calentarme un poco y aventarme un balde de agua helada.
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No Más Juegos
RomanceA través del tiempo me he dado cuenta que los errores que repetidamente cometemos pueden delimitar nuestro pasado, y cuando intentas escapar de él te llevas un fragmento al presente, pero no imagine que lo que tendría en este nuevo comienzo sería De...