Deamon
Estaba desayunando con mis padres en el jardín de atrás, mi madre estaba frente a mí, el sol le iluminaba el rostro y sus ojos brillaban, no era el único que le estaba viendo, mi padre estaba anonadado.
Admiraba la forma en la que mi padre, John estaba enamorado de mi madre, yo nunca me había sentido así y esperaba no estar en esas condiciones, veía la forma en la que el uno sufría cuando el otro estaba mal, no entendía cómo puedes amar a alguien de tal forma que es el centro de tu universo, visto desde esta forma si algo le pasaba a la otra persona seria doloroso, incluso arrebatador.
La única forma en la que le había sentido comprometido fue cuando me enteré que mis padres querían que me casará con Alex, sus padres y mis padres siempre han estado ilusionados con que terminemos juntos, incluso desde antes que naciéramos.
Cuando Alex se enteró de esto decidió contármelo, en ese momento solo podía verla como una amiga, y hasta la fecha es así, solo que cuando vimos la oportunidad de aprovecharnos de esto lo hicimos. Yo estaba creciendo y las hormonas se apoderaron tanto de mi como de ella y sin ningún compromiso decidimos tener relaciones, al principio eran interesantes, poco a poco tomaron un rumbo de estar juntos solo porque queríamos tener sexo, no nos molestaba, ambos sabíamos que era imposible que nos casáramos, solo disfrutamos de la oportunidad.
Sé que Meli, mi madre, ha estado ilusionada con la idea, pero no me veo en el lugar de mis padres, menos con Alex y sé que ella tampoco me ve así.
—¿Puedes servirme jugo mi niño? —mamá seguía siendo muy cariñosa conmigo, era a la única que se lo permitía.
—¿Qué planes tienes para hoy Deamon? —mi padre bajó el periódico que leía y espero mi respuesta.
—Hay un juego de fútbol esta tarde, iré a verlo —no me emocionaba tanto la idea de estar en las gradas, pero mis amigos estarían jugando, aparte de que tenía una razón más para ir.
—Si termina pronto puedes acompañarnos en la cena de esta noche, tu madre y yo planeábamos cenar con inversionistas, tal vez se concluya algún negocio —esa idea tampoco me emocionaba, prefería estar en el partido, sé que a Meli tampoco le gustaba estar en esas cenas, pero lo hacía por papá.
Con esto solo confirmaba la difícil que estar enamorado, entregas tu vida a otra persona, si tienes hijos es aún peor, vives y mueres por ellos, yo lo había visto con mis propios ojos y no quería sufrir ni ver sufrir a nadie. Si tenía que vivir una historia de amor, prefería que fuera la de mis padres.
—Tengo que irme —guarde las llaves de mi carro en el pantalón y fui a darle un beso a mi madre— los quiero, nos vemos en la noche.
El carro había sido regalo de mi padre cuando salí de la secundaria, no era algo que muchas personas sabían de mí, pero obtuve honores por mis calificaciones de excelencia, no siempre entraba a clases, pero aprendía muy rápido por lo que no me era difícil recuperarme.
Cuando aparqué en mi lugar de estacionamiento, vi a Katherine junto a su hermano, Asher estaba sacando una mochila de la cajuela, y ella esperaba a un lado, tenía una sonrisa inmensa en sus labios. Me hizo reír que llevará una playera de su hermano, en conjunto con un short, su cuerpo pequeño le daba un toque gracioso a esa playera, poco más y la cubriría por completo.
Alex tocó la ventana de mi carro, para que la dejara entrar, no quería permanecer mucho tiempo dentro con ella, habíamos tenido una plática incomoda el día anterior, sabía que lo hacía para apoyarme, ella estuvo en momentos difíciles, pero en ese instante no quería revivirlos.
—No me veas con esos ojos, no te diré nada, solo te venía a preguntar si después del partido te vienes a celebrar con todos al departamento —al menos ya había encontrado que hacer durante la noche.
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No Más Juegos
RomanceA través del tiempo me he dado cuenta que los errores que repetidamente cometemos pueden delimitar nuestro pasado, y cuando intentas escapar de él te llevas un fragmento al presente, pero no imagine que lo que tendría en este nuevo comienzo sería De...