Capítulo 32

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Mi entrada al cuarto del hospital le cambio el rostro a mi pequeño hermano, seguía preguntándome en que momento había crecido tanto

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Mi entrada al cuarto del hospital le cambio el rostro a mi pequeño hermano, seguía preguntándome en que momento había crecido tanto.

Antes de ir a su cuarto pase a la tienda de regalos del hospital, todo tenían inscritos de "mejórate pronto", "felicidades", "todo saldrá bien", al mirarlos se me revolvió el estómago, estas palabras típicas no ayudarían a ningún paciente, siempre caemos a decir esas palabras cuando realmente lo que necesitamos es un poco de sinceridad, amor y lealtad, descarte la posibilidad de regalarle un oso de peluche, un globo e incluso un adorno con globos y osos, me acerque a la parte de las tazas que estaban intactas, no habían comprado alguna en meses, y entendía que era por el logo en grande del hospital, en lo personal no me gustaría una taza del lugar donde la mayoría de las veces las noticias son malas, aun así la tome y al pagarla le pregunte a la cajera si tenía un plumón, escribí en ella una pequeña carta para Asher, el regalo en cuestión no sería la taza, eran mis palabras que me hicieron derramar unas cuantas lágrimas.

Me acerque con mi taza en la mano y Asher parecía consternado por tal regalo, yo también lo estaría, pero en cuanto saliera de la habitación leería aquellas palabras que le había escrito.

—¿Cómo te encuentras Ash?

—Oh Katy estabas llorando, ven aquí —me apretó con solo un brazo contra su delicado y lastimado pecho, en ese momento me di cuenta de que no estaba siendo la hermana decidida a dar ánimos— estoy bien, ya verás que pronto saldré de aquí, no llores, mejor cuéntame dónde estabas esta mañana con Ella —ahora me miraba a los ojos, no parecía molesto y aunque no hubiera motivos para estarlo me pregunte si sería mejor salir huyendo, pero mi corazón no me dejaría y si quería ser honesto tenía que empezar a contar la verdad.

—Me he ido de la casa, cuando todo paso discutí con nuestros padres y simplemente decidí irme —en su rostro había un indicativo para que continuara e hice lo que me pedía— Deamon escucho todo y me ha ofrecido quedarme con él, Asher se lo que piensas de él, comprendo que las situaciones que hemos vivido en el pasado puedan dar indicios de que estoy yendo por el camino incorrecto con él, pero quiero que sepas que no es así, siento en mi corazón que no es así —me miraba todo el tiempo.

—Ya lo sabía —¿qué?, creo que me he perdido en la conversación totalmente, no había forma de que él estuviera al tanto de que yo estaba con Deamon— antes de que tu entraras la primera vez —en ese momento recayó sobre mí la idea de que yo no fui la primera que vio a Asher— entro aquí para pedirme permiso, me conto toda la historia y aunque lamentaba estarme diciendo esto debido a mi estado, creyó que lo mejor era decírmelo y pedir permiso para cuidar de ti, si yo decía que no él te habría llevado a un departamento que sus padres le regalaron, pero acepte.

—¿Deamon vino aquí a pedirte permiso?

—A mí también me sorprendió, sin embargo, entendí su punto y que tu necesitabas estar en un hogar y no sola encerrada en cuatro paredes, yo he cuidado de ti y tú de mí, es momento de que deje de ser tan sobreprotector, aun así, le advertí que si te lastimaba no dudaría un segundo en lastimarlo, solo asintió y me pidió que en cuanto yo saliera del hospital me fuera también a casa de él —este chico cada vez me sorprendía más y en absoluto estaba decidido en hacer las cosas bien conmigo— ¿así que tu corazón cree que estas por buen camino? ¿te gusta?

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